IX. 𝑼𝒏 𝒆𝒙𝒑𝒆𝒓𝒊𝒎𝒆𝒏𝒕𝒐.

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Pov. Yuzuko.
Mi padre se graduó mucho antes de científico, sabía muchas fórmulas entre muchas cosas, fue cuando conoció a gayert, un amigo con el que trabajo mucho tiempo.
Después de la muerte de mi madre y mía, lo visito.

"Tock tock"

-Voy- Abrió la puerta extrañado, de quién era a esas horas de la noche y más que no tenía a nadie con quien compartir momentos agradables.

-Hola viejo amigo - se recargo en el marco de puerta, su aspecto lucia horrible, se dejó creer la barba, su cabello estaba alborotado, sus ojeras habían crecido. Y su aspecto lucia más flaco. A tal sorpresa no pudo reaccionar bien intento cerrar la puerta realmente asustado, pero el contrario la detuvo con uno de sus pies

-Na-ah, no tan rápido -Entro sin autorización a su hogar.

-¿Qué haces aqui? Deberías estar muerto.

-You'll be dead if you don't do me a favor.

- No - hablo con autoridad pero solo recibió una bofetada.

-oh, ¿Estás seguro?- Saca una pistola cargándola lista para disparar y matar,
No tuvo otra opción estaba completamente acorralado no tenía a nadie así que acepto su propuesta de Sho.

-¿Qué tipo de favor quieres? - Rendido accedió al trabajo.

"Regresa a la vida a mi hija."

Buscaron por todas partes mi cuerpo, mi padre no fue a mi entierro por tanta culpa. Sin embargo, gayert me encontró, me desenterraron en la madrugada del diecisiete.
Llevaron mi caja a su automóvil y con todo el dolor del mundo de mi padre me pidió disculpas.

Cuando llegaron a su laboratorio, no había muchos resultados del como me regresarían a la vida. Mi padre enfadado, casi mataba a la única respuesta de mi vida. Se controlo y propuso hacerme "especial". Pesaron en hacerme una híbrido.

Capturaron a varios Husky siberiano de diferentes edades y algunos cuerpos humanos para establecer mi cuerpo humano. Encontraron adn en unas gorras que solía ponerme cuando salíamos a pasar o alguna caja de jugo que guardaba para hacer un castillo. La operación duro mas de una semana. Además me dieron otras habilidades.

- Sara ya estará bien en unos minutos - observo a través de una cápsula que contenía líquido azul y la infante llevaba un inhalador cubriendo la mitad de su rostro.

- Perfecto.

Al pasar unas cuantas horas, aquella niña había despertado y ahora el color de sus ojos era verde -como antes nombraba eran azules- quito todo el líquido de la cápsula en forma de cilindro. Y me cargaron pero yo veía a mi papá con odio, algo que no imaginé a la edad de diez años.

- hola sara, bienvenida.

Más que tu dueña || 𝐴𝑢 𝐴𝑛𝑖𝑚𝑎𝑠ℎ. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora