Capitulo treinta y cuatro.

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Sofia:

Es difícil escribir esto, para cuando lo leas claramente no voy a estar aquí, es con el único proposito con el que escribo esto, entre otras cosas. Tal vez viva, tal vez no. Por como marchan las cosas, las probabilidades de vivir creo que son pocas. Los doctores hablan de que estoy a salvo y no habrá otra emorragia, pero lo he pensado tanto que tengo miedo de que pase algo... en fin.

Lo cierto es que no sé cómo comenzar, no te conozco bien pero sé que eres una persona adorable, desde el día en que te conocí noté que eras una persona agradable y encantadora.

Sé que no tienes la mejor relación con tu madre, lo siento, quería que Ben dejara de pensar en mi estado y que hablara de cualquier cosa, resulta que solo habla de ti, aunque no me sorprende. Pude notar cuánto te ama, de hecho, lo sabía hace demasiado.
Me gustaría que fueras la madre que nunca tuviste, o la que yo nunca tuve, porque aunque no lo parezca de pequeña nunca tuve a mi madre tan presente como me hubiese gustado.

Confío en que vas a cuidar de Jeffrey, lo sé, es algo chocante y extraño que te esté pidiendo esto, ademas de que es una gran responsabilidad, pero, Ben te ama y sé que estar contigo es lo que más quiere, y puedo notar que tu también quieres eso.
Por favor enséñale a mi pequeño a hablar en español, enséñale todo lo que puedas, sé cuanto odia Ben el español y cuanto se desespera cuando le hablas y él no entiende nada, creo que sería algo lindo que tu y mi pequeño lo molesten con eso. Además de que sería algo hermoso y único que solo ustedes dos compartirían. Enséñale a ser un buen hombre, confío en ti y en Ben, y confío en que lo harán. Sé que amaras a mi bebé como nadie y que no era necesario que yo te lo pidiera. Protegelo, protegelo de todo mal, enséñale todo lo que puedas y apoyalo en todas sus decisiones.

Lamento todo lo que ocasioné, las peleas y que tu y Ben hayan estado tan alejados, no sé en qué pensaba.
Sé también que nunca tuvimos la oportunidad de hablar adecuadamente luego de que mi relación con Benjamin terminara. Pero supongo que todo está en paz, y si no es así, en serio lamento todo, espero puedas perdonarme.

Nunca podré agradecerte lo que hiciste por mi y por mi bebé, a pesar de todo, no dudaste en ayudarme.

Melody

Sofia secó sus lagrimas y observó a Ben que le daba la espalda mientras cocinaba, hizo todo lo posible por calmarse y guardó la carta de nuevo en el sobre.
Se había tomado su tiempo para leerla, no quería hacerlo en el momento en que Ben se la entregó, no se sentía lista, habían pasado casi cinco semanas desde que sabía de la existencia de esa carta.
Ben giró limpiando sus manos, sonriendo orgulloso por cómo marchaba la cena, pero al instante su sonrisa se borró, preocupado se acercó a la castaña, que definitivamente no había disimulado bien su llanto. Al estar frente a ella tomó su cara entre sus manos.

—¿Bebé estás bien?

Ella asintió levemente y él suspiró, giró para mover las cosas del fuego y agarró la mano de la chica para luego guiarla al sillón, se sentó con ella sobre sus piernas y la abrazó.

—¿Qué pasa? Hace unos minutos estabas bien.

—La carta.

—¿La leíste?- ella asintió y apoyó su cabeza en su hombro-. ¿Quieres hablar al respecto?

—No sabría que decir.

Aclaró su garganta intentando que en nudo desapareciera, mientras Ben suspiraba y comenzaba a acariciar su espalda intentando calmarla, ella cerró los ojos pasando sus manos por la cintura del rubio.

—Basicamente me pidió que hiciera lo que estoy haciendo.

—¿Qué?- preguntó curioso y confundido-.

—Cuidar y amar a Jeffrey.

En ese instante Ben la abrazó con un poco más de fuerza y rió levemente, ambos permanecieron un momento en silencio, solo abrazados. Pensando en muchas cosas y disfrutando el momento juntos.

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