¿Todo lo arreglamos así? (+16)

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No tuvo tiempo de decir nada, alzó su varita pero el licántropo agarró su brazo contrario y aunque su agarre era fuerte él podría zafarse con un poco de esfuerzo pero no lo hizo. Mantuvo su varita alta clavándola ligeramente en el cuello del alfa quien lo miraba con la respiración agitada con los ojos brillando en dorado, sentía una mezcla de emociones y no sabía a cuál obedecer.
Desde emoción hasta algo de temor, así como ganas de escapar o solo dar un paso adelante.
- ¡mmm! - jadeó recibiendo el beso y devolviéndolo, podía sentir la furia en el gesto así que agarró más la varita pero no lo alejó, Remus pasó su mano por su cabello tironeándolo un poco haciendo que se separaran.
Lucius lo observó pensando que podría escaparse e ir a bañarse o al menos, utilizar el anti-feromonas para bajar los instintos del alfa pero por otro lado quería saber hasta donde podían llegar.
Caminó tras él cuando prácticamente lo arrastró escaleras arriba, apenas pudiendo detener el traspié cuando fue empujado a la cama.
Nadie debería enfrentarse a un alfa o un omega enojado y mucho menos cuando estaban siendo territoriales.
Cuando el hombre se acercó y lo besó le devolvió el beso dejando caer su varita en un descuido pero no le importó. Gimió por lo bajo sintiéndose un completo idiota al sentirse bien con la atención.
-Remus. - gimoteó clavando sus uñas cuando prácticamente rompió los botones de su camisa para quitársela. Las feromonas del alfa llenaban todo el lugar y a diferencia de las que con quien había estado, estas si lo estaban afectando. Se dejó besar de manera desordenada dejándolo bajar su pantalón con la ropa interior.
Remus se apartó cuando al fin pudo desnudarlo totalmente y lo volteó, apoyando sus manos en su cadera y besando su espalda. Lucius se tensó al notar que planeaba hacerlo de una, sin preparación ni nada.
Incluso para un omega sin supresores y en celo, eso era demasiado doloroso.
- ¡Espera, no! ¡No! - enterró su rostro en la almohada mordiéndose el labio con fuerza sintiendo el miedo embargarlo, enojado así como estaba, estaba seguro que ni siquiera lograría comprender sus suplicas así que solo esperó el dolor cerrando los ojos con fuerza.
Los abrió al no sentir nada y se sentó, Remus se apartó de él casi como si se quemara y estaba empezando a acomodar su ropa con rostro neutral, aun sus ojos estaban en dorado y podía notar el enojo en ellos pero había retrocedido. Lo había tomado como un rechazo y lo tomó en cuenta.
Ante la sorpresa Lucius solo pudo reaccionar al notar que el licántropo se estaba dirigiendo a la puerta.
- ¡Espera! ¡Ey! - alcanzó a agarrar su mano sintiéndose de pronto muy pequeño cuando los ojos dorados se clavaron en él. Sintió un escalofrío recorrer su cuerpo y no supo cómo decir en voz alta lo que quería.
Sin soltar su mano se acostó de nuevo, obligándolo a sentarse a su lado. Bajó su mano sintiéndose completamente avergonzado mientras abría sus piernas antes de apoyar las plantas de sus pies en la cama para alzar un poco su cadera, acariciando su miembro dejando escapar un pequeño siseo ante eso pero luego bajó más sus dedos hacia su entrada, empezando a masajearla entre pequeños gemidos antes de penetrarse con un dedo. Estaba humilladamente húmedo, en algún momento había empezado a lubricar pero no lo suficiente como para notarlo. Acercó su mano a su rostro y restregó su mejilla en ella, aun agarrando con fuerza la mano del licántropo para que no la apartara.
Remus lo soltó y sonrió, inclinándose para besar su pecho haciéndolo retorcerse cuando bajó su mano para penetrarle con dos dedos, la lubricación los ayudaba a ambos y Lucius no podía evitar jadear.
-Creí... que ya estarías más que preparado, Lucius. Sabiendo que acabas de volver de estar con otro alfa. - su voz sonó bastante profunda antes de acomodarse entre las piernas del omega, poniendo una mano en su espalda baja para lograr que alzara más sus caderas.
