Domésticos - Trueplik

22

Estaba cansado del maltrato de sus padres hacia él, si lo merecía o no, no lo sabía, pero no iba a aceptarlo más, quería irse de ahí, y eso fue lo que le dijo a su amigo apenas atendió su celular. Casi sin hacerse entender debido al llanto, le explicó un poco la situación.

-"¿Puedo ir? ¿O podés salir?".

-"No, ninguna. No sé qué hacer...".

-"Hacé una cosa, agarrá tu ropa y tus cosas y te voy a buscar, ya fue, no te podés quedar ahí".

-"Pero... ¿Y mis hermanos?". Llamó a su amigo para saber si tenía que ir buscando un lugar para quedarse, no para que lo incite a irse de su casa.

-"¿Qué tienen? Ellos están bien ahí, los tratan bien".

Eso le causó un ligero dolor en el pecho, porque sabía de esa diferencia entre él y los menores.

-"¿Y a dónde voy?... Tengo que conseguirme un laburo, algo". No tenía ni siquiera ahorros, todo lo que alguna vez juntó, desapareció una vez, no se animó a preguntarle a sus padres por qué se lo sacaron, porque estaba seguro que fueron ellos.

-"Venís a mi casa, ¿a dónde pensabas ir? Después vemos lo del laburo, no importa eso ahora. Dale Manu... Salí de ahí, mandalos a la mierda". Valentín sonaba algo enojado, como si tuviese bronca acumulada.

Por su parte Manuel limpiaba silenciosamente su rostro mojado por las lágrimas. Obvio que quería irse, le daba miedo y necesitaba el empujón.

-"Pero... Ahora no. Mañana, mañana te hablo y voy". Quería poder abrazar un poco más a sus hermanos, no sabía si iba a terminar todo en una pelea o iba a irse bien, así que quería poder despedirse de ellos.

-"Dale, sí, yo te voy a buscar a la mañana, vos avisame... Estoy muy contento de que te vayas de ahí, en serio". Se notaba lo feliz que estaba por el tono de su voz y a pesar de que él también lo estaba, el miedo era un poco mayor.

Se despidió prometiendo mandarle un mensaje y después de pensar por un rato dónde carajo iba a meter todas sus cosas, empezó a separar todo lo que pensaba llevarse. Iba a ser una noche larga y algo angustiante.
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Se hicieron las 7 de la mañana cuando hubo terminado de ordenar todo lo que pensaba llevarse, Valentín iba a tener que venir a buscar la mitad de las cosas y probablemente necesiten de ayuda de alguien más, no pensaba dejar nada de lo que era suyo ahí, sabía que no volvería a ver ni un buzo si se lo olvidaba.

Esperó sentado en su cama, tenía todo listo, varias mochilas armadas con cosas importantes y una gran cantidad de bolsas con ropa. No había dormido nada, estaba estresado, con sueño, ansioso, también tenía algo de miedo; pero algo le sonaba esperanzador al irse de una vez por todas de ese lugar.

Tiempo después empezó a escuchar ruidos, supuso que todos ya estaban levantándose así que salió de la habitación y se sentó en la cocina, le escribió a su amigo para que vaya con alguien a ayudarlo a llevar sus cosas y cuando todos estaban sentados a la mesa desayunando se dio el gusto de bromear con sus hermanos, de realmente disfrutar el momento. Veía que su madre le daba miradas curiosas, por lo general luego de una pelea con ellos se sentía mal por días, como si tratara de esconderse en su propia casa porque sentía que molestaba, pero ya no iba a estar ahí para la próxima comida familiar, así que no importaba.

Recibió un mensaje de Valentín diciendo que estaba con un amigo, pasaban a buscarlo con el auto de él, así que cuando vio el momento, con los nervios revolviéndole el estómago pidió permiso para levantarse. Cómo pudo bajó todas sus cosas y esperando que nadie pasara a robarle, abrió la puerta y las sacó. Ahora tenía que hablar con sus padres, así que los llamó a la entrada de la casa tímidamente, se sentía intimidado, pero quería irse lo mejor que podía, sino no habría chance de ver a sus hermanos otra vez.
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Al final nada había salido muy bien, Valentín había estado retándolo desde hace media hora, no se callaba, entendía que estaba preocupado pero necesitaba paz, pero no podía decirle nada, estaba en su casa y lo tenía desinfectado su labio inferior.

Tenía muy vívido todavía el momento en que su padre le agarró el brazo con fuerza y él reaccionó asustado, así que lo empujó, y ahí recibió unos golpes que lo dejaron así, no era gran cosa, ni siquiera fue una pelea, los dos reaccionaron y ya, pero Valentín no paraba de retarlo.

Estaba muy agradecido con el mayor, pero preferiría caerle con esa cara a Mateo que probablemente iba a hacer mucho menos escándalo. Pero tampoco podía hacer eso, no había hablado todavía con su novio, ni siquiera le dijo que había peleado con sus padres o algo. Se había preocupado tanto que ni siquiera le dijo nada.

-"¿Me estás escuchando por lo menos?". Miró a su amigo unos segundos antes de negar con su cabeza. Vio que su semblante de molestia cambió a uno preocupado. "Qué te pasa?".

-"No le dije nada a Mateo".

-"Le vas a avisar?". Asintió mientras agarraba su celular para escribirle al menor.

'te puedo llamar?'.

Esperó unos minutos a la respuesta ajena pero en vez de recibir un mensaje, tenía una llamada entrante.

-"¿Qué pasó? Nunca me querés llamar".

-"Qué mentiroso, a veces quiero que hablemos por llamada".

-"Bueno, es un decir nunca, ¿pero estás bien?".

Se mantuvo en silencio unos segundos mientras miraba a Valentín que estaba ordenando algunas de sus cosas en la habitación en la que se iba a quedar a dormir desde ahora. Le daba vergüenza hablar con su novio con su amigo ahí, así que se levantó avisando que iba al baño.

-"¿Amor, estás bien?". La suave voz del menor le hizo remover algo en el pecho, estaba preocupado por él. Mordió suavemente su labio, y trató de tragar el nudo en su garganta.

-"Sí, sí... Me peleé con mis viejos nomás".

-"¿Qué pasó?".

-"Anoche se enojaron porque no dormí en casa y bueno... Estaban mis hermanos, no les importó que estaban ellos ahí escuchando todo".

-"¿Podés venir a mi casa? ¿Podés salir?".

-"No estoy en casa... Me llevé todo lo que pude".

Mateo hizo silencio por largos segundos y volvió a hablar con preocupación.

-"¿Dónde estás? Vení a mi casa, te quedas acá. ¿Te echaron?".

Se rió un poco ante la preocupación ajena, no porque le causara gracia, sino que peleaba por el puesto al más exagerado en esos casos junto con Valentín.

-"No me echaron, me fuí. Me vine a vivir por ahora con Valen...".

-"... ¿Por qué no me avisaste anoche?".

No supo qué contestar, no sabía por qué no le había dicho nada hasta ahora pero pronto el menor volvió a hablar.

-"No te estoy reclamando, pregunto en serio, ¿te fuiste anoche o cuándo?".

-"No... recién vine, hace un rato. Perdón". No sabía por qué se disculpaba exactamente.

-"¿Por qué? Está bien que te hayas ido. ¿Ya te quedás con Valen?".

-"Sí, me está ordenando un toque la pieza".

-"¿Nos podemos ver hoy? Voy para allá, o venís vos, como quieras".

Hizo una mueca ante su preguntar, obvio quería verlo, pero no quería que él lo viera así.

-"Hoy no... Vemos mañana mejor o no sé, otro día". Algo en lo dicho por el mayor le hizo ruido, pero asintió con su cabeza aunque no podía verlo.

-"Dale, vos avisame. ¿Querés que te deje tranquilo así ordenas tus cosas?".

-"Está bien...".

-"Te amo, escribime cuando termines con todo eso".

Cortó la llamada y suspiró con pesar, quería mucho ver a Mateo, pero no así, con un labio partido y un golpe en el pómulo.
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Tuve un día tremendo, di lo tuyo Bart (comenten así me río).