Capitulo veinticuatro.

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Miró mis labios y luego volvió a mis ojos, llevó su mano a mi nuca y sonrió acercandose lentamente...

—No, no puedo.

Fue lo único que salió de mi boca en ese momento. Ben me miró confundido, cerré mis ojos con fuerza y agaché la cabeza.

—No puedo hacerle eso a Alex, y tu... a Melody- me encogí de hombros-.

—Mierda- se oía algo molesto- tienes razón. Pero solo por la parte de Alex.

Se levantó y aún con mi vista en mis manos sentía sus ojos sobre mi.

—Sofi, mírame por favor.

Se arrodilló frente a mi y tomó mis manos, mordí mi labio y levanté mi vista.

—Amor, no voy a obligarte a nada, ¿Si?- sentí mi corazón acelerarse y una sensación de "mariposas" en mi estomago-. Me arrepiento tanto de no haberme dado cuenta antes de lo que siento por ti.

—Ben.

—No, por favor, dejame terminar, odio el hecho de que todos se hayan dado cuenta de que aún sentía algo por ti, incluso Melody. Ese día que hablamos y tu huiste de mi departamento.

—La besaste.

—Si y no- levanté una ceja-. Ella me besó, no sé porqué lo hizo. Luego de hablar un rato, me dijo que siempre había sabido sobre mis sentimientos hacia ti. Y que era muy estúpido de mi parte no reconocer que estoy enamorado. Dijo que me dejaría ser feliz, que no me quería atar, que aun así, podría ver al bebé.

—¿De eso querías hablar?- asintió-.

—Parecía una persona completamente diferente, no gritó, no hizo berrinches como una niña pequeña, se comportó como una mujer adulta por primera vez desde que la conocí. Y creo, que por eso estoy aquí, por eso fui al bar y... no lo sé. Si me dejas, puedo hacerte muy feliz, podemos comenzar de cero, sin nadie por quien preocuparnos, solo tu y yo.

—Ben yo...

—No tienes que responder ahora, ademas, se que esta Alex en medio también. Pero, solo piénsalo, ¿Si? Piénsalo y luego hablaremos al respecto. Sé que lo único que hacemos es pelear, pero podemos mejorar en eso. Prometo ser el hombre que mereces, ser mucho mejor de lo que mereces o esperas. Solo... dame la oportunidad. Sé que tendría que haber dicho todo esto hace mucho tiempo, sé que te hice esperar y sufrir demasiado, y me arrepiento demasiado por eso.

Me quedé en silencio mirándolo a los ojos, con su brillo, ese verde tan hermoso, me sentía atrapada, sentía mi corazón que seguía latiendo muy rápido y en ese momento solo quería abrazarlo, pero me contuve, me dió una pequeña sonrisa y levantó sus cejas esperando una respuesta de mi parte.

—Bien- apretó mis manos- pero tengo que hablar con Alex- sonrió-.

—¿En serio?- asentí-. Cariño, no te arrepentirás de esto, lo juro.

—Eso espero.

Besó mi frente y me hizo levantarme para abrazarme.

—Bien, te dejo descansar.

Caminó a la puerta pero tomé su mano, giró y me sonrió algo confundido.

—Quédate, ¿Por favor?

—¿Segura? ¿Y Alex?

—Está en casa de sus padres, vuelve en dos días.

Asintió y luego de apagar las luces nos dirigimos a mi habitación. Nos acostamos y mientras él jugaba con mi cabello hablábamos y reíamos de cualquier cosa. Esa noche dormimos abrazados por primera vez, me sentía feliz y protegida en sus brazos, su perfume me encantaba.


La mañana siguiente desperté e intenté estirarme como de costumbre pero unos brazos a mi alrededor me lo impedían, recordé lo ocurrido en la noche y abrí los ojos topandome con el pecho de Ben, levanté la vista y él ya estaba despierto observándome.

—Buenos días cariño- sonrió-.

—Buenos días Beni.

Una sonrisa boba se asomó y el me guiñó un ojo logrando ruborizarme por lo que rió levemente.

—Sofi- abrí los ojos como platos al escuchar a Joe-. ¿Estás despierta?

—Mierda- reímos-.

—¿Llegó tu esposo?- bromeó-.

Solté una carcajada pero al instante la corté tapando mi boca.

—¿Por qué tiene llave?

—¿Por qué no?- se encogió de hombros-.

—¿Salto por la ventana? Aquí no hay escaleras.

Negué y salté de la cama.

—Creo... creo que debo decirle.

—¿Segura?

—Es Joe.

—¿Y?

—No le voy a mentir, además, se pondrá muy feliz.

—Bien.

—¡Sofia!- gritó tocando la puerta-. Traje el desayuno, quiero hablar contigo. ¿Puedo pasar? ¿Estas desnuda? Porque no quiero ver eso. ¿Estas con alguien?

—¡Ya salgo!

—Bien- se alejó-.

Me cambié rápidamente con Ben mirándome divertido.

—Deja de mirarme así- me quejé-.

—No es mi culpa que te estés desnudando frente a mi.

—Estoy en ropa interior no desnuda- reí-.

—Es casi lo mismo.

—Si claro.

Abrí la puerta pero Ben seguía en la cama.

—¿Vas a venir, o vas a escapar y me vas a hacer quedar como una loca?

—Dejame pensarlo.

—¡Ben!

—Ya, dame un minuto y voy.

Lo señalé mientras salía de la habitación y me ganaba una risa de su parte.

—Buenos días princesa.

—Buenos días amor.

—¿Alex ya llegó?- me quedé en silencio mientras él estaba de espaldas a mi-. Vamos, no soy sordo, hablabas con alguien en la habitación y tu celular está en el sofá.

—Que observador.

—Además, envié millones de mensajes.

—En elemental mi querido Watson- dije haciendo una voz rara y él soltó una carcajada-. Si estaba con alguien, pero no con Alex.

—Si lo engañaste por favor no me digas. Me cae demasiado bien ese chico.

—No, no hice nada malo, lo juro.

—¿Entonces?

—Yo...

Me puse muy nerviosa y miré la puerta de mi habitación, al parecer Ben todavía no quería salir.

—Tu...

Se acercó con los platos y los dejó frente a mi. Me quedé en silencio sonriendo nerviosa.

—Mierda Sofia, ¿Qué te pasó en el labio?

Tomó mi cara y me examinó, frunció el ceño e intento tocarlo pero hice una mueca por el dolor.

—¿Quién te hizo eso? ¿Fue Alex? No, el no está aquí, ¿Quién mierda hizo eso?

—Tranquilo, se ve peor de lo que es.

—No me importa Sofia, dime.

—Yo puedo explicarlo- suspiré al escuchar su voz-.

Ben se acercó algo nervioso. Joe cambió su cara de preocupado, a serio, por dentro temblaba mientras veía como mi mejor amigo parecía querer matar a Ben.

—No me jodas Benjamin...

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