- ¡A-ah! ¡No! ¡Solo... nos restregamos un poco! No lubrique y...- no sabía porque daba la explicación pero sentía que se la debía en alguna manera. Pero por supuesto que no había reaccionado, no reaccionaría con nadie de la forma con la que lo hacía con él.
Sus propias feromonas se habían alzado a pesar de los supresores ya que no podía mantenerse lo suficientemente concentrado como para controlarlas.
- ¿Sabes porque no lubricaste con él? - el alfa susurró contra su oído mientras seguía moviendo sus dedos en su interior, sonriendo al notar los gestos y sonrojo del mayor.
-Por qué él no es mi alfa. - jadeó alzando su mano y acariciando la mejilla del alfa, Remus sonrió y besó su mano antes de besar sus labios con intensidad, apegando su cuerpo al de él con fuerza.
-Nunca se si sentirme bien o terriblemente ofendido de que siempre sepas que decir. - murmuró contra sus labios antes de separarse, el rubio lo miró algo confundido al notar que sacaba su varita, buscó con la mirada la suya sintiendo algo de miedo de pronto, regañándose por haberse dejado llevar así.
Cerró los ojos al sentir la punta deslizarse en su costado sin saber a donde quería llegar, el peso sobre él no lo dejaba en total libertad, abrió los ojos algo confundido al sentir que lo obligaba a cerrar su mano sobre la varita, notando rápidamente que era la suya.
¿En qué momento el alfa le había dado alcance?
Miró dudoso hacia el menor mientras este mantenía su mano alrededor de la suya.
-No vuelvas a soltar tu varita, mantenla agarrada. - ordenó antes de tirar la suya lejos de ellos. Lucius siguió con la mirada notando que esta rodaba hacia perderse debajo de uno de los muebles mientras él seguía teniendo la suya en su mano, miró confundido hacia Remus con algo de duda sin saber porque ese gesto lo estaba haciendo sentir tan extraño.
Casi cálido, como se sentía la confianza.
Incluso con sus ojos dorados, incluso con sus instintos a flor de piel había puesto su seguridad sobre su enojo. Sintió que casi se ahogaba con esa sensación, era casi abrumadora, como que si hubiera abierto una caja de algo que no debía tocar.
-Estoy enojado. - el alfa murmuró apoyando sus labios sobre la marca, dejando sus manos sobre las caderas del omega enterrando un poco dedos. Lucius gimió por lo bajo apoyando una de sus manos en su espalda aun manteniendo su varita en la otra. -Muy, muy enojado, Lucius... no la sueltes. No voy a controlarme por mucho tiempo y no te pido que lo toleres. Si cruzo un límite quiero que puedas irte sin más daño de lo que estés dispuesto a soportar. - bajó sus besos por su pecho, chupando uno de sus pezones al llegar a ellos.
Lucius clavó sus uñas en su espalda llevando su cabeza para atrás, gimiendo su nombre por lo bajo sin poder evitar tapar su rostro con su brazo. Incluso cuando un escalofrío de dolor lo recorrió al sentir los dientes sobre la protuberancia sensible solo clavó más sus uñas rodeando su cadera con sus piernas para sentir su excitación contra él ganándose un suave gruñido.
Respiró con fuerza tratando de recomponerse, quitó su brazo tratando de no soltar la varita que casi se le escurría entre los dedos. No la necesitaba, por Merlín. Las feromonas lo llenaban con cada respiración, su presencia imponente, borrando cualquier rastro de otra persona en él.
Odiaba el hecho de saber que seguramente él lo había hecho con otra gente.
-Remus...- susurró su nombre llevando su mano hacia su cabello obligándolo a que lo mirara de nuevo para evitar que pudiera pensar en otra persona que no fuera él, se incorporó un poco besándolo con intensidad sintiendo que todo su cuerpo temblaba ante la necesidad. Gimió al sentir su lengua recorrerle y explorarlo, dejando caer la varita en la cama pero sosteniéndola junto con la sabana con su mano, tratando casi en vano de no rodearlo con sus brazos.
Lo quería más cerca, lo quería dentro suyo.
Tonks, Sirius, no era una competencia para él. Si alguien podía borrar a ambos de su alfa era él, era su omega después de todo.
- ¡Por Merlín, por favor! - no debería rogar, no después de lo que había ocurrido. Él lo había abandonado por varios días, le había dado la espalda y había puesto a Black sobre él, pero en ese momento le daba totalmente igual.
