Manuel se despertó con uno de sus brazos sobre la cintura ajena, no sabía qué hora era, el sol se filtraba por la ventana y le daba en toda la cara al menor, que parecía molestarse porque tenía una mueca y casi que enterraba su cara en la almohada. No quería levantarse y perder el calor ajeno, por lo que tomó su gorra que estaba a un costado y la posó sobre la cabeza de su chico, se aseguró de cubrir del sol sus ojos y ahora con tranquilidad cerró sus ojos sólo para descansarlos.
Se despertó nuevamente cuando sintió que se movían a su lado, entreabrió sus ojos y notó que Mateo se levantaba apoyándose en sus codos, la gorra de Manuel cayó y el menor la tomó algo confundido, la miró por un rato antes de voltear a ver a su novio que tenía sólo un ojo abierto.
-"¿Te dormiste con la gorra puesta?". Su voz sonaba ronca, arrastrada.
-"No… te la puse porque te estaba dando el sol". Vio que el menor lo miró con seriedad por unos segundos y luego sonrió mientras enterraba su rostro en la almohada. "Euu, ¿te dio vergüenza?". Rió sólo un poco, no buscaba burlarse del otro.
Mateo no sabía cómo explicar lo que había sentido, sentía una presión en el pecho ante el accionar del mayor, se sentía querido, cuidado. Se acercó a Manuel con algo de timidez rara en él, y besó una de sus mejillas. Luego posó su cabeza sobre el pecho del mayor y lo miró desde ahí, no podía parar el impulso de hablar.
-"Te quiero...". Su corazón latía con rapidez, estaba nervioso, no quería saber la respuesta de Manuel, tampoco quería obligarlo a dar una respuesta. "No necesito que me contestes". Se rió para aliviar la tensión que él mismo sentía.
-"Pero… ¿no querés que te conteste?". Levantó una de sus cejas y Mateo rió mientras negaba. "Pero tengo algo que decirte yo también". Dijo aquello con una sonrisa, pero Mateo no lo vio porque ya estaba alejándose de su pecho sin mirarlo.
-"¿Mi celular? Seguro nos re perdimos el desayuno". Mientras hablaba levantaba las almohadas para buscar el dispositivo, pero Manuel tomó suavemente su brazo.
-"Decime qué te pasa, no me des vueltas, se supone que ese soy yo". Trató de sonreír pero estaba algo preocupado, Mateo ni siquiera lo miraba.
Esperó pacientemente que el menor hablara, pero no parecía que fuera a hacerlo.
-"¿Por qué no querés que te diga nada?”. Pensó que iba a obtener silencio otra vez como respuesta, pero lo escuchó suspirar.
-"¿Sabés qué pasa? Si vos me decís que estás confundido o no sabés o no me querés, entonces al final tenía razón al tener miedo… al final era posta que yo me mandaba a todo y vos nada… yo te dejo pasar la de ignorarme, la de rechazarme, la del chape con la mina, no sé". Aquello le causó malestar, nada de eso fue apropósito, además pensó que había sido perdonado. "Pero ¿entendés lo que digo? No quiero que haya sido tan obvio que no me querés y yo te dejaba pasar todas, hasta seguro voy a-". Dejó de hablar al darse cuenta que iba a decir algo que podía herir más al mayor, pero Manuel quería saber, estaba enojado.
-"¿Vas a qué? Dale, decílo". Ahora estaba sentado en la cama con el ceño fruncido, estaba muy molesto ante el silencio ajeno.
-"Nada Manuel, dejá, vestite y vamos a comer algo".
-"No, ahora decime, vas a qué". Tal vez la insistencia en su tono o el menor se había dado cuenta que realmente estaba enojado.
-"Decía que... seguro iba a tener que dejarte pasar la que se viene de tus viejos, que no saben, no van a saber y no vamos a poder blanquear nada y eso. Pero tengo razón, ¿o no? ¿o me lo vas a negar?".
