Deseo # 1

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Advertencia: Contenido sexual y de maltrato explícito. No leer si no te sientes preparado u eres demasiado sensible para esto.

Salí de aquel hospital completamente acabado. Con el alma rota y el corazón en mil pedazos. Con el ánimo derrotado y mi voluntad resquebrajada. Me di cuenta de que no me quedaba nada de dignidad. Mi cabeza punzante ante cada paso y la decepción reverberando. Estúpido. Soy un maldito y gran estúpido. Sólo alguien tan tonto como yo puede creerle palabras de amor a Emilio Osorio.

El vómito presente en mi garganta y la repulsión brotando por cada uno de mis poros. Asco. Me doy mucho asco. Le he entregado mi cuerpo tantas veces a ese animal que estoy manchado. Cubierto de su repugnancia y asquerosidad. Porque aún después de lo que me hizo, aún después de violarme; yo le permití volver a tocarme. Permití que sus sucias manos volvieran a dañarme. Permití que su jodida boca estuviera de nuevo en cada parte. Sus chupetones y marcas de manos recordándome. Profanándome...

Asqueroso. Me siento asqueroso. Repugnante. Quiero matarme.

Me despido de mi familia con una sonrisa sombría, excusándome con mi trabajo. Miento. No voy para el set, sino para la maldita casa que comparto con Emilio. Iré a buscar mis pertenencias y sacaré mis maletas de ese lugar de una buena vez. No quiero permanecer ahí más tiempo, no con él... Y aunque quiero, no puedo regresar con mi madre, no por el momento. Ese sería el primer lugar donde él iría a buscarme y no quiero que ella lidie con todo esto, no tiene que saberlo. Debo protegerla, evitar que descubra la verdad como lo hizo Niko. No voy a exponerla. No quiero. No puedo.

En el camino, me esfuerzo por mantener mi cordura y racionalidad conmigo, mientras intento contactar con Nikolás, pero él no contesta el teléfono compartido. Debe creer que es Emilio. Decido llamarlo por el teléfono nuevo que  me obsequiaron.

-¿Aló?

-Niko, soy yo. Joaco.

-¿Joaco?-suena sorprendido-¿Qué sucede? ¿De quién es este número? ¿Por qué me estás marcando?

-Eso te lo explico luego-hablo rápido-Voy a dejarlo.

-¿Qué? ¿A quién? ¿Emilio?-suena sorprendido.

-Sí-muerdo mis labios.

-Oh...- se produce una pausa- Así que por eso no viniste a la fiesta.

Frunzo el ceño. ¿Fiesta? ¿Cuál?

-¿De qué fiesta estás hablando?

-A la tuya pues-dice con obviedad-Emilio la preparó personalmente, pero hace unos minutos salió disparado cuál gacela siendo perseguida por un puma.

-¿Qué?-mi sangre se heló instantáneamente- ¿Emilio se fue? ¿A dónde?

-No lo sé, genio. Supongo que a verte.

Un aire helado y corta punzante atravesó mi columna vertebral. Dejé de respirar. Mi cuerpo y mente entrando en alerta máxima.

-Joaco-la voz de Niko se tensa-Espera un momento-lo escucho inhalar ruidosamente-Emilio salió echando humos de aquí hace rato-hizo una pausa-Si en verdad fue a buscarte, eso significa que...-tragué saliva.

-Que no demora en encontrarme-completé.

-¡Tienes que salir de ahí!-gritó desesperado- ¡Dime que ya saliste de ahí!

-Apenas vine a recoger mis maletas, Niko- mencioné desconcertado.

-¡Olvida las maletas! ¡Vete! No quiero que te pegue de nuevo. ¿Sabes qué? ¡A la verga! Iré a recogerte. Pásame la dirección.