La excitación era palpable, tanto por las feromonas que se mezclaban como sus erecciones que se presionaban haciéndolos gemir.
Sollozó por lo bajo cuando mordió sobre la marca, la sensación era demasiado explosiva para él, tiró ligeramente de los cabellos cortos para separarlo de su cuello volviéndolo a besar enseguida pero tuvo que se separarse al sentir que le poseía de una. Gimoteó mordiéndose el labio, dolía pero era soportable, se relajó al sentir las suaves lamidas sobre su pecho y volvió a murmurar su nombre antes de sentir como apretaba su trasero con sus manos.
Cuando empezó a moverse cualquier cuidado quedó olvidado.
Apenas podía controlar sus gemidos, todo era una mezcla de feromonas y placer, estaba solo un poco consiente de lo que gemía y de lo que pedía pero en ese momento no le importaba. No cuando con cada embestida llegaba a ese punto de él que lo hacía sentirse como gelatina, temblando y jadeando en los brazos del mayor.
Se aferró más con sus piernas, rodeándolo haciendo grandes esfuerzos para no soltar la varita para acariciarlo de igual medida.
Cuando ambos se corrieron su cabello estaba hecho un desastre, esparcido sobre la almohada, con los labios hinchados por los besos, con las marcas sobre su cuello y su pecho, igual de profundos que los rasguños en la espalda del licántropo.
No había sido suave ni dulce, había sido desordenado, rudo y excitante.
Incluso estando de frente, Lucius sintió que no tenía ningún control.
¿Cómo pasaban del enojo explosivo a tener sexo? ¿Era el sexo la única manera que tenían de arreglar las cosas?
No hablaban, no cambiaban nada.
Lucius trató de alejar esos pensamientos de su cabeza mientras acariciaba suavemente la varita que aún tenía entre sus dedos.
Remus trató de controlar su respiración notando como el nudo se formaba, enterró su rostro en el cuello del omega acariciando su espalda baja con una de sus manos mientras la otra la mantenía en su cadera.
-Vuelves a hacer algo así y no vuelvo a follarte nunca más. - su voz fue baja, pausada y ronca. Lucius parpadeó sin entender del todo aún bastante golpeado por la sensación el orgasmo y el nudo dentro de él.
- ¿Q-que? - apenas alcanzó a murmurar pero expresó toda la duda que sentía.
-Lo que oíste, no volveré a follarte de nuevo si esto se repite. - Remus se separó ligeramente para poder ver los ojos grises del omega, Lucius lo observó unos segundos antes de hablar.
- ¿En serio me lo estás reclamando? - debería sentirse ofendido pero estaba demasiado concentrado en que su voz sonara audible, hacía bastante que Lupin no formaba un nudo dentro de él y la sensación lo abrumaba.
-No discutamos esto cuando no podemos separarnos. - se rindió al fin el alfa presionando un suave beso en la mejilla del mayor.
- ¡Oh, por supuesto que lo vamos a discutir! - Lucius se incorporó un poco clavando sus uñas al sentir el suave movimiento que había causado. Respiró profundo tratando de aguantar el gemido.
-Lucius. - el alfa suspiró deslizando sus manos por sus costados tratando de tranquilizarlo, un movimiento mal y ambos podían salir lastimados.
- ¡Tú lo hiciste con Tonks y con Black! - ni siquiera notó que su tono salió tan herido.
- ¿Qué? Por supuesto que no. - la confusión era notoria en el rostro del rubio trigo que no se había esperado ese ataque.
- ¡No soy imbécil, Lupin! No quieras venir a verme la cara de estúpido. - clavó más sus uñas como que si eso probara su punto pero Remus no pareció darse cuenta.
-Puedo jurarlo. - lo miró directamente a los ojos y Lucius sintió la necesidad de retroceder pero no pudo, respiró profundo acariciando ligeramente la espalda del menor sin saber que decir sintiendo sus mejillas calientes pero esta vez no era por la reciente actividad.
-Yo... creí...- murmuró de pronto, dudoso, sorprendiéndose de lo mucho que lo había afectado pensar en eso. Apretó los labios desviando la mirada, acomodando un poco mejor sus piernas para seguir rodeándole y que la posición no se volviera incomoda. El alfa se apoyó un poco en él enterrándose un poco más y Lucius se mordió con fuerza el labio para no hacer ningún sonido.
