Tomioka aún podía recordar el color de sus ojos, aquella mirada que lo observó con fiereza, capaz de matar a cualquiera con tal de proteger a su familia, si tan solo Giyuu hubiese logrado proteger a la suya.
Aquel niño le provocaba tantos sentimie...
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«Sin saberlo tu dolor sería mi razón de amar»
La noche era fría y sus manos cálidas, los largos dedos pasaban por su rostro dandole una extraña calidez. Era una sensación única, agradable y emocionante.
Su corazón palpitaba con rapidez mientras los sonidos de su ya seca garganta morían en sus labios. Una suave cama a mitad de la habitación de madera de estilo japonés lo recibía con tranquilidad.
-Quedate conmigo esta noche.
Fueron las últimas palabras que pudo escuchar de Giyuu. Su corazón latía con descontrol mientras su cuerpo era acostado con delicadeza en el futon de aquel oscuro cuarto, habia poca luz y un cuerpo cálido se acostaba a su lado, las suaves y cálidas mano lo volvieron acariciar despacio con algo de duda.
La poca iluminación de la habitación le permitió observar un extraño brillo en los ojos del mayor, era intensa como si un lobo observará a su presa.
-Giyuu-san -susurro Tanjiro temiendo que un gemido escapara.
Su corazón se estaba preparando al igual que su mente, los pensamientos lujuriosos y nerviosos no dejaban de pasar.
Estaba ansioso.
Y Giyuu pudo notarlo. En el momento en que sus brazos rodearon la cintura del menor.
-Tranquilo, solo dormiremos -sonrió a pegando el cuerpo contrario al suyo.
Mientras tanto Tanjiro se encontraba rojo de la vergüenza e internamente agradecía la poca iluminación de aquella habitación. Era cálido y despejaba la soledad, eso pensó Giyuu al sentir al menor tan cerca a él.
-Eres cálido -susurro sintiendo como su cuerpo estaba sediendo al sueño.
No se sentía así desde que Sabito estaba vivo, era bueno tener a Kamado tan cerca suyo.
Era acogedor, aquella sensación de compañía hizo que Tanjiro recordará a su familia, a sus hermanitos, a su madre. Su Omega revoloteo de la alegría al sentir como el Alfa lo rodeaba por la cintura. La respiración del mayor chocaba con su nuca, sintiendo un extraño ardor.
"Su Omega pedía ser marcado"
Ya era media noche y lo sucedido durante el día no le permita dormir a Giyuu. No quería que Tanjiro fuera marcado por otro Alfa.
Una extraña sensación de monopolizar a Tanjiro nació logrando que la culpa lo invadiera ¿Quien era él para quitarle la libertad a Tanjiro?
