Tomioka aún podía recordar el color de sus ojos, aquella mirada que lo observó con fiereza, capaz de matar a cualquiera con tal de proteger a su familia, si tan solo Giyuu hubiese logrado proteger a la suya.
Aquel niño le provocaba tantos sentimie...
Omegaverse, pronto daré una ficha explicativa para que sepan cómo va esta temática o universo.
Sin más que decir comencemos.
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La noche es de los demonios.
Y un valiente aspirante a cazador bailaba al son de la Luna, con una máscara de zorro, y un alma tan bella y frágil como el viento.
Tan valiente y tan noble sujetando la mano de un demonio caído sintiendo lástima por sus atroces crímenes.
«Cuando enfrentas a la muerte cara a cara y sales victorioso»
Un alma sin odio y corrompida a la fuerza porque su bondad no le ayudaría a sobrevivir en un mundo como ese. En un mundo tan cruel y despiadado.
Uno que lo había maldecido desde que nació pero se daría cuenta de aquello un mes después.
Si, una maldición de la cual no podría escapar. Había pasado tres años desde aquel día en que su vida quedó maldita.
Desde entonces su vida se envolvió en un sufrimiento constante, lleno de dolor y cansancio, el entrenamiento era agotador, las heridas eran constantes al igual que sus ganas de llorar, sus manos dolían y ardían con intensidad como si se quemaran.
Pero lo soportaba, por su hermana y por él mismo, porque aquel día había cambiado todo para ellos. Sus ojos fríos , su piel todo de aquel joven cazador de cabellos oscuros quedó grabado en sus pupilas y posiblemente en su alma.
Aquel que por algún motivo no podía olvidar y estaba dispuesto a buscar. Por eso deseaba ser un cazador. Por su bien y el de su hermana.
«Cuando un ser puro se vuelve egoísta»
Su prueba había resultado exitoso.
Y su primera misión dada, su nueva vida había comenzado, debía avanzar.
Las cosas eran difíciles y el odio de su alma fue creciendo desde que se encontró con el causante de su desgracia. Muzan, aquel desgraciado que acabó con su vida y la de su familia.
Aquel ser a quien no pudo atacar.
Conoció amigos, venció demonios y estaba cada vez más cerca de encontrar una cura para su hermana.
Pero ¿Por qué se sentía tan triste?
La razón era simple. No lo había encontrado a él.
«En el bosque de los sueños»
Tanjiro nunca podría olvidar lo que sucedió aquel día.
La oscuridad los cubría y a la vez los hacía indefensos, el frío calaba profundo hasta quebrar los huesos, sus respiraciones empezaban a agitarse y el cansansio amanazaba con atacarlos. Están acorralados y desprotegidos a merced de las famosas bestias denominados “Demonios”
—Maldición no podemos quedarnos aquí —vocifero Zenitsu ya cansado —Si nos quedamos terminarán por devorarnos.
—¡Habla por ti!—grito Inosuke —Yo puedo acabar con estos malditos.
—Zenitsu tiene razón —pronunció Tanjiro aun sosteniendo a su hermana —Nezuku esta herida debemos descansar.
—Demonios, está bien.
Corrieron lo más rápido posible siendo mojados por la intensa lluvia, llevaban horas peleando con aquellos demonios, sus pies dolían y el cuerpo poco a poco comenzaba a volverse pesado.
Debían encontrar un lugar donde descansar y esconderse.
Y lo hicieron.
—Uff que alivio, la cosa no parecía acabar.
—Malditos demonios.
—Deberíamos estar atentos, incluso dentro podríamos ser atacados —pronunció Tanjiro algo agitado.
—Yo vigilare esta noche y si encuentro a un demonio cerca lo mataré.
«Cuando la vida te golpea una vez no quiere decir que será la última»
Las suaves olas se mueven al compás de su ritmo cardíaco y un agradable aroma a sal alertan sus sentidos.
Su cuerpo quema y pide ser tomado con salvajismo como si ya no fuera dueño de sus actos.
—Debemos estar alertas... Ah mnah —pronuncia con dificultad sintiendo el cuerpo pesado.
—Oye ¿te encuentras bien.....?
Ese aroma, eso es.
—¡Bakanjiro no me digas que tú ! —pronunció observando como el cuerpo de Kamado caía al suelo.
Duele
—Él es un omega pero ¿Cómo?
—Maldición, sus fermonas, si sigue así terminará atrayendo a esos malditos chupa sangre.
¿Qué me sucede?.. arde
Lo nesecito.
—Inosuke por el momento has guardia, yo lo ayudaré.
Mi cuerpo duele y mi parte baja se siente húmeda.
¿Qué pasa ?
Las luces se apagan de repente, un gran trueno cae cerca alumbrando parte de la habitación y una silueta está fuera empapado por la lluvia.
Los demonios atacan con Kamado aún débil, su cuerpo suda y la saliva escapa empapando la comisura de sus labios, su cuerpo arde.
Y aquella imagen es irresistible para los demonios.
Tanjiro estaba apuntó de ser violado y devorado por aquellos desgraciados.
—Giyuu-san —gime en voz baja su nombre esperando lo peor.
—¡Tanjiro/Bakanjiro! —gritan sin poder alcanzarlo a tiempo.
