Only You

Capitulo treinta.

El camino al departamento de la pareja fue silencioso mientras que Sofia miraba por la ventana del auto y Joe la observaba de reojo algo preocupado. Por suerte, en medio del trayecto ella cayó dormida.
Al llegar Joe tuvo que despertarla, al abrir la puerta ella fue directo a la habitación con él siguiendola de cerca.

—Sofi, hablame.

—No sé qué decir.

—¿Que tal si me cuentas que es lo que pasa por tu mente en este momento?

—No lo sé, estoy cansada, triste y enojada conmigo misma. Y el hecho de que por poco no contesto la llamada, simplemente...- se encogió de hombros-.

Joe suspiró y se acostó a su lado, la tomó suavemente del brazo y la obligó a acercarse a él.

—¿Enojada contigo misma?

—Es que... no sé como explicarlo- lo abrazó-.

—Inténtalo, intentare entenderte- rió levemente-.

—Siento que Ben me dejará por Melody- enterró su cara en su pecho-. Después de todo, es con ella con quien tiene un hijo, tal vez se de cuenta de que cometió un error al dejarla. O si se siente culpable por lo ocurrido...

—Oh, vamos Sofi- jugó con su cabello-.

—Y estoy enojada conmigo misma por pensar en eso. Por pensar que no soy suficiente para él, y por estar haciendo esta estúpida escena.

—Cariño, Ben está enamorado de ti, ¿Sabes cuánto tiempo esperó para poder estar contigo? Incluso sabiendo lo que podía llegar a pasar él te eligió, te esperó y ahora sigue aquí contigo. Cada vez que lo veo, o que hablamos, eres lo primero que menciona.

—¿En serio?

—Si cariño, pero eso debes hablarlo con él. Cuentale, estoy seguro que le gustaría escucharlo y aclarar todas tus dudas.

—Gracias Joe, lamento ser tan idiota a veces.

—No importa mi amor, así de idiota te amo- dijo ganandose una sonrisa por parte de la castaña-. Tu duerme, ¿Si? Ha sido un día demasiado largo.

Sofia asintió y volvió a acurrucarse a su lado.
Las horas pasaron rápidamente para ambos, ella durmiendo y él mirando una pelicula.
Sin sabes cuánto tiempo había dormido Sofia despertó al sentir la falta de peso causada por Joe que se levantaba de la cama lentamente, él giró para confirmar que no la había despertado sin saber que ella pretendía seguir durmiendo.
Joe salió rápidamente de la habitación, para hablar con Layla, que estaba preocupada tanto por su amiga como por la desconocida y el bebé. Al volver a la habitación se encontró a su amiga boca abajo durmiendo placidamente. Sonrió acercandose y recostandose a su lado.

Horas más tarde Sofia volvió a despertar, esta vez por el peso cayendo a su lado, giró para quedar frente a Joe, pero algo la sorprendió, no era su perfume el que sentía sino el de Ben.

—¿Joseph?

—Se fue amor.

—Ben- dió un suspiro-.

—Así es. Lamento haberte despertado.

—No importa- lo abrazó-.

—¿Cómo estás?- su preocupación era evidente-.

—Estoy bien, ¿Y tu? ¿Pudiste verla?

—Si, estoy bien amor. Y no, no pude, su estado es complicado y aún no ha despertado- ella asintió-. Lamento que hayas tenido que pasar por eso sola.

—Amor, no tienes que lamentarte nada, ¿Cómo ibas a saber que iba a pasar eso? La fecha de parto era en dos semanas. Tu no tienes la culpa de nada.

—Lo sé, pero aun así, no me parece justo.

—Basta- lo interrumpió- no pienses en eso, ya pasó, todo está bien.

—Lo siento- besó su frente- Joe dijo que tienes algo que decirme.

—Voy a matarlo.

—¿Por qué?

—No importa.

—¿Entonces? ¿Qué es lo que tienes para decirme?

—En realidad no era algo urgente, podemos hablarlo en la mañana.

—No- rió levemente-. Quiero escucharlo, vamos.

Ben juntó sus manos para entrelazar sus dedos con los de la castaña y besar su frente otra vez.

—No quiero que creas que todo va a ser difícil y que te arrepientas de estar conmigo.

—¿Arrepentirme?

—Si.

—¿De estar contigo?

—Si.

—¿De qué hablas amor? ¿Arrepentirme de estar contigo? ¿Por qué lo voy a hacer?

—Porque las cosas seran algo complicadas.

—Sabíamos que iba a ser complicado. Nadie dijo que sería fácil. Está Melody, Alex que aunque esté lejos también está- ambos rieron- tu madre... y van a haber más problemas, eso lo sabemos, ¿No?

—Si.

—Sabíamos que iba a ser así. Lo importante somos nosotros, porque nosotros importamos, queremos estar juntos, nos queremos, ¿No es así?

—Si claro.

—Bien, creo que eso es lo que importa. Queremos seguir adelante, ¿No?

—Por supuesto.

—Entonces no te preocupes por nada más. Esperé mucho para poder estar contigo, no te librarás tan fácil de mi- bromeó-.

—Ni tu de mi.

—Perfecto, porque no me quiero separar de ti nunca.

Ambos rieron nuevamente, ella se acercó y besó sus labios.

—Duerme, ¿Si? Deja de preocuparte por cosas sin sentido- ella rió algo avergonzada-. No iré a ningún lado, lo prometo...