Tomioka aún podía recordar el color de sus ojos, aquella mirada que lo observó con fiereza, capaz de matar a cualquiera con tal de proteger a su familia, si tan solo Giyuu hubiese logrado proteger a la suya.
Aquel niño le provocaba tantos sentimie...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
«Dice estar muerto pero llora en ciertas ocasiones....
» Él no está muerto solo está infinitamente roto»
-Yo me haré responsable de Kamado -dijo firme, ante el líder.
Entonces el Patrón lo observó con duda y preocupación, la situación de Giyuu era diferente al resto de pilares, lo sabía perfectamente por ese motivo nunca se imagino oir decir nuevamente esas palabras frente a sus ojos, no después de Sabito.
-¿Estas seguro de esto Tomioka?
Dijo logrando que su corazón se inquietara, no podía mentir, dudaba, dudaba el poder estar con alguien menor a él, con alguien sin experiencia y sobre todo alguien tan puro como lo es Kamado.
Tenía miedo de manchar la inocencia del Omega.
-Si, yo quiero a Tanjiro -confesó lo único de lo que estaba seguro -Por eso quiero que sea feliz.
-Esto será demasiado peligroso para ti... ¿Lo sabes no?
-Lo sé, pero juré dar mi vida por él.-recordó decidido.
Y quería cumplir su promesa.
Tomioka podría jurar que decirle aquello al patrón y lograr su aprobación fue lo más difícil aquel día.
Pero estaba muy lejos de la verdad. Los verdaderos problemas vendrían luego, al entrar en su finca. Siendo inesplicablemente atraído por cierto aroma que no sentía hace mucho tiempo.
Feromonas de Omega.
Las más agradables y exitantes que había percibido en su vida. ¿Era Tanjiro el que desprendía aquel aroma tan embriagante ?
Trago seco al sentir como aquel aroma inquietaba a su Alfa. El Omega pedía a gritos ser tomado y arrastrado a un placer completamente sexual.
Era demasiado joven, aun así aquel Omega estaba jugando con fuego.
-Tanjiro -pronunció ahogando un jadeo involuntario.
Y aquella imagen terminó por destruir su poco autocontrol.
El pequeño omega estaba enterrado, hecho bolita en un tumulto de ropa que pertenecía al Alfa.