-Lucius, si es algo que solo nos concierte a los dos, puedes decírmelo. - susurró luego de varios segundos de silencio, el patriarca lo miró con algo de molestia en los ojos.
-Tú... dejaste de venir a casa. - y su tono imprimía enojo pero Remus podía notar las ligeras feromonas que cambiaron ante la frase, besó suavemente sus labios por unos segundos antes de hablar.
-Pero con lo de Tonks, no. Pudiste haberme dicho que creías que me acostaba con ella. - no trató de sonar como un regaño pero notó que falló al ver la expresión del mayor.
- ¡Pero dejaste de venir cuando Black apareció! - reclamó sin atreverse a moverse.
-Lo sé, lo siento. - se disculpó con cuidado, presionado un poco su cintura con sus manos haciendo al omega removerse. Sonrió ligeramente al notar el ligero color rojo en las mejillas del patriarca.
-Pero...- no sabía de donde salía el tono de duda, pero no podía evitar tenerlo.
- ¡Al diablo Sirius, Lucius! ¡Al que deseo es a ti! Y odio el solo hecho de saber que... dejaste que... ¿Con quién? - el rubio se sobresaltó al escucharlo y se aferró más a él, apegando su pecho contra el otro sintiéndose mejor al empezar a sentir su corazón.
-Yo... no lo conocía. Era un muggle. - fue sincero, acariciando los rasguños que había dejado en la espalda de su compañero de enlace.
-Muggle. - Remus repitió la palabra con tanto desdén que Lucius se sintió sorprendido. -De baja categoría, Lucius. Por debajo de la mía, al menos. - Gruñó - ¿Qué fue lo que hicieron? - deslizó sus manos por su costado y el rubio no pudo evitar estremecerse, el nudo aún seguía entre ambos y no podían separarse.
-No creo que...- Lucius dudó, no sabía que tan retorica era esa pregunta y estando unidos por el nudo, no era un buen momento para hacer enojar al alfa o sacar más posesividad de la que ya tenía.
-Pregunté ¿Qué fue lo que hicieron? - gruñó bajando sus manos hacia sus muslos y separándolos un poco, logrando que dejara de rodearlo con sus piernas. Lucius se sonrojó completamente sintiendo el escalofrío que terminaba en su entrepierna al escuchar su tono de voz, abrió la boca y luego la cerró unos segundos.
Quería decir nada pero era una mentira y estaba seguro que si mentía eso se acababa, Lupin solo esperaría a que pudieran separarse y se iría.
-S-solo nos besamos... apegarnos, restregarse un poco. Sobre la ropa, no... no lo deje colocar sus manos directamente en mi piel. - admitió, pensó por un momento que tampoco lo hubiera dejado ir muy lejos. Era un muggle después de todo y él no estaba tan desesperado como para dejarse follar por uno ¡Besarse ya había sido suficientemente humillante!
-Eres un caprichoso, Lucius. - gruñó ligeramente moviéndose un poco haciéndolo retorcerse, el rubio abrió la boca jadeando agarrando las sabanas con sus manos.
- ¡Y-yo! - ni siquiera se le ocurría como defenderse, sentía que toda su sangre se había ido hacia el sur y apenas podía mantener su varita agarrada.
- ¿Sabes que hay juguetes que podrían ayudarte más que tratar de tener algo con otro alfa teniendo un enlace, verdad? -
- ¡No me gustan los juguetes! - se sintió como un adolescente consentido luego de decirlo y no pudo evitar avergonzarse. Remus dejó escapar una risa moviéndose de manera perezosa para no hacerle daño, penetrándolo un poco más y saliendo ligeramente, haciendo que el nudo se restregara contra sus paredes pero sin rasgarlas.
Lucius gimió temblando mordiéndose la lengua ligeramente aunque no pudo evitar gritar al sentir su boca sobre sus pezones.
- ¡Remus! A-ah, diablos- gimoteó llevando su mano a su cabello y acariciándolo, sintiendo de nuevo su mente hecha un lío. No podía pensar más que en él y como se sentían sus manos, sus labios sobre él.
-Caprichoso. - volvió a murmurar como una burla antes de besar su pecho, Lucius lloriqueó.

No te metas con el lobo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora