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Manuel por otro lado extrañaba a Mateo, quería despertarse confundido en la madrugada y escuchar el celular sonar por las llamadas del menor, quería estar en una joda con un grupo de amigos y que el morocho lo usara para apoyar su cabeza, quería volver a hablarle. Pero también se sintió incómodo, no sabía si le gustaba el menor, no es que tenga algún problema de homofobia interna, pero le parecía todo un tema replantear su sexualidad.

También pensaba que desde que pasó aquella conversación en hablar con alguno de sus amigos pero habían pasado dos meses, ya era demasiado, no había visto a Mateo en todo ese tiempo, ni siquiera lo había cruzado y sus amigos tampoco lo habían mencionado y probablemente ya sabían lo que había pasado. No lo trataron diferente de cualquier manera, pero en cierta forma sí. Ya no lo invitaban tan seguido a fiestas, pero pasaban bastante tiempo en su casa, como si no quisieran que se cruzara con Mateo.

Entró al chat de Mateo y no vio ni su estado de conexión ni su última vez online. ¿Tal vez ya no lo tenía en sus contactos?, ¿tal vez simplemente lo sacó y ya?. Quería hablarle, pedirle perdón, ¿pero por qué?. ¿Por no corresponder sus sentimientos? aunque ¿en realidad no los correspondía?. No tenía sentido hablarle para no decir nada concreto, ni siquiera había aclarado su mente, no le había dedicado ni una hora de su tiempo a aquellos sentimientos que no reconocía.

Decidió esa noche llamar a Valentín, no quería decirlo por mensaje y no quería esperar a verlo al otro día. Estaba nervioso, tal vez más porque no le gustaba tanto llamar por teléfono y porque eran casi las once de la noche. Llevó el celular a su oído y esperó con nervios mientras jugaba con una lapicera arriba de su escritorio. La llamada dio dos tonos y enseguida lo atendió.

-"¿Estás bien, Manuel? ¿Qué pasó?". Su voz sonaba muy preocupada, se sintió un poco mal.

-"Estoy bien, no te preocupes".

-"¿Posta? Boludo me asustaste". Eso hizo que se riera un poco y escuchara quejarse a Valentín diciendo que en serio se había preocupado.

-"Estoy bien, aunque creo que me gusta Mateo". Lo soltó sin más, no quería dar vueltas.

-"¿Creés o estás seguro?".

-"Tampoco es que me gustaron tantas personas, supongo, qué sé yo". El mayor se quedó en silencio largos segundos poniéndolo nervioso. "Boludo decí algo, creo que me gusta alguien y no me ayudás".

-"¿Y qué querés que diga? Decíselo". Lo dijo con tanta naturalidad que lo descolocó un poco.

-"Ahh sí, re bien, ¿querés que le caiga a la casa y le diga che Mateo, no hablamos hace banda pero creo que me gustás?". Valentín volvió a reír esta vez con una buena carcajada. "Dale boludo, dejá de reírte".

-"Pero llamálo, Manuel. A mí me llamaste para decirme esto, para lo mismo, llamálo a él. Además vos no me contás pero ya sé lo que pasó entre ustedes, o por lo menos tengo la idea".

-"¿Vos decís que lo llame de la nada para decirle eso nomás?".

-"Y no, boludo, disculpáte como mínimo, medio la cagaste. No esperes que te perdone al toque, sos medio tarado y te la mandaste, pero Mateo es re bueno, vos metele". Se quedó en silencio pensando si debía decirle lo otro que le molestaba, le molestaba decirlo en voz alta.

-"También... Creo que me preocupa que me guste un wacho, me pone un poco mal, eso de replantear todo ahora y qué sé yo". Lo trató de decir lo más desinteresado posible pero Valentin no lo tomó así.

-"Manu, no...". Su voz sonaba más baja y suave, como si le doliera aquello. "Sabés que no importa un carajo eso, a nadie le importa".

-"Ya sé, pero no sé, me siento raro. Igual era eso nomás, gracias, nos vemos". Cortó la llamada sin esperar respuesta y se quedó en completo silencio sintiendo que tenía ganas de llorar, pasó una mano por su cara y su celular sonó con una nueva llamada; era Valentín, luego de unos segundos lo atendió.

-"¿Qué me cortás la llamada, pelotudo? ¿No ves que te quiero ayudar?". Su amigo más que enojado sonaba ofendido. "No sos homofóbico Manuel, ninguno de tus amigos lo somos, nos chupa un huevo, ¿por qué a vos te importa algo?".

-"No sé, mis viejos por ahí, no les quiero caer con algo así". Una cosa era procesar que le gustaba Mateo, otra era pensar que una relación posible con él debería ser algo de lo que su familia debía enterarse.

-"Pero si a tus viejos no les importa, ¿te acordás cuando me chapé a Dani y estaba tu viejo? No dijo nada y tampoco te dijo nada a vos después". Ahora el peso de reconocer sus sentimientos, los dos últimos meses e incluso los de antes lo golpeaba todo junto, sin detenerlo estaba llorando tratando de ser lo más silencioso posible, pero su amigo lo escuchaba cada vez que sorbía. -"Manu... ¿querés que vaya?".

-"No... Tengo sentimientos encontrados nada más". Trató de reír ante aquello pero sonó más a un sollozo para el mayor.

-"Manu, no te voy a dejar solo boludo, dejá de hacer eso, nos alejaste a todos siempre, decí lo que sentís posta". Eso hizo que llorara ahora abiertamente y admitiera que necesitaba de su amigo.

Quince minutos después Valentín estaba en su casa, se habían acostado en la cama de Manuel, el mayor había puesto un poco de música porque ante el silencio el menor parecía sentirse cohibido para llorar con libertad. Pero ante el primer abrazo, Manuel estaba sollozando, estaba sinceramente preocupado, no sabía que podía llorar de esa manera. Acariciaba su espalda suavemente y ni siquiera se preocupaba de que su remera estaba siendo manchada por completo.

Horas después, siendo casi las dos de la mañana, Manuel estaba mucho más calmado, pudo hablar sinceramente de lo que le pasaba, desde la presión estúpida de haberse llevado materias y de que sus padres le digan una y otra vez que es el ejemplo de sus hermanos; hasta la falta de confianza de decir lo que piensa, incluso en lo más mínimo. Estaba agotado y ni siquiera se había dado cuenta, su mente estaba rebalsada de preocupaciones que quiso evadir y le pasaron cuenta ahora. Ya no era la situación con Mateo y todo lo que eso implicaba, era todo lo que nunca contó y le molestaba.

Se sentía mucho mejor, dejar salir todo aquello con su amigo que nunca juzga a nadie, que entiende a todos y si no lo hace quiere entender. Quería decirle que es el mejor amigo, ante el silencio de ambos trataba de hacerlo pero no podía, le costaba, aunque después de todo lo que dijo, no podía permitirse volver a guardar todo.

-"Gracias, boludo... sos el mejor, te amo wacho". Dijo aquello mientras se limpiaba la nariz con el puño de su buzo, estaba nervioso.

-"Ahhh me muero, es la primera vez que me decís algo así, estás constreñido sentimentalmente amigo". El menor rió mientras lo empujaba alejándolo pero Valentín lo volvió a abrazar con fuerza. -"Te amo, amigo. Y ahora dormimos y mañana le hablás a Mateo y te dejás de joder con eso de ser gay o bisexual o lo que sea que a nadie le importa".

-"No había pensado lo de bisexual". La voz del menor fue baja, como pensativa.

El mayor quedó en silencio por largos segundos para luego soltar una carcajada. -"Vos no sos más tarado porque el día tiene 24 horas".

Domésticos - TrueplikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora