Lucius trataba de respirar profundo mientras se sentaba en la silla, estaba en su despacho y hacía dos días su celo había terminado. Remus se había ido a su trabajo hacía poco y él había decidido que era mejor idea escabullirse en el laboratorio de Snape y agarrar una poción sin avisarle, luego volvería para pagarle.
Tragó con fuerza dejando el vial sobre el escritorio, sus manos temblaban ligeramente y no quería terminar derrochando la poción por el suelo.
Azul.
Era de color azul.
Él conocía las pociones de Severus y sobre todo el juego de colores de esta, respiró profundo apoyando sus manos en el escritorio para luego inclinarse para presionar su frente en el borde sintiendo su frialdad.
Por Merlín, eso estaba tan mal. No entendía que había salido mal, los supresores eran anticonceptivos y en los últimos días habían utilizado hechizos de esa índole. Clavó las uñas gruñendo de manera suave sintiendo que el nudo en la garganta lo estaba asfixiando.
Se levantó agarrando el vial y lo apretó en su mano, agarró su varita y apareció afuera del laboratorio de su amigo, estaba más pálido de lo usual y sentía que podía caerse en cualquier momento. Severus lo regañaría por robarle aunque fuera solo por una hora, aunque tal vez solo lo había dejado irse sin decir nada.
Con él nunca se sabía.
Tocó la puerta del laboratorio y sintió que sus piernas estaban por ceder pero se contuvo, trató de mantener la calma pero el pánico se extendía en él. Su parte omega no registraría al bebé hasta los primeros síntomas así que no se sentía extrañado de que su instinto no lo forzara a sentirse feliz.
-Severus...- lo llamó y cuando su amigo lo miró dejó la poción sobre la mesa, Lucius se sentía derrotado. Había sido confiado, si su parte instintiva lograba tantas trampas para rechazar cierto tipo de alfas ¿Cómo no lo haría para lograr la concepción con un prospecto que cumplía sus condiciones?
El rubio se sentó y se tapó la cara con las manos, no había pensado que pasaría realmente, sus feromonas de estrés se filtraban en el lugar pero no le importó. Maldita sea, estaba asustado ¿Qué ocurría si creía que lo hizo a propósito? ¿Si pensaba que era su nueva carta para tener algún beneficio? No quería que rompieran la frágil tregua que habían conseguido, le gustaba así como estaban.
Lupin no confiaba en él, miraría con ojos analíticos todo. No dudaba de que fuera capaz de amar a su hijo pero siempre tendría la sospecha... ¿Qué debería hacer?
-Lucius, los colores de la poción están invertidos. - alzó su cabeza en el instante en la que el otro omega habló, frunció el ceño confundido mientras se paraba.
- ¿Qué? - estaba seguro de lo patético que sonaba en ese mismo momento, miró los ojos negros buscando algo en ellos pero estaban neutrales. Parpadeó notando que Severus había entrado a su mente solo por arriba, no lo suficiente para romper su intimidad pero lo necesario para entender cómo se sentía.
-Sabía que no serías capaz de pedírmela directamente así que supuse que la robarías pero volverías para pagarla. Lo colores están invertidos. - Severus habló sin ninguna emoción en su voz, aunque eso dentro de todo era normal. Se preguntó ligeramente si seguía usando hechizos para que su voz sonara más fuerte.
-Eres... un idiota. - reclamó aunque sin fuerza, sintiéndose de pronto muy confundido.
-Ten, bebe esta poción. Te ayudara a calmarte. - dijo de manera suave extendiéndole otro vial, Lucius notó que estaba cerca de donde había sacado la poción que se llevó pero igualmente se la tomó. Su sabor era ligeramente dulce y agradable, se preguntó si le había dado una poción para niños.
-Lamento haberte robado. - dejó varias monedas en la mesa, al notar la ceja arqueada del ex profesor resopló y dejó más por la que había tomado al llegar ahí.
-Me debes un favor y me lo cobrare. - el de cabellos negros sonrió de lado sosteniendo su varita en sus manos, el rubio resopló ligeramente dejando el vial vacío en la mesada.
-Cuando lo decidas, me mandas una carta. - aceptó, no valía la pena pelear por ello.
-Cuenta con ello. - la ligera sonrisa del de cabello negro hizo dudar a Lucius, pero sabía que era demasiado tarde para arrepentirse. Se quedó callado unos segundos mientras analizaba a su amigo y sus feromonas.
-Severus ¿Estás bien? - Preguntó al fin sin dejar de observarlo.
-Tu presencia es incomoda, estoy cerca de mi celo así que siento un rechazo natural hacia ti. - Explicó de manera neutral, Lucius frunció el ceño ligeramente. Los omegas no se rechazaban entre sí al menos que...
- ¿Tienes debilidad por un alfa en particular? - Preguntó, la curiosidad palpando cada una de sus palabras. Se preguntaba quién podría ser pero también sabía que el instinto podía apuntar a cualquiera.
-Lucius. - Severus apretó los labios dándose vuelta para poner fin a la conversación, volviendo a la poción que estaba haciendo cuando el patriarca llegó.
- ¿Usaras el lugar que te he ofrecido? - Lucius arregló su ropa un poco más, que si hubieran arrugas invisibles.
-Como siempre. - asintió. Tenía los propios, por supuesto pero las fincas Malfoy siempre habían sido más iluminadas, cómodas, seguras y secretas.
-Nos vemos, Severus. - Lucius se despidió sintiéndose más tranquilo, sonriendo ligeramente, el susto que había sentido había evitado que tratara de seguir la conversación. Podía sentir una ligera decepción entre sus emociones pero la ignoró.
El pocionista cerró la puerta con un hechizo cuando Lucius se fue, respiró profundo mientras miraba la poción de color azul, miró de reojo el estante de donde el patriarca la había sacado. Eran las mismas que Potter se había llevado casi cinco días atrás.
Era tan fácil engañar a Lucius cuando se le decía lo que quería escuchar, pero lo que más le preocupaba era si eso alcanzaría para engañar al lobo.
Bueno, ya se enteraría.
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No te metas con el lobo.
Fanfiction⸺Piérdete, Malfoy. ⸺ manoteó su mano haciendo al patriarca reír. ⸺ ¿Me sacarás de aquí si tu lado gana? ⸺ Malfoy murmuró, él podía sentir su aroma intensificándose de nuevo y se sintió furioso. Trató de negarse, trató de irse sin decir nada pero no...