—¡Arriba!—anuncia Selina irrumpiendo abruptamente en mi habitación. Me froto los ojos con ambas manos y la miro un momento sin comprender qué demonios es lo que está haciendo en mi habitación.
—¿Qué haces aquí?—cuestiono sin dejar de mirarla. La odio un momento cuando me doy cuenta que ella parece recién haber salido de una pasarela de modas de la Fashion Web de Nueva York y niego un poco. Llevo mi atención hasta el despertador encima de mi mesa de noche y mis ojos automáticamente se abren llenos de sorpresa.—Son las ocho de la mañana...
—Pues ya lo sé.—responde entornando sus ojos.—Vamos, levántate.
—¿Quién se supone que en su sano juicio se levanta antes de las ocho y va de visita...?—cuestionó incorporándome en mi cama.
—Pues claramente tú no.—me espeta posando sus manos en su cintura.—Vamos, Leire. Tenemos cosas que hacer...
—Tenemos. Tenemos me suena a manada.—puntualizo sentándome en el filo de mi cama. Me quedo observando fijamente mi pantufla por largo segundos como toda persona normal que se acaba de despertar en los que ella se queda en silencio.
—¿Qué haces?—cuestiona.
—Estoy reflexionando.—admito.
—¿Reflexionado?—repite.—¿Y que se supone que estás reflexionando?
—Mes estoy recordando a mí misma porque eres mi mejor amiga, que tengo que tenerte paciencia y no lanzarte desde mi balcón sólo por atreverte a perturbarme en mis horas de sueño...—replico.—¿Qué no sabes que las horas de sueño perdidas no se recuperan nunca más aunque duermas de más?—Selina entorna sus ojos.—Ya, dime a donde se supone que iremos...
—¡Al centro comercial!—responde.
—¿Te has vuelto loca? El centro comercial ni siquiera debe estar abierto aun...eres la única demente, además de mi mamá, que despierta antes de las nueve de la mañana sólo para ir de compras...—observo.—Tal vez tú eres su verdadera hija y yo soy adoptada o algo parecido...
—¡No seas payasa!—se queja con una risita escapando de su garganta.—Vamos...
—A ver, Selina...para un poco, por favor...—le pido en voz baja.—Ni siquiera he terminado de despertar y ahora vienes a decirme que vamos a ir al centro comercial de compras...—susurro.—¿Se puede saber qué es eso que necesitas con tanta urgencia como para que no seas capaz si quiera de esperar a que el sol termine de salir?
—¿Qué dices? ¡El sol salió hace horas!—me recuerda.—Y...necesito que me ayudes a encontrar un vestido bonito...
—Un vestido bonito...¿Qué?—murmuro.—¿No podemos ir más tarde o algo así?
—Escúchame, Chris me dijo que tiene una sorpresa para mí esta noche y la verdad es que estuve revisando mi guardarropa y descubrí que no tengo nada lindo que ponerme...
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DIEZ RAZONES PARA ESTAR A TU LADO(DRPNA #2)|Zabdiel De Jesús (COMPLETA).
FanfictionLIBRO UNO; DIEZ RAZONES PARA NO AMARTE. LIBRO DOS; DIEZ RAZONES PARA ESTAR A TU LADO.