Necesidad

5.7K 488 7
                                    

Si algo era inesperado era eso.
¡No lo había contemplado como una posibilidad! Severus le había dicho que había una probabilidad bastante alta de que la parte anticonceptiva se mantuviera cuando tomara el anti supresor.
¡Aún estaba en pruebas, no podía asegurarlo!
Pero aun así los síntomas no deberían ser tan pronto. Solo habían pasado tres semanas desde su encuentro con Lupin, incluso si fuera un embarazo no se haría presente tan pronto.
Podría sacarse la duda llamando al mendimago de la familia y hacerse una prueba pero no quería. Estaba completamente asustado de lo que podría significar si salía positivo.
No quería tener un bebé y mucho menos en esas circunstancias.
¡Por Merlín y todos los magos!
Lucius había creído en un principio que hubo algún efecto secundario en la poción luego de dos días de no ver a Lupin devolvió su desayuno. Había tomado una poción contra las náuseas y siguió con su rutina pero cada día se sentía más y más cansado. No dormía bien y las náuseas atacaban apenas los efectos de la poción menguaban.
Fue a la semana cuando se le ocurrió que podría estar pasando y no le gustó en lo absoluto.
Se distrajo en sus negocios y buscando sobre uniones de personas con hombres lobo, no se sorprendió al saber que sus abuelos habían quemado todos los libros sobre uniones con criaturas mágicas dejando solo las que describían a las uniones veela.
A la semana y tres días decidió que dejaría de tomar supresores, si era un embarazo el celo no vendría y si no lo era, tendría un ciclo normal. Acarició los supresores guardados en un vial en su bolsillo y respiró profundo.
Supuestamente debería empezar ese día pero nada sucedió, debía rendirse e ir con su mendimago pero se reusaba completamente, por suerte Draco había estado fuera de casa casi todos los días por lo que no notó ni las náuseas ni que su padre parecía cada vez más consumido.
Lucius se sentó en su sillón y acarició su varita mientras pensaba. Podría pedirle ayuda a Severus pero si él le informaba a Lupin… tampoco podía hablarlo con Narcissa, no la perdonaría tan fácil por verse con él a sus espaldas.
Debería ir a ver a Lupin, todos sus instintos querían correr hacia él y eso hacía que sus sospechas fueras más profundas. Sabía que apegados eran los omegas y alfas enlazados cuando el omega estaba esperando.
O tal vez él tenía una enfermedad mortal y su instinto quería pasar sus últimos días con Lupin. Eso no sonaba mucho mejor pero era bueno tener más posibilidades.
Odiaba que ocurriera eso, algo inesperado que arruinara todos sus planes cuidadosamente hechos ¡Se traicionaba a si mismo! ¡Su cuerpo lo hacía! ¡Incluso había escuchado a Lupin decir los hechizos anticonceptivos! ¿Por qué lo eran, verdad? El lobo nunca lo forzaría a llevar un embarazo sin preguntarle ¿Verdad?
Casi se hundió en su asiento.
Que fuera un Gryffindor no lo hacía buena persona, tal vez la guerra lo había hecho más frío y cínico de lo que parecía.
¡Debió haberlo previsto! Pero el hombre ni siquiera se había aprovechado de que el supresor fallara ¿Cómo podría querer que se embarazara? ¡Sus amigos no sabían de su enlace, casi nadie lo sabía! ¿Qué pensarían los demás?
Clavó sus dedos en su cabeza antes de tirar un poco de sus mechones rubios sintiéndose terriblemente estresado y enojado. No era posible deshacerse de un bebé, podría darlo en adopción o incluso Lupin podía quedárselo. Él no estaba para ser padre de nuevo, suficiente tenía con tener que desvelarse por Draco.
¡Si Lupin había hecho eso a propósito lo mataría y luego se suicidaría para no ir a Azkaban! El bebé podría ser cuidado por Draco y Harry, y si no, pues lastima para el niño.
