Capitulo catorce

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—Sofia- dijo sorprendido-.

—No es un buen momento- susurró-.

—Tengo algo que decirte, no va a tomar mucho tiempo.

—Pero no es un buen momento- repitió-.

—Ben, la verdad es que...

—¿Sofia?

Sofia dirigió sus ojos a la chica detras de Ben. Melody se veía algo molesta, en ese momento Ben se puso nervioso.

—Hola- sonrió-. Siento venir así es que...

Se quedó muda al verla con las mejillas humedas y los ojos rojos.

—Si- rascó su nuca-. No es un buen momento.

—Te lo dije- susurró Ben-.

—Lo siento, los dejo continuar.

—Si gracias- dijo ella acercandose a la puerta-. Ben te llama más tarde- le cerró la puerta en la cara-.

—¿Gracias?

Caminó por el pasillo y se detuvo a esperar el ascensor, su celular vibró nuevamente pero lo ignoró.

—¿Qué pasó? ¿Viste un fantasma?- preguntó Joe apenas vio a su amiga acercarse con una expresión difícil de descifrar-.

—Te dije que no era una buena idea.

Joe la miró confundido apoyado en su auto, por su parte ella alzó sus manos y negó, no tenía ganas de explicar nada, además su turno en el trabajo empezaba en una hora y no pensaba ir de vestido.

—¿Nos vamos?- el sólo asintió-.

(...)

—Entonces...

—¿Podemos hablar de eso en la noche? ¿O mañana? Debo ir al trabajo.

—Claro...

Sofia miró por la ventanilla todo el camino, era obvio que todo había salido mal, podía notar que Joe se sentía culpable. Al llegar a su casa y entrar, solo lo abrazó por la cintura.

—Lo siento mucho bebé- besó su cabeza arrepentido-.

—No es tu culpa- dijo con su cara en su pecho-. ¿Cómo podías saber que Melody estaba ahí?

—¿Melody estaba ahí?- se separó un poco para mirarla a los ojos-.

Ella asintió e hizo puchero, Joe la abrazó de nuevo, esta vez más fuerte.

—Debo ir al trabajo.

—Lo sé, dejame abrazarte un poco más. Me siento culpable por hacerte ir a la fuerza y que todo saliera mal.

—No importa.

Su celular vibró nuevamente, seguramente era Lucy, pero aún no quería hablar al respecto, Joe besó su cabeza una vez más.

—Te amo- susurró-.

—Y yo a ti José- soltó una risita-.

Se alejó y subió las escaleras, ella por su parte fue a la cocina a tomar agua y luego subir a cambiarse, debía ir a la librería a cubrir a una compañera que estaba de licencia por maternidad, por lo que haría doble turno.

El resto del día pasó de la manera más tranquila, no hubo muchas ventas, sus compañeros habían hablado un poco con ella, lo cual era genial, ya que se conocían hace poco.
Al volver a la casa notó que Joe no estaba, tomó una ducha y se preparó para ir al bar, sería una noche larga, como cada sábado.
Mientras esperaba el taxi decidió revisar sus mensajes. Ya que había olvidado el celular en casa y no lo había llevado al trabajo.

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