-"Si tanto te cuesta bancarte eso entonces mejor terminemos y ya está, andá a buscarte uno que no esté escondiéndose de sus viejos porque si se enteran mínimo se queda en la calle, buscate uno que no esté tan cagado de la cabeza que hasta el último momento se comió una mina para al menos sentirse mejor porque no es gay por completo, ahh y ya que estamos, que se haya enterado no sé, a los 12 y no a los 18 como yo, así no se hace drama". Se levantó buscando su ropa, respiraba sonoramente, trataba de mantener las lágrimas a raya, no quería llorar frente al menor.
-"No te vayas, es una discusión de pareja, necesito que estés acá y lo arreglemos".
-" Y yo me quiero ir, ¿vas a obligarme a quedarme?".
-"Vos casi me obligás a decirte, así que ahora te quedás". Mateo habló con seriedad, su semblante estaba igual de neutro, pero cambió de inmediato cuando escuchó sorber al mayor, no pudo evitar acercarse con preocupación cuando lo vio limpiarse los ojos de lo que creía eran lágrimas. Posó una de sus manos sobre la nuca ajena y lo acercó para abrazarlo con firmeza, si el otro necesitaba llorar o lo que sea, iba a estar para él.
Manuel no podía controlarlo, estaba llorando abrazado al menor, no sólo por la discusión, ni siquiera tanto por las palabras hirientes de su novio, sino porque era verdad, porque decirle a sus padres es algo que no podría hacer. Mateo acariciaba con su mano libre su espalda, quería que el mayor sepa que estaba para él.
No tenía idea de cuánto pasó, pero dejó de llorar, se sentía mal, pero a la vez menos pesado. Y no quería alejarse de Mateo, pero lo hizo de todos modos. El menor acarició sus mejillas mojadas y sonrió ligeramente antes de besar la comisura de sus labios.
-"Somos dos llorones…". Manuel rió un poco y Mateo se sintió mejor al verlo. "¿Qué pasó? ¿Estás bien?".
-"Me hizo mal lo de mis papás, posta que quisiera decirles pero no puedo…". Mateo sonrió pesadamente y besó sus labios castamente, luego posó sus labios ligeramente sobre la frente de su novio.
-"Después lo hablamos bien, pero perdoname, no sabía la presión de todo el tema, y yo te perdono todo lo que pasó, ya está".
-"Te perdono por eso, también porque te guardaste todo eso y obvio que saltaste re mal. Vos perdoname a mi igual, por todo eso, qué sé yo, ya está". El menor rió ante aquello y asintió para besarlo suavemente pero con firmeza.
-"Creo que sobrevivimos la primera discusión de pareja". Manuel rió con una carcajada y asintió estando de acuerdo. "Aunque era para antes de empezar a salir, pero bueno, menos mal que pasó ahora y no después".
-"Sólo para que lo sepas, te quiero yo también, pero estoy asustadísimo, no sabés". Mateo le sonrió y lo abrazó murmurando que era suficiente.
Bajaron a almorzar, estaba el padre de Mateo con su hijo menor, ya estaban comiendo, lo saludaron amigablemente y se sintió al principio incómodo. ¿Pedro sabía sobre su hijo? ¿Aceptaría su relación? ¿Había esperado que su hijo llevara a alguien mejor?. No quería sobreanalizar las cosas, pero quería la aprobación de quien en teoría era su suegro.
En ningún momento Mateo tomó su mano, lo besó o algo parecido, no le había dado una segunda mirada en toda la tarde, pero suponía que era porque Pedro no sabía, así que apenas tuvo la oportunidad, se excusó con que debía irse. El menor lo acompañó como aquella vez anterior hasta la salida, pero en vez de quedarse ambos en silencio, expectantes, Mateo tomó su rostro con ambas manos y lo besó, largo, lento, seguro. Manuel abrazó su cintura y sonrió en medio del beso, logrando la misma reacción en su chico. Luego de algunos otros besos, se fue.
______________________________________Estoy editando esto medio dormida, así que ahí ta.
ESTÁS LEYENDO
Domésticos - Trueplik
Fanfiction- Manuel cree que le gusta Mateo. - Manuel reconoce que le gusta Mateo. - Manuel disfruta de que le guste Mateo.