No debería ir desesperado y sin un plan que no fuera un desastre a ver a Lupin pero se sentía demasiado agotado mental y físicamente, ni siquiera había podido dormir bien y la sensación de estar enfermo no se iba de él.
Se apareció directamente frente a la puerta de la casa sin siquiera sorprenderse de que pudiera hacerlo. Cerró los ojos y respiró profundo, el ligero aroma de su compañero lo hizo temblar y sintió las lágrimas punzar en sus ojos.
¿¡Qué rayos le pasaba!?
No tuvo tiempo de pensarlo cuando la puerta se abrió con fuerza, Lupin no se veía mucho mejor que él, el cabello revuelto, las ojeras bajo sus ojos y pálido.
Ambos se miraron y el hombre lobo lo agarró del brazo tirándolo hacia dentro antes de cerrar la puerta apoyando al omega contra ella, Lucius gruñó bajito pero devolvió con el mismo ímpetu el beso. Ambos se apegaron al otro de una forma desesperada, presionándose y restregándose, las manos de Lupin fueron a su cadera apegándolo a él mientras profundizaba más el beso.
El rubio gimió y Remus se separó, ambos se miraron jadeando. El alfa inclinó su cabeza rozando su nariz con la de él de forma tierna antes de apoyar su frente en la de él, ambos cerraron los ojos mientras respiraban de manera suave.
⸺ ¿Por qué… sucede esto? ⸺ murmuró Lucius luego de varios minutos mientras rodeaba el cuello del castaño con sus brazos, sentía sueño y por primera vez en casi un mes, tenía la sensación de que podría dormir bien.
Eso sin duda no sería por un embarazo, la necesidad era demasiado abrumadora para tener que ser por algo así ¿Entonces que?
Remus no respondió solo se alejó agarrando su muñeca y empezando a caminar, Lucius lo siguió sin poner resistencia aún abrumado para quejarse. 
Llegaron a la habitación demasiado rápido, el alfa lo hizo acostarse y se quitó los zapatos antes de acostarse a su lado, ambos se acurrucaron contra el otro buscando un contacto más directo casi con desesperación, pero eso no era suficiente. El castaño quitó la túnica que traía el omega antes de ser desprendido de esa prenda también, Remus lo rodeó con sus brazos apegándolo a su pecho.
Lucius se dejó manipular, dejando que los pusiera bajo las mantas y apoyando su mejilla contra el torso del otro, rodeándolo con sus propios brazos mientras enterraba su rostro en él.
Ambos respiraron de manera acompasada, aferrándose al otro con fuerza. Lupin apoyaba su mentón sobre la cabeza del rubio y luego de varios minutos su agarre dejó de ser tan fuerte, permitiéndose así acariciar la espalda desnuda. Lucius de acurrucó más contra él ante el gesto sin dejar de abrazarlo con fuerza.
De a poco la necesidad abrumadora fue menguando, podía sentir la calidez contra su propia piel pero ya no sentía la necesidad de fundirse en él.
De a poco separó su rostro del pecho del castaño y levantó la mirada, Remus se inclinó besando sus labios de forma suave.
A pesar de que ambos estaban medio desnudos no había nada sexual en ese contacto ni en las caricias, solo exploraban buscando la calidez y el aroma de su compañero.
El licántropo dejó algunos besos en sus mejillas antes de bajar a su cuello, el rubio no pudo evitar el suspiro mientras movía su cabeza para que llegara mejor, sonrojándose un poco al sentir los besos sobre la marca.  Acarició de manera distraída los cabellos castaños dejando de aferrarse tanto, cerrando los ojos mientras disfrutaba la sensación de los labios contra su piel y sus manos recorriéndolo de forma lenta.
El calor aumentaba al estar tapados completamente, habían terminado enredando sus piernas manteniéndose apegados al uno al otro, los besos eran suaves y tiernos  toques en los labios o en las mejillas.
Lucius cerró los ojos permitiéndose relajarse, sintiendo la sensación de seguridad que le habían faltado en esas tres semanas.
No recordó sus planes ni se preguntó que tan lejos estaba su varita, solo dejó que el sueño se lo llevara entre medio de toda esa calidez.
