20.

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Las agujas del reloj se mueven muy lento a mi parecer. Siento que he estado soportando esto una eternidad. Me siento dolorido y cansado, con el alma muerta y el corazón hecho pedazos. Mis manos atadas pegadas a mi pecho y no sé por qué, muerdo mis dedos en un inútil intento de concentrarme en otro dolor que no sea el de sus estocadas. El cuerpo caliente y sudado de Emilio me monta como un lobo salvaje, devorándome. Sus gruñidos de excitación en mi oído y su aliento abrasador en mi cuello.

Quítate, por favor. Ya basta. Ya es suficiente. Sal, me duele. Córrete de una vez y déjame.

Suelto un sollozo y aprieto los dientes. ¿Por cuánto tiempo más me torturará? ¿Acaso es insaciable? Ya no lo soporto.

Sal, Emilio. Déjame. Termina ya.

Mis piernas se tensan y él eleva mi cadera para alcanzar mi miembro flácido.

-No ...-alcanzo a protestar, pero como es de esperarse no me hace caso.

Entierro la cara en el colchón y muerdo mis labios. No voy a gemir. No lo voy a disfrutar. No me correré en su mano.

El placer y el dolor siempre se han mezclado creando una exquisita combinación, pero esta vez no quiero ser su portador. Me rehúso.
Emilio me masturba rápidamente a la vez que suaviza sus estocadas y aunque lo intento, enserio que lo intento ...No puedo detener mi orgasmo.

Escucho su risa de satisfacción y deseo morir en ese momento. Soy un enfermo. ¿Cómo puedo correrme si me está violando? No siento excitación en lo absoluto, sólo mucho dolor y humillación. Mi cuerpo se convirtió en el peor traidor. Finalmente, siento que se corre. Mi recto se llena de su esperma y hago una mueca de repulsión. Las sábanas se han manchado de sangre por los golpes, su cortada y la cruel violación.

Es repugnante y aterrador.

Emilio muerde mi hombro antes de salirse de mi interior y no me da ni tiempo de aliviarme cuando me bota fuera de la cama. Chillo del dolor. Es atroz. Mi cuerpo entero entra en una especie de convulsión y atino a colocarme en posición fetal tratando de protegerme de sus golpes.

Sólo que ningún golpe llega, lo que siento es un chorro de un líquido caliente mojándome. Me cuesta abrir los ojos, pero cuando lo hago me doy cuenta que ...

Está meándome el muy cerdo asqueroso.

No creí que pudiera humillarme más de lo que me ha humillado hasta ahora, pero como siempre estoy equivocado. Sí que puede y lo está demostrando. Me mea como un perro sarnoso marcando a un tronco. Sé lo que quiere decir con esto, lo que quiere demostrarle a Diego que me mira con una impotencia descomunal y lágrimas en sus rasgados ojos. Quiere decir que le pertenezco, que soy de su propiedad, que para bien o para mal siempre seré suyo.
No puedo escapar de su jaula, lo que puedo hacer es suicidarme dentro de ella.

Me cubro el rostro y sollozo mientras él termina de mearme completo. Decir que siento asco es poco. Decir que me siento humillado es poco. Decir que lo odio es poco.

Soy un estúpido. Debí matarlo cuando tuve la oportunidad. Él es un demonio asqueroso, un monstruo. Las arcadas se hacen presentes y lucho ferozmente para evitar el vómito mientras él se ríe con sus ojos puestos en mí.

Se sienta en la cama y nos mira con una sonrisa sádica, feliz y satisfecho de su obra macabra.

-Espero que hayas disfrutado del espectáculo-se dirige a Diego-Ya me ha saciado. Si quieres, te lo presto un rato-lo que recibió de su parte como respuesta fue una mirada de odio puro-Pues bien, saldré del departamento un momento. Cuando vuelva no te quiero ver o te mataré. Ah, y si decides ir a la policía, también mataré a tu madre y a tu hermanito. Tal vez cuando ella vaya al yoga los días sábados o cuando el pequeño Mati vaya a sus clases extracurriculares-no puedo creer que él tenga tanta información- Así es, lo sé todo-se cruzó de brazos-Sé inteligente por una vez en tu vida-me dedicó una mirada pedante desde arriba-Tal vez Joaquín pueda convencerte. Es muy convincente, como habrás oído. ¿Escuchaste esos gemidos? Quería simular que no lo estaba disfrutando, pero hasta logré que se corriera. ¿No se ve demasiado pornográfico?- me señaló-Y toda la sangre de su trasero lo hace más que excitante. Es mío, he marcado mi territorio en él. Mira su tatuaje, dice "Emilio" porque él era demasiado quejica como para tatuarse la frase completa de "propiedad de Emilio". Espero que lo tengas en cuenta-guiñó un ojo, recogió la pistola del piso y salió por la puerta.

Deseo # 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora