Jazmín - Yo te lleno de besos, tu embriagas mis sentidos

Arco 3.8

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Al oír el sonido del pomo de la puerta girando, Cheng Zhi Chu se puso muy nervioso. Había pensado que Zhou Luo Chen había regresado y había querido esconderse dentro de un armario, pero, tras relajarse de repente, fue como si sus manos y pies se hubieran ablandado. Incluso cuando la puerta se había abierto hasta la mitad, todavía no estaba dentro del armario.

Creeakk......

Junto con el sonido de la puerta abriéndose, la persona de fuera finalmente reveló su verdadero rostro. Cheng Zhi Chu, que estaba de espaldas al armario, contuvo la respiración y su corazón se detuvo. Entonces descubrió de repente que no era Zhou Luo Chen.

Un joven adolescente alto y guapo apareció en la puerta. Sus ojos recorrieron la habitación hasta que vio a Cheng Zhi Chu temblando en un rincón tratando de ocultarse. Sus pupilas se contrajeron al instante y sus piernas dieron involuntariamente un pequeño paso adelante.

¿Este es el joven Bai Yi.......?

Cheng Zhi Chu reconoció al joven y respiró aliviado. Se desplomó en el suelo y se agarró al pecho jadeando. Afortunadamente, no era ese pervertido.

Aunque el juego había terminado, el miedo que Zhou Luo Chen había provocado en Cheng Zhi Chu aún no se había calmado y seguía teniendo mucho miedo de volver a verlo.

Y por qué no ha salido todavía del cuadro........... ¿No me digas que el fantasma se va a retractar de sus palabras?

Cheng Zhi Chu se sintió un poco engañado. Incluso después de esperar un rato, no aparecieron nuevas palabras sangrientas. En cambio, el joven adolescente se dirigió lentamente hacia él. Luego se arrodilló y lo miró con ojos llenos de emociones inusualmente complejas. Extendió sus manos y tocó suavemente las mejillas de Cheng Zhi Chu.

―...........

Cheng Zhi Chu se encogió inconscientemente. El joven retiró inmediatamente su mano y no se atrevió a tocar de nuevo a Cheng Zhi Chu.

Sus ojos ya no eran fríos y oscuros. La mirada que miraba a Cheng Zhi Chu era suave, como si estuviera mirando un sueño lejano y frágil. Era cuidadosa y suave a la vez, como si temiera que Cheng Zhi Chu desapareciera de repente delante de él.

―.........Lo siento.

El joven bajó los ojos. Su voz era baja y temblaba ligeramente.

―Es mi culpa.

―Fue por mi culpa que te trajeron aquí.

―Lo siento mucho........ 

Cheng Zhi Chu estaba aturdido. Sólo pudo reaccionar unos segundos después y darse cuenta de lo que el joven adolescente estaba hablando. Fue porque el chico había pintado un retrato que fue visto por Zhou Luo Chen, lo que le llevó a ser secuestrado por Zhou Luo Chen.

¿Pero cómo puede ser eso culpa de Bai Yi? ¿Cómo iba a saber él que su profesor resultaría ser un pervertido tan repugnante? Y también parecía que Bai Yi se había puesto en peligro para venir a salvarlo.

Sin mencionar que el adulto Bai Yi es su buen amigo. Incluso si fuera un niño desconocido, Cheng Zhi Chu no culparía a la otra parte.

―Está bien, no te culparé. Al contrario, incluso quiero agradecerte que hayas venido a buscarme.

Al ver que el bello rostro de aquel joven revelaba una mirada de remordimiento, Cheng Zhi Chu sintió que su corazón se ablandaba y no pudo evitar hablar para reconfortarlo. Incluso extendió la mano para frotar su cabeza. Cuando se dio cuenta de que se sentía bastante bien, no pudo evitar frotarlo unas cuantas veces más.