Jazmín - Yo te lleno de besos, tu embriagas mis sentidos

Arco 2.7

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Todo había ocurrido en un instante. Sólo cuando el cuerpo sin cabeza de Da Gao se desplomó junto al inodoro achaparrado y la sangre de su cuerpo había llegado a sus pies, lograron volver a sus sentidos. Ante una escena tan pesadillesca y horrible, las Hermanas Meng se taparon la boca para reprimir sus gritos y empezaron a temblar como una hoja.

―¡Da Gao! 

El rostro de Ji Yun Xiao estaba mortalmente pálido y sus ojos estaban rojos. Parecía dispuesto a precipitarse pero Cheng Zhi Chu pudo reaccionar a tiempo y retenerlo: ―¡No te acerques! 

Slap.

La mano que salió del agujero negro estaba cubierta de sangre. Presionó contra la baldosa del suelo, dejando una huella de la mano ensangrentada.

Entonces, otro largo y delgado miembro negro y seco se extendió desde el agujero. Sólo el antebrazo medía medio metro de largo, pero sólo tenía dos dedos de grosor. La piel era tan oscura que parecía quemada. Exudaba un hedor horrible mientras el agua sucia contaminada de sangre goteaba de él al suelo.

―Huff....... huff.......... 

Se oían fuertes sonidos respiratorios procedentes del interior del agujero. Los dos largos brazos presionaban la baldosa del suelo y parecía que algo intentaba salir por ese pequeño agujero. Al mismo tiempo se escuchó el sonido del metal golpeando algo duro. Era tan débil que varios de ellos no pudieron distinguirlo con claridad.

¡Clang! ¡Clang clang!

Meng Xi sacó la pistola del bolsillo de su pecho y disparó unos cuantos tiros al miembro negro. Los movimientos de esa cosa se detuvieron durante unos segundos y entonces dejó salir un chillido que destrozaba los oídos. Tras ser provocado por ella, se volvió aún más violento y aumentó su velocidad para salir del agujero.

―Squelch.......... Squelch.....

Después de escuchar un sonido que sonaba como algo pisando el barro, esa cosa estiró más los brazos y finalmente logró salir.

Todo su cuerpo era negro como el carbón. Tenía diez brazos y su cuerpo se parecía al de una fina araña. Tenía una cabeza y un cuello humanos, pero estaban ocultos por un grueso pelo. Sólo una boca llena de colmillos que aún goteaban sangre podía verse débilmente detrás de ella.

Pasó por encima del cuerpo de Da Gao en el suelo y sus afiladas extremidades perforaron instantáneamente el abdomen del cadáver sangrante. Dejó salir un chillido y bajó su cuerpo más cerca del suelo antes de reunir todo su poder para correr hacia Cheng Zhi Chu y los demás.

En este momento, Meng Xin activó la carta de escudo protector y una cubierta transparente que emitía luz azul pálida envolvió a todos.

¡Thud!

El monstruo se precipitó como una bala y se estrelló directamente contra el escudo protector, haciendo un fuerte ruido. El escudo se agitó y la luz que emitía se atenuó un poco al quedar en él manchas de sangre fresca tras la colisión.

No tuvo éxito en su primer ataque, así que lanzó un grito y volvió a agacharse en el suelo.

Aunque no se podían ver sus ojos, Cheng Zhi Chu aún podía sentir su mirada sedienta de sangre mirándolos. No pudo evitar sentirse aterrorizado y dar un pequeño paso atrás.

Este es el monstruo devorador de hombres............. ¡El monstruo devorador de hombres que mencionaron las enfermeras!

Cheng Zhi Chu se dio cuenta de que las historias de fantasmas que circulaban por el hospital se habían hecho realidad en ese mismo momento. Su expresión se contorsionó varias veces mientras intentaba desesperadamente recordar si las historias que había escuchado mencionaban algo sobre cómo podían enfrentarse al monstruo devorador de hombres.