“Mi compañero” pensó entre la bruma antes de caer totalmente dormido.
Despertó algo confundido, aun aferrado al alfa que ya estaba despierto y acariciaba su cabello, Lucius quiso gruñirle pero al final no lo hizo concentrándose en mirar donde estaba.
Aun estaban en la cama, apegados lo más posible pero las mantas que los  tapaban estaban a un lado. Apoyó su mejilla sobre el pecho del menor restregando esta un poco en él cerrando los ojos por unos segundos hasta que escuchó la pequeña risa. A pesar de sentirse ofendido, no pudo evitar maravillarse por unos segundos por el sonido pero enseguida rechazó la sensación.
Debía ser  por el enlace de ambos.
—Lucius… ven, hay que comer.— murmuró aun jugando con los cabellos platinados, el patriarca no sentía muchas ganas de comer para luego vomitar pero se dio cuenta que no sentía las nauseas que lo habían acompañado por un mes.
—¿Por qué estabas tan mal?— sabía que él también lo había estado, no recordaba que el enlace lo consumiera así en Azkaban cuando no tenía ninguna poción para evitar los efectos de tener a su compañero tan lejos.
—Es por la segunda marca.— Lupin se sentó dejando que el omega se deslizara, Lucius terminó apoyando su mejilla en su muslo mientras dejaba que siguiera acariciando su cabeza.
—Morder sobre la marca no tiene ningún efecto. Solo es un instinto.— reclamó suavemente mientras buscaba su túnica con la mirada pensando que su varita estaba muy lejos. Eso debía ponerlo a la defensiva y nervioso, pero al sentir los dedos en su cabeza acariciándolo cualquier duda se diluyó. Se sentía muy tranquilo y relajado, podía aplazar un poco sus planes si podía disfrutar de un rato sin nauseas y mareos.
—En las uniones normales es así, en la de los hombres lobo es distinto.— Lupin murmuró bajando su mano para acariciar la marca, tres semanas después ya estaba curada y solo quedaba la cicatriz. No estaba exactamente sobre la otra así que se veían como dos mordidas superpuestas, en una relación normal una de las dos marcas se borraría porque no se catalogaría como marca de unión.
—¿Cómo?— ni siquiera se incorporó, apoyó una de sus manos en la rodilla del castaño mientras dejaba que corriera su cabello para ver la marca.
—Los lobos marcan por segunda vez para reiniciar la unión. Cuando pasaron demasiado tiempo separados o la unión esta demasiado débil uno de los instintos es morder otra vez.
Es más fuerte que la primera, los enlazantes no pueden estar lejos del otro por mucho tiempo. Si lo están se enferman terriblemente.
De a poco esa dependencia va menguando y luego de un año ya pueden estar sin contacto con el otro por largos periodos de tiempo. Prácticamente tampoco podemos romper la unión hasta dentro de otro año.— explicó —No lo sabía. Que era tan distinto morder por segunda vez para un hombre lobo, lo siento. — susurró de manera suave.
Lucius frunció el ceño.
—¿Por qué no fuiste a buscarme? ¡Creí que…!— enrojeció agradeciendo estar prácticamente de espaldas a él, pero se mordió la lengua para evitar seguir hablando. Se sentía avergonzado, no sabía aun si era probable que estuviera en ese estado o no, pero al menos ya podría hacerse la prueba más tranquilo. Todos esos síntomas solo eran por la unión, se preguntó si hubiera tardado más estaría con fiebres y delirios.
—Tenías que venir tu. — Lupin murmuró y eso casi lo hizo poner los ojos en blanco. Al menos podía decir que tenía su orgullo pero realmente se la había pasado mal en esas tres semanas.
Lucius se incorporó y lo miró a la cara, suspiró y se sentó en su regazo apoyando su costado contra su pecho y su cabeza en él.
—No podremos estar mucho tiempo separados. Tu eres el más afectado a pesar de todo…— Lupin habló mientras lo rodeaba con sus brazos para apegarlo más a el, olfateando su cabello. A Lucius casi le pareció gracioso pero se concentró en su siguiente movimiento.
—¿Me ayudara estar en tu territorio? ¿Nos ayudara compartir el lugar?— preguntó luego de varios minutos casi conteniendo su sonrisa.
Los acercamientos aun podían ser tenues pero realmente tenía una gran excusa para un paso así. 
—Si, creo que si.— admitió el menor aun acariciándolo de manera suave.
—¿Tendré que mudarme contigo?— no lo miró, restregó su mejilla contra él mientras pensaba.
—Es lo mejor. No pienso ir a la mansión, además es demasiado grande, tu aroma no esta realmente en ella y eso puede generarnos problemas. Mi casa es suficientemente grande y esta marcada como mía, estaremos bien.— murmuró. Lucius hizo una mueca, tenía razón en lo de la mansión. No importaba cuanto la limpiaran, aun había rastros de lo que había ocurrido ahí.
Le gustaría mudarse pero había pasado de generación en generación y tenía bonitos recuerdos además de los malos.
Era la mansión Malfoy, se le había confiado y no la iba a abandonar.
Pero eso no quería decir que no podía mudarse con Lupin por unos meses. Tantearía el terreno, conseguiría lo que pudiera conseguir y luego de un año podrían soltarse.
—Bien, pero traeré elfos.— remarcó, Lupin asintió abrazándolo más. Ambos se observaron unos momentos antes de besarse.
Se sentía tan natural que lo abrumaba un poco pero todo eso venía de la unión.
Era increíble lo fácil que era aceptar los gestos y devolverlos. 
Se quedaron un rato más acurrucados, dándose algunos besos y caricias, pero luego tuvieron que levantarse para comer.
El rubio de sentó en una de las sillas mientras observaba al castaño cocinar, se sentía algo curioso porque normalmente no veía a la gente hacerlo. Él podía pedir lo que quisiera y lo obtendría sin ver el proceso.
El aroma del alfa en todos lados le daba tranquilidad, el mismo estaba impregnando un poco de su aroma en el lugar. Después de todo iba a ser de ambos por varios meses.
Hizo una mueca al pensar en las visitas, ninguno de los amigos de Lupin le agradaban.
Tendrían que poner reglas, tal vez debería trabajar desde ahí. Comprimió la emoción que lo recorría, no debería estar alegre por compartir la casa con el licántropo y sabía que esa alegría venía de su parte instintiva pero podía usar esas emociones a su favor.
Mientras su cuerpo no se sintiera enfermo y su mente estuviera clara podría seguir planeando, necesitaba tantear que tanto podía conseguir de esa unión.
Ya sabía que prestigio no, si se hacía publica la unión y luego de un año rompían todo lo conseguido se derrumbaría. Pero podía obtener otras cosas que lo beneficiarían desde las sombras.
Miró el lugar y se levantó, quería apegarse de nuevo a Lupin y decidió que seguir su instinto por ahora le daría beneficios.
Apoyó su espalda contra la de él sonriendo al sentir su sorpresa.
Era casi una escena domestica.
Si hubiera algún sentimiento, sería una escena bastante tierna. Pero solo la necesidad y competencia los unían.
Ambos estaban pensando en su siguiente paso con mucho cuidado.

.
.
.
.
.
.
Autopromoción. Si les interesa un one-shot triste de Remus/Lucius subí "instinto" aunque lean las advertencias.
Y ahora una noticia mala. Es el último capítulo escrito que tengo y empieza noviembre y con él mis examenes. Trataré de subir pero hay una gran posibilidad de que vuelva con esta historia en Diciembre pero aun así haré mi mejor esfuerzo para actualizar :D
Gracias por leer, votar y/o comentar.
MisukiBeyond
YeniAyala
Kaliza-DK
gloriaocadiz
CorGaVi
Biona00
SelenaGonzalez082
KouKishimoto
Linda_Harco_Drarry
palmita187
yejihdem

No te metas con el lobo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora