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Estoy bastante nervioso. Mis manos sudan, mis piernas tiemblan y tengo un nudo en la garganta que no se me deshace con nada. Acomodo el moño de mi traje por enésima vez y vuelvo a verme en el espejo para corroborar que mi peinado siga intacto. Debo controlar mis nervios. No puedo permitir que nadie del set descubra mi secreto. Suficiente tengo con que Emilio se haya enterado. Aún me duele el pecho cuando recuerdo la forma tan desastrosa en que se percató de mis sentimientos.

Fue después de grabar la escena de: "No Temo, yo no puedo corresponderte. Yo no soy gay" Lo sentí tan real, me llegó tanto que las lágrimas que salieron en cámara fueron mías, reales. Yo estaba llorando de verdad. El corazón partido lo compartía con Temo. Después de eso, me encerré en mi camerino y seguí llorando por varios minutos. ¿Cómo había podido enamorarme de mi compañero laboral, de mi amigo? Sí, porque Emilio y yo antes éramos amigos.

Nos habíamos topado en fiestas y posadas una que otra ocasión. También una vez dormimos en la misma cama; claro que Emi estaba lo suficientemente borracho como para recordarlo. Al día siguiente que me levanté y ví su hermoso rostro enfrente del mío sentí un flechazo de inmediato. Era un niño muy lindo, me encanta su nariz y sus rizos. Cuando me fui de la casa de mi amiga, lo olvidé enseguida. Yo tenía novio en ese entonces y creía estar muy enamorado. No podría ser quien estaría mirando a otros chicos.

Me olvidé de la existencia de ese niño hasta que volvimos a coincidir en el edificio del CEA. Pensé que el enamoramiento que tenía por él se había ido, pero fue todo lo contrario, al verlo con su nuevo corte de cabello y su cuerpo más atlético volví a soltar la baba por él. Me gustaba demasiado y yo estaba de vuelta soltero. Nada me impedía fantasear con el rizado. Es un flechazo, repetición, solo un gusto, me dije yo mismo para auto convencerme, pero no. Era algo mucho más grande y fuerte. A medida que lo fui conociendo me di cuenta que no era el chavo que decían... Que no era el patán que las chicas aseguraban, que no era creído por ser hijo de tremendas figuras públicas como los medios hablaban y que no era un irresponsable que se la pasaba de fiesta en fiesta y tomando, como sus mismos amigos lo habían catalogado. No.

Era alegre, divertido, amiguero y sí, un poco farrero. Disciplinado, serio, responsable, profesional y un gran amante de todo su trabajo. Era un excelente compañero de escena, el mejor que alguna vez había tenido. Con el tiempo aprendí a ver debajo de su sonrisa. Vi al chico inseguro con ataques de pánico y claustrofobia. Era irónico que él aparentara tanta seguridad y confianza, cuando la realidad era que la gente amontonada lo asustaba y que los flashes de la cámara lo cegaban. Pero eso lo hizo humano e imperfecto como el resto, pero para mí Emilio había dejado de ser como los demás.

Compartiendo con él tantos momentos, tantos días y horas a la semana, me fue imposible no llegar a quererlo. Emilio se hizo querer demasiado. Todo el rato andaba por ahí bailando, cantando o haciendo bromas divertidas a cualquier miembro de la producción o el elenco. Me fui enamorando. Ya no era más solo atracción física, no. De Emilio me gustaba su voz, sus gestos, sus babosadas, su risa, sus talentos y me encantaba el hecho de que fuera tan liberal y de mente abierta con el tema de la diversidad sexual. Él respetaba y apoyaba a pesar de no pertenecer a la comunidad. Hoy en día la juventud puede decir que "apoya a la comunidad", pero que le dan en verdad respeto y admiración como la que tiene Emilio es muy difícil de encontrar, y sobre todo en alguien de tan corta edad.

Me terminé enamorando de Emilio, tal cual como Temo se enamoró de Aristóteles. Teníamos una historia parecida. La única diferencia era que mi historia no tenía un final feliz y la de ellos sí.
Aris si se enamoró después de Temo, pero Emilio nunca va poder hacerlo de mí. Él es hetero y tiene una novia, a la que ama con locura. Jamás se va a fijar en un hombre y menos en alguien como yo, que lo defraudó y abusó de su confianza y de la amistad que le brindaba.

Deseo # 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora