Cartas De Tu Desconocido

C I N C O 💌

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Dos días sin poder centrarme en mi trabajo. Primero, "mi Desconocido" rondando los pensamientos cada segundo del día. Segundo, el hecho de que me duele hasta el cabello por la paliza que recibí ayer por parte de Christophe.

Dios, tuve que cubrir hasta mis brazos de maquillaje.

Tampoco me he sentido bien estas últimas semanas, realmente creo que estoy enfermando. Mi cuerpo está bastante sudoroso pero quizás sea la fiebre.

Traslado mi adolorido cuerpo hasta la entrada de la casa observando a Louis y a Bastian conversado sentados cerca de mi puerta. Enderezó mi espalda y intento caminar normal.

Ellos reparan en mi presencia sonrientes, les doy una leve sonrisa. Necesito fingir mejor.

— Preciosura — Bastian besa mi mejilla. Hoy está informal y eso hace que se vea mejor con esa camiseta ajustada.

— ¿Que te paso en el labio?— Pregunta Louis, mierda él sabe.

— Resbale en la ducha — Es mi única escusa. Lo único que viene a mi cabeza.

— ¿Segura linda?— Está vez es Bastian el que pregunta.

— ¿A quien quieres engañar? Fue el idiota de Christophe — Escupe Louis, se que no le cae bien y su enojo incrementa cuando no respondo.

— ¿Christophe?

Louis le explica todo a Bastian, sin darme la oportunidad de opinar si quiero que él sepa o no.

No quiero recordar que pasó ayer, de verdad, que en mi cerebro debería existir un interruptor para que los recuerdos que no queremos se larguen.

Inhaló profundamente cuando le cuenta como me dejó como una berenjena hace unos meses. Solo que eso no fue nada en comparación con lo de ayer.

— ¿Que mierda? Pero... tienes que hace algo, esto no puede seguir pasando— Claramente Bastian está alarmado.

— No lo comprenden...

— Hazme comprender, hermosa— Suena como un suplicio, pero no lo sé, no lo conozco tanto.

— Yo... Realmente lo amo, a pesar de todo. Y también hay otra cosa que me mantiene atada—

— ¿Que es? — Pregunta, niego repetidas veces.

—¿Que esperas? ¿Que te mate?— Interviene Louis, lo miro cansada.

— Louis tiene razón hermosa. Por más amor que le tengas no puedes permitir que te lastime, nadie merece eso. Ninguna mujer lo merece.

De acuerdo ambos tienen razón. Más Bastian, pero no saben mis razones.

— Realmente tengo que entrar a casa — Suspiró con mis ojos cristalizados.

— Lo siento Lidi — Louis me abraza —; Lo olvidé, realmente lo siento. Yo te acompaño — sonríe tiernamente.

— ¿A donde van? — Pregunta Bastian con curiosidad, sonrió un poco.

— Mi papá murió hoy —

— ¿Tu papá murió el día de los inocentes?

Asiento lentamente, 1 de abril. Muerte de mi padre, día de mi cumpleaños. Pero lo último nadie lo sabe, y tampoco tienen que saberlo.

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Dejo los girasoles junto a la tumba de papá, respiró la brisa entrante de la primavera.