Sofia rió al ver a Joe jugando con Jeffrey. Ya habían pasado casi dos años, el tiempo había pasado volando.
Ben y ella estaban más unidos que nunca y al fin todo estaba en paz, la relación no podía ir mejor, al principio había sido raro y difícil por Jeffrey pero no tardaron en acostumbrarse.—Que bello sobrino que tengo- dijo Joe mientras Jeffrey reía-. ¿Cuándo piensan tener uno propio?
—Joe- se quejó la castaña-.
—Solo bromeo, tranquila. Pero...
—Cierra la boca- rodó los ojos-. Aunque...
—Sofia- dijo sonriendo- ¿Es en serio?- se acercó-.
—No lo sé. No estoy segura- dijo algo nerviosa-.
—Pero...
—No digas nada, ¿Si? A nadie, por favor.
—Soy una tumba.
—Mas te vale.
—A mi no me hables en español latina loca- dijo ganando un golpe por parte de ella-. ¿Sabes a dónde te llevará?- negó-. Es lindo que hagan esto de vez en cuando.
Joe dirigió su atención de nuevo a Jeffrey.
Ben y Sofia salían una vez o dos al mes, para salir de la rutina, siempre iban a lugares diferentes, pero en su mayoría costosos. Los muchachos se turnaban para cuidar a Jeffrey aunque siempre peleaban por ver quién lo hacía. Joe abrió sus ojos como siempre lo hacía cuando una idea loca pasaba por su mente.—¿Ahora qué planeas José?
—Debes decírselo esta noche.
—Ya dije que no estoy segura.
—Entonces hay que sacarnos la duda- sonrió-.
(...)
Para sorpresa de la joven se encontraban en un restaurante sencillo para el gusto extravagante de Ben. La cena había sido como siempre entre risas, anecdotas, uno que otro chisme y coqueteos. La chispa de la pareja nunca se extinguía, y parecía que no iba a hacerlo nunca. Durante la cena Sofia había notado a Ben algo nervioso, y conforme más tiempo pasaba, más nervioso se veía.
—¿Estás bien?
Ben rió nervioso y asintió.
—Solo... Hay algo que quiero decirte- ella alzó las cejas de manera curiosa-.
—Yo también- él la observó esperando a que hablara. Tu primero.
—Bueno, ¿Por dónde empezar? Jamás encontré a alguien que me quisiera con todo, que encontrase en mi un motivo para quedarse, que aguantase mis defectos y que tapase con besos mis cicatrices. Que estuviese siempre firme y se quedase siempre a mi lado. Sé que no soy alguien perfecto y también sé que nunca lo seré, y me alegra que me aceptes aún así. Aprendí a disfrutar del silencio si estas cerca, descubrí que mis incendios se avivaban con tu ausensia y que tu vos alejaba mis tormentas.
—Ben...
—No, no- sonrió-. Solo, dejame terminar...
Ella asintió, sin palabras. Las personas a su alrededor comenzaban a prestar más atención a lo que ambos decía, en especial las palabras del rubio.
—La paciencia que tuviste fue mucho más que admirable si aguantaste de mi hasta lo inaguantable. Te fallé, te dañé y te quedaste, te miro y me admiras de la manera en que nunca nadie lo hizo. A pesar de todo siempre fuiste y eres mi sol en los días nublados. Te pedí mil veces perdón por las veces en las que te fallé y perdonaste mil y una sin pedir nada a cambio, me curaste las heridas cada vez que tropecé. Sigues estando aqui sosteniendo mi espalda demostrando cada día que eres tu la que me respalda, que eres tu la que me conoce y la que me guía. Eres tu la que me quiere como nadie más lo hizo o lo hará. Quiero ser aquella luz que te ilumine si andas sola y recordarte que eres hermosa incluso cuando lloras. Eres mi ancla, el amor de mi vida, el aire que respiro, me has hecho tocar el cielo estando vivo...
Sofia sonrió con lagrimas en sus ojos mientras él cotinuaba jugando con sus dedos. Sentía que cada herida del pasado, cada problema que habían tenido, se habían esfumado y que todo lo vivido había valido realmente la pena. Se encontraba frente al hombre de su vida, ese que había esperado por mucho tiempo, por el que había llorado y anhelado demasiado.
—Mierda, ¿Eso fue demasiado cursi?- la castaña negó dejando escapar una pequeña risa-. Menos mal, porque aún no he terminado- ambos rieron junto a las personas a su alrededor-. Quiero pasar el resto de mis días contigo, construir una familia y envejecer a tu lado- finalmente se arrodilló frente a mi abriendo la pequeña caja de terciopelo azul-. Me he dado cuenta que siempre has sido tu, y solo tu la dueña de mi corazón y de mis pensamientos. Asique... ¿Sofia Díaz, me harías el hombre más feliz del mundo y te casarías conmigo?
—Si, por supesto que si Benjamin- el rubio sonrió y deslizó el anillo en el dedo de su ahora, prometida-. Es hermoso, te amo tanto- dijo entre sollozos-.
—Te amo demasiado bebé- besó sus labios y las personas alrededor aplaudieron volviendolos a la realidad-. ¿Ahora, qué era eso que querías decirme?
—Estoy embarazada- dijo entre pequeñas risas por los nervios-.
—Tu... yo...- ella asintió-. ¿Voy a ser papá? No puedo creerlo.
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Hola amores, primero que nada quiero pedir disculpas por tardar tanto en actualizar, la verdad que ya no se me ocurría nada para un nuevo capitulo y estaba por cancelar todo.
Pero vi que la historia tenía tantas vistas que dije, hay que seguirla, además de que una amiga me animó a hacerlo.♡
Asique bueno, vamos a darle de nuevo, aunque ya casi estamos por llegar al final... ♡╚══════❀✿❀══════╝
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Only You
Romansa"Si no le dices lo que sientes, va a encontrar a otra persona que le dira todo lo que queria oír de ti"