S I E T E 💌

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S I E T E 💌

— ¡Camina lento y con más cuidado mujer! A la casa no le van a salir patas y saldrá corriendo— Louis habla exageradamente, haciéndome reír — Sh, no te rías, te podría pasar algo —

Es tan exagerado, bastante dramático mi amigo.

— Louis ya cállate, solo fue un aborto no es como si me hubieran operador a corazón abierto— Ruedo los ojos, caminando a el buzón, tomo la carta de mi Desconocido.

— ¿Que es eso?—

— Cuentas— Miento caminando a la casa, le informo llamarlo se algo pasa y cierro la puerta. ¡Casa! Estoy en casa.

Me dirijo al sofá, apunto de sentarme. Escucho el timbre ¡Diablos! Quería estar sola.

Abro la puerta observando a un sonriente Bastian, reprimo un suspiro.

¡Señorita cabello corto completamente caliente! — Saluda besando mi mejilla, río ante su elocuencia.

— Hola, sexy vecino... A quien engaño esto no me va— Río ante mis tontas palabras, el también lo hace.

— Déjamelo a mí, tengo suficientes palabras para ambos—

— Tienes suficientes palabras para un Continente —

— ¡Culpable! — Levanta ambas manos —; No digas que no te gusta.

— Me encanta — Lo invito a pasar.

— ¿Donde estabas? —

— En el hospital—

— No jodas ¿En el hospital?—

— Ese mismo, pero ya estoy bien Basti—

— ¿Ahora soy Basti? — Pregunta subiendo y bajando las cejas, yo no paro de reír —; Necesito que conozcas a alguien, ¿Si?

— Claro, solo si traes a ese alguien aquí — Señaló mi casa, el asiente Sonriente —; Y si Basti—

— No digas Basti, suena raro. Despierta a mini BC

— ¿Mini BC?—

Mini Bastian Cranston, mi amigo— Dice obvio señalando su entrepierna.

Si finjo no sonrojarme ¿Sería muy notable? El es demasiado crudo.

— Desayuna conmigo — Pide sonriente, niego con la cabeza diciendo que no tengo hambre. Me gano una mala mirada de su parte.

Sin dejarme actuar, me carga sobre su hombro para salir de la casa. Estoy algo desorientada, no es como en las novelas o en las películas que ves su espalda, no.

El me carga de manera que mi rostro da con su duro abdomen. Pataleo un poco intentando que me deje.

— Lidieth te caerás de cara — Informa y creo que está sonriendo — A demás así tengo una muy buena vista de tu gran trasero —

Un gritillo de horror sale de mi boca inconcientemente haciendo que el ría escandalosamente. ¡Dios mío! Bastian Cranston jura volverme loca.

Me deja junto a la puerta mientras la cierra. Me ayuda a levantarme.

— Estás loco — Ruedo los ojos, dándole un vistazo a la casa. Que para nada es como la mía, todo en ella grita lujoso.

Es bastante grande y pulcra, es impresionante como todo puede ser blanco y estar limpio al ojo humano y ordenado. No hay casi adornos, solo un gran cuadro en la pared de la sala.

Cartas De Tu DesconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora