Only You

Capitulo treinta y dos.

Sofia despertó sin Ben a su lado, otra vez, dió vueltas en la cama esperando algún llamado o mensaje.
Se tomó su tiempo para prepararse, no sentía ganas de salir pero quería verlo y además quería saber cómo seguían Melody y el bebé.
Ya en el hospital vio a Ben en el pasillo mirando un punto fijo con una señora llorando hablando por celular. Se acercó rápidamente, preparada para lo peor.

—Ben- él giró a verla, sorprendido- ¿Qué ocurre?

—Ella- su voz se quebró-.

—Lo siento tanto Ben.

Se levantó y la abrazó fuertemente, tanto que por poco la deja sin aire.

—No puede ser. ¿No iban a notarlo? ¡Prácticamente la dejaron morir!- la señora sollozó-.

Ben suspiró intentando calmar sus sollozos, Sofia sintió un escalofrío en su espalda y un nudo en la garganta.

—Siento no haberte llamado.

—Ey- tomó su rostro delicadamete para que la mirara-, está bien. Siento preguntar, pero, ¿Qué pasó?

Ben escondió su cara en el cuello de la castaña, lucía como un niño pequeño.

—Tuvo otra hemorragia que no notaron. Cuando la trataron fue algo tarde. Horas después un coágulo... se desplazó por el torrente sanguíneo... o algo así. N-no recuerdo bien, yo.

—Ya, mi amor- besó su cabeza- siento haber preguntado.

Un hombre se acercó a la señora y ambos lloraron, Ben se aferró más al cuerpo de su novia parando un poco sus sollozos, ella secó disimuladamente sus lagrimas y acarició la espalda del rubio en un intento de que se calmara.

—Y...- suspiró- ¿Y el bebé?

—Él está bien.

(...)

—¿Día largo?

—Demasiado, el peor.

—Sabes que puedes ir a casa si quieres.

—Estoy bien- dijo Sofia y continuó limpiando la barra-.

—¿Segura?- ella simplemente asintió-. Últimamente estás teniendo unos días muy difíciles, ¿No?

—Prefiero no hablar de eso.

—Está bien, lo lamento.

—Está bien.

—Recuerda que puedes tomarte unos días de vacaciones. Sea lo que sea aquí nos tienes para ti, para lo que necesites. Que sea tu jefa no significa que no me preocupe por ti cariño.

Luego de un corto abrazo y un pequeño "gracias", Sofia continuó con su trabajo, las horas habían pasado rápidamente, la noche de karaoke la había animado un poco y los tragos que los clientes le habían invitado mucho más.
Al llegar al departamento se quitó sus zapatos y los dejó a un lado de la puerta. Cuando llegó a la habitación vió la silueta de Ben e la cama, se recostó a su lado, para luego abrazarlo y finalmente dormirse.

Un llanto desgarrador los hizo despertar a ambos, haciendo que la castaña cayera de la cama. Asustada se sentó y escuchó a Ben reír. Algo confundida se levantó y encendió las luces, al instante se paralizó al verlo con un bebé en brazos.

—Benjamin- se quejó-.

—Sorpresa- sonrió inocentemente-.

—Casi muero del susto, idiota- Ben volvió a reír-. No es gracioso amor- llevó su mano a su pecho-.

—Lo siento- sonrió y se acercó-. Dile hola a Jeffrey.

—¿Jeffrey?- asintió-. Es identico a ti- dijo asombrada y él rió-. Es hermoso.

—Gracias. ¿Quieres sostenerlo?

—¿En serio?

—Si- ella asintió efusivamente-.

Ben sonrió ampliamente mientras le entregaba al pequeño, cuando al fin lo tuvo en sus brazos acomodó su ropa y no pudo evitar sonreír.

—Hola Jeffrey- besó su mejilla-.

—Quería sorprenderte- rascó su nuca-.

—Y vaya que lo hiciste. Es una hermosa sorpresa- besó sus labios rápidamente y volvió su vista a Jeffrey-.

—Veo que tienes un don- dijo mirando al bebé durmiendo-. Tardé como una hora en que se durmiera y a ti sólo te tomó dos minutos. Increíble.

—¿Lo siento?

—Me siento traicionado- bromeó-.

—Bien creo que...

—Espera- la interrumpió y buscó su celular-.

—¿Qué haces?

—Quedate así.

—Oh no, Ben. Por favor, estoy despeinada, estoy hecha un desastre.

—Es la primera vez que lo sostienes- se quejó- por favor- hizo puchero-.

—Bien, tu ganas. Pero apurate, antes de que me arrepienta.

Mientras escuchaba a su novio reír dirigió observó al pequeño dormir plácidamente e inconscientemente sonrió, luego escuchó el sonido del celular acompañado por el flash. Acarició la mejilla de Jeffrey aún sin mirar a Ben, miles de preguntas cruzaron por su mente en menos de un minuto. ¿Un bebé en su vida? ¿Cómo iba a influir en su vida? ¿Cómo se sentía Ben? Porque, no me demostraba estar triste, pero tampoco estaba en ese estado de euforia con el que siempre estaba. Era algo intermedio, algo entendible, ella tampoco estaba al 100% y no era alguien cercano a Melody. Pero no se animaba a preguntarle nada, aunque intentaría descifrarlo y ayudarlo en lo que me fuera posible. Por el momento todo iba bien, pero eso a penas comenzaba.

—¿Te parece si dormimos?

Ben tocó su hombro sacándola de sus pensamientos, ella lo miró y él le sonrió, la castaña asintió y dejó al pequeño en su cuna, no sin antes besar su frente. Lo arropó y volvió con Ben que la observaba desde la cama.

—¿Qué?- se sentó en su regazo-.

—Nada- sonrió-.

—Bueno, a dormir mi amor.

—A dormir princesa- la abrazó y se tiró de espaldas en la cama- gracias por todo Sofi.

—Ben- suspiró-, ya te dije que no tienes nada que agradecer.

—Lo sé, lo siento- rió y la besó-.

Ambos de acomodaron y finalmente se durmieron abrazados el resto de la noche. Ella sólo esperaba que Jeffrey los dejara dormir y que no tuvieran que pasar por la "pesadilla" que la mayoría de las personas pasan al tener un bebé. Sólo esperaba poder dormir a gusto los siguientes años.