Capitulo nueve.

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—Hola- gritó cerrando la puerta-.

—Hola Ben- sonrió Sofia mientras salía de la cocina-.

La joven vestía unos pantalones ajustados y una remera de encaje con un escote demasiado pronunciado, y sus típicos zapatos de taco.

—Te ves bien- beso su mejilla- ¿Saldrás?- la idea de ella en una cita o en alguna discoteca coqueteando con un hombre lo molestó por un momento hasta que escuchó sus palabras-.

—No, voy al trabajo- miró su reloj- y llegaré tarde.

—No crees que es...- ella alzó una ceja-. No lo sé.

—¿Muy atrevido?- observó sus zapatos-. Creo que está bien- se encogió de hombros-.

—Olvidalo, estas her- sonrió-. ¿A qué hora vuelves? ¿Quieres que pase por ti? ¿Te llevo?

—No hace falta, Joe dijo que puedo ir en su auto- tomó su bolso-. En cuanto a la hora, aun no lo sé. ¿Tal vez a las cinco?

—Bueno, cuídate.

—Nos vemos mañana- besó su mejilla-. Adiós Joe- gritó y salió por la puerta-.

Ben se quedó mirando la puerta, y Joe, quien salía de la cocina sonrió.

—¿Cuándo se lo diras?

—Mierda Joe, casi me matas del susto.

—¿Muy entretenido mirando su trasero?- bromeó-. ¿Cuándo piensas decirle?

—¿Decirle qué?

—Lo que sientes por ella.

—¿Qué hacías escondido?

—Estaba comiendo galletas que hizo Sofi- Ben comenzó a caminar a la habitación-. No evadas el tema Hardy- este rodó los ojos-. Vuelve aquí, tu y yo tenemos que hablar...

(...)

La noche había pasado bastante rápido, el bar se había llenado en un abrir y cerrar de ojos, por suerte los compañeros de Sofia eran rápidos y ágiles por lo que no tuvieron ningún problema. Ya era hora de cerrar, habían muy pocas personas pero ya abandonaban el lugar.
Sofia tenía que comenzar a subir los bancos en las mesas, fue entonces cuando un castaño se acercó.

—Sofia, ¿No?- ella lo miró confundida-. Soy Alex.

—Oh el hijo de Mike- el asintio-.

—¿Cómo estás? Intenté conseguir tu número, pero...- rascó su nuca-. Nadie me lo dió- ambos rieron-.

Sofia subió un banco y suspiró.

—Adivino, Gwil y sus amigos- el asintió-. Era mejor si tratabas con Laura o Tom. O simplemente me lo pedías a mi- se encogió de hombros-.

—La verdad te veías hermosa el día de la boda, no me animé a acercarme. ¿Tienes algo con Ben?- ella frunció el ceño y negó-. Lo siento, los ví muy... ¿Juntos?

—Oh no, solo somos amigos.

"Desgraciadamente" pensó ella.

—¿Quieres ayuda?

—No, está bien, gracias.

—¿Segura?- ella asintió subiendo otro banco-. Sabes...- captó su atención-. Quería saber si saldrías conmigo- ella lo miró-. ¿Una cita?- se mantuvo en silencio-. Solo si quieres...

—Si, claro que si- ambos sonrieron-.

—Sofia, deja de ligar- bromeó Paul, su compañero-. Ya es hora de cerrar.

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