C28. Con amor para Howard.

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Zabdiel me da un ligero apretón en la mano

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Zabdiel me da un ligero apretón en la mano. Inspiro con fuerza y llevo mi mirada a cada una de las personas que están sentadas alrededor de la mesa de mi casa. Mis padres, mi hermano, mi cuñada –con una panza más grande que una gran sandía-, la madre de Zabdiel, Alexandra con sus adorables coletas decoradas con listones que hacen juego con su vestido, Selina que parece a punto de echarse a llorar y Christopher.

Mi familia.

La familia más disfuncional de todos los tiempos pero la más perfecta también.

El ruido que provocan sus conversaciones mezcladas me hacen querer salir corriendo pero cuando mi mirada se encuentra con la de Zabdiel me doy cuenta que esta es la vida perfecta. Aun con todo ese ruido en la mesa y los múltiples temas de conversaciones de los cuales no entiendo nada. A su lado. Sosteniendo mi mano y apoyándome.

Es la vida perfecta sin duda alguna.

Y es la mía.

—Bien.—comienzo y automáticamente el comedor se queda en silencio.—Creo que no tienen que ser demasiado inteligentes para darse cuenta del motivo por el cual están aquí…—inquiero lentamente y Zabdiel se ríe a mi lado.

—Confírmelo, confírmenlo.—murmura Selina y yo me rio.

—La razón de esta reunión es para informales que Zabdiel y yo estamos comprometidos…—anuncio pero el lugar sigue en silencio.—vamos, no se hagan los desentendidos porque es obvio que papá ya se los dijo.—reclamo.

—Pero queríamos que fuesen ustedes los que lo confirmaran.—responde Christopher y tras esa pequeña confesión el comedor se vuelve a llenar de ruido.

—Dios, en serio estoy tan emocionada por ustedes.—comenta Selina antes de volver a envolverme en un largo abrazo.—Es que no me puedo creer que después de tanto por fin los dos abrieron los ojos  decidieron esto…

—No fue nada fácil…para mi.—murmuro.—Zabdiel siempre quiso esto.—Yo tenía miedo y tú tenías razón, Seli…tenías razón cuando me dijiste que el miedo no me iba a llevar a nada bueno…que no dejase que el miedo me ganase…—hago una pausa.—En ese momento no lo comprendí pero ahora si lo hago…

—Para eso estamos las amigas, Leire.—responde antes de dejar escapar una risita.—Hemos sido mejores amigas y aunque muchas veces quise lanzarte un ladrillo a la cabeza por las cosas que hacías, decías o decidías…no podía. Porque me ganaba el amor que sentía por ti…hemos sido mejores amigas desde hace mucho tiempo y…

—Basta, me vas a hacer llorar.—replico y las dos nos reímos.

—Leire…—me giro sobre mis talones. Keilany me está mirando fijamente con una pequeña sonrisa en los labios.—Quería pedirte una disculpa…

—¿A mí?—cuestiono y ella asiente.—No entiendo porque tú querrías pedirme una disculpa a mi.—hago una pausa.—Entre nosotros no ha pasado nada, Keilany…al contrario, me encanta verte así…en unos meses serás la mamá de mi sobrino y no tienes ni idea de la emoción que siento por eso…

DIEZ RAZONES PARA ESTAR A TU LADO(DRPNA #2)|Zabdiel De Jesús (COMPLETA).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora