Capitulo veintitres ~Rocky~

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Narra Sofia:

Solo faltaba una hora para salir del bar, hacía todo mi esfuerzo para sonreír y atender bien a los clientes, pero me era imposible, tenía un terrible dolor de cabeza que las pastillas no habían logrado calmar y sumado a eso, hoy había karaoke.
Karaoke + ebrios = desastre.

—Hola bonita.

Un idiota se acercó, había notado que me estaba mirando desde hace rato, era guapo, pero se notaba que era un egocéntrico y había intentado llamar mi atención varias veces haciendo chistes malos y riendo a carcajadas demasiado exageradas.

—¿Qué te sirvo?- intenté ser amable-.

—Tres cervezas y tu número- sonrió-.

Le entregué las cervezas y tomé los billetes, pero al instante me tomó de la mano, suspiré y lo miré a los ojos.

—Tengo novio, lo siento.

—Bueno, no soy celoso. Mi nombre es James.

—No gracias.

Me solté de su agarre y me alejé, pero noté que él seguía en el mismo lugar mirándome.

—¿Qué pasa?

—El idiota de por allá me está molestando- limpié mis manos y Elizabeth río-. Y ya no me queda mucha paciencia.

Negué y volví al ver a otro cliente, para mi mala suerte estaba de espaldas a mi y a su lado se encontraba el tal James.

—¿Entonces?

Abrí mis ojos ya cansada y exhale por la nariz apretando mis dientes.

—Dije que no gracias. No estoy interesada ni lo voy a estar, ahora, si me haces el favor de irte y dejarme hacer mi trabajo en paz, te lo agradecería mucho.

Quedó asombrado, tomó las cervezas, murmuró un "Lo siento" y se alejó. Acomodé mi cabello y cerré mis ojos por un momento.

—Bueno, ahora me da miedo hablarte.

Giré riendo y me encontré a ¿Ben?

—¿Qué mierda haces aquí?- ambos reímos-.

—Yo estoy bien, ¿Y tu?- me dió una mirada burlona-.

—Lo siento...

—¿Mal día?- se burló-.

—Hacía mucho tiempo que no tenía uno tan malo- hizo una mueca-. ¿No es algo tarde para estar aquí? Cerramos en treinta minutos- él sonrió-.

—Bueno, vine por mi agua- bromeó y yo reí-.

—Con hielo?- asintió-.

—Y además- dijo al recibir el vaso-. No respondiste mis mensajes ni mis llamadas.

—Lo siento- sonreí-.

—¿Por qué haces eso?

—¿Qué cosa?

—No finjas- rió- y no me mientas.

—¿La verdad?

—Si.

—¿La verdad verdad?

—Si- sonrió-.

—Yo- em- bueno- dibujé círculos en la barra con mi dedo-. Yo... me puse celosa al ver que se besaban y ver su vientre tan...- levanté mi mirada y lo vi sonreir- . Bueno, eso.

—Te sonrojaste- dijo aún sonriendo-.

—No me molestes- reí-.

—Me asombré al no verte, y luego cuando vi la ventana abierta- rió-. Gran idea, pero la próxima debes cerrarla.

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