Capitulo veintiuno.

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—Oh, no eres Joe.

—Antes de que digas otra cosa, o me cierres la puerta en la cara. Quiero que sepas que lo lamento, en serio lo lamento mucho, nunca fue mi intención meterte en problemas. Mucho menos que perdieras el trabajo por mis estupideces. Solo... ¿Escuchame si? Tengo muchas mas cosas para decir, cosas que explicar. Por favor Sof.

Ella recordó las palabras de Joe y terminó accediendo.
Se hizo a un lado y él entró rápidamente como temiendo que ella se arrepintiera, se sentó en el sofá esperando que ella lo siguiera, pero contrario a eso, permaneció parada de brazos cruzados.

—Bien- suspiró-. ¿Por dónde empiezo?- rió-. Yo- jugó con sus dedos-. Lo lamento, ¿Si? Estos últimos meses me he comportado como un idiota, no merecías que te tratara como lo hice.

Sofia se sentó frente a él riendo, recibiendo otro suspiro de su parte, se notaba que estaba muy nervioso. Aclaró su garganta y la miró a los ojos.

—Dije cosas que en realidad no pensaba o sentía, y me arrepiento mucho. Solo quiero que sepas que estoy feliz de que hayas llegado a mi vida, feliz de haberte conocido. Eres una persona tan dulce y alegre, la más dulce- sonrió-. Lo cierto es que no sé por qué dije todas esas cosas, porque nada es verdad, supongo que fue un acto de cobardía, por sentir cosas que no quería sentir. Me encontraba... me encuentro- corrigió-. En un momento en el cual no sé en dónde estoy o qué debo hacer. Simplemente me siento perdido, tengo tantas cosas en mi mente, y... no lo sé. Es tan difícil expresarme cuando te tengo frente a mi con esa mirada tan seria y fría. Nunca te vi así, siempre estas sonriendo y ahora-

—Intento procesar todo lo que me estás diciendo. ¿Qué esperabas? ¿Que llegarías y yo saltaría a tus brazos y diría que todo está bien?

—Bueno... algo así- ella alzó una ceja-. No, no tan así- la castaña soltó una risa sarcástica-.

—¿Entonces? Lo siento, pero esto no soluciona las cosas. No soluciona el hecho de que me hayas tratado de esa manera. Las palabras que dijiste, siguen doliendo. Y no las olvidaré de un momento a otro. No es la primera vez que me tratas de esa manera y comienzo a hartarme.

—¡Dijiste que me amabas y acababa de enterarme de que iba a ser padre!- ella alzó sus cejas asombrada-.

—¿Y cómo iba a saberlo? Perdón pero no tengo una bola de cristal Benjamin. No puedo predecir el futuro, sería genial, pero no, no tengo ese don. Insististe en saber qué quería decir, ¡A pesar de que no quería hacerlo! Y silencio fue todo lo que recibí de tu parte.

—¿Y cómo iba a saber que dirías eso? ¿Qué querías que dijera?

—¡Meses más tarde te veo y me ignoras! ¡Para luego decirme todas esas cosas!

—¡Ya dije que no era mi intención!

—Pero las dijiste, las dijiste Ben y creeme,no fue fácil escuchar todo eso.

Ambos gritában cada vez más fuerte. Sofia se levantó del sofá.
Permaneciendo en silencio unos segundos, dando vueltas en la sala intentando calmarse y pensando qué podría decir.

—Yo solo- suspiró-. Ya no quiero pelear más, no estamos llegando a ningún lado, creo que lo mejor sería que te vayas.

Ben la observaba en silencio.

—Lo siento- dijo de repente-. En serio lo hago.

—Cuatro meses, cuatro meses para disculparte, de todas las maneras posibles. Te habría perdonado sin pensarlo ni un segundo, pero en lugar de eso solo desapareces y meses después vienes a mi trabajo y armas una pelea.

—¡Nunca fue mi intención armar una pelea! ¿Cuántas veces tengo que decir que lo lamento?

—Ese no es el punto Benjamin!

—¿Y entonces cuál es? ¿Qué quieres que diga? ¡Vamos, dime! Dime y lo diré, quiero que me perdones, quiero a mi amiga de vuelta.

Ella se dió un golpe mentalmente. Tan estúpida que seguía pensando que había una posibilidad de que le dijera que la amaba. Pero no, ni sus sentimientos ni nada cambiarían el hecho de que él sería padre y que en realidad amaba a alguien más.
Ben se levantó y se acercó a ella, mirandola a los ojos, sentía su cuerpo temblar y su molestaba no poder controlarlo. Internamente estaba llorando, gritando y pataleando, se sentía demasiado mal. Y se sentía muy agotada, mental y físicamente.

—¿Quieres que te perdone? Bien, te perdono- Ben frunció el ceño-. Si eso deja tu conciencia tranquila. Te perdono por todo- dijo ahora más tranquila-. Pero las cosas no seran como antes.

—Sofia yo...

—Además, lo único que hacemos es pelear y eso nos hace demasiado daño.

—No es mi intención.

—Ya lo has dicho Ben, tampoco es la mía, pero son cosas que pasan- se encogió de hombros-. Y tranquilo, no me despidieron, solo me dieron una advertencia.

—Pero...

—Aunque no creo que te dejen pasar de nuevo, y si lo hacen, solo te serviré agua- ambos sonrieron-. Todo está bien, ¿Si?

—Bien.

—Olvidemos todo.

—Te amo Sofi, prometo comportarme como una persona civilizada- rió levemente-.

—No te creo, pero ya veremos.

Se dimos un rápido abrazo y él la miró a los ojos mientras abría la puerta.
Aunque ambos sabían que nada estaba bien, que no habían resuelto nada. Parecía más un pretexto para dejar de pelear, al menos por el momento. Hasta verse de nuevo.

—Ben- lo detuvo-. Joe me dijo que la noche en la que llegaste a su casa, fue porque tuviste una pelea con Melody- él asintió-. No te molestes con él, pero dijo que te preguntara...

—¿Por qué?- ella asintió-. Por ti.

—¿Qué?

—Dijo algo de que mis sentimientos hacia ti son demasiado obvios y que la hago ver como una idiota.

Ella permaneció en silencio, ésta vez no sabía qué decir. Intentó tomar su mano pero de todos modos él se fué.

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Joseph❤

Puedes venir?????

Ahora?

Si Joe
Te necesito.

En diez minutos estoy allá.
Llevo algo?

Helado?

Claro.

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