C01: Touchdown.

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Despego mis manos del teclado de mi ordenador portátil y me acomodo las gafas de vista casada que suelo utilizar cuando estoy trabajando

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Despego mis manos del teclado de mi ordenador portátil y me acomodo las gafas de vista casada que suelo utilizar cuando estoy trabajando. He pasado tanto tiempo con los ojos pegados en la pantalla que siento como mis parpados comienzan a temblar ligeramente. Pero no puedo darme el lujo de dejar esto porque mañana hay un partido de fútbol importante y tengo que estar ahí.

Porque el mejor jugador ex universitario de la MWC va a jugar y tengo que apoyarlo.

—¡Hola!—saluda Fabricio entrando en mi habitación abruptamente. Me giro en mi silla y me quedo quieta observándolo fijamente mientras intento asesinarlo con mis ojos pero la tarea es un poco imposible.

—Una persona cuando entra en una habitación que no es suya...toca la puerta al menos.—le espeto pero él parece que ni siquiera me escucha.

En su lugar toma asiento en el filo de mi cama y se queda observando fijamente el suelo como si estuviese tratando de procesar el tiempo y el espacio en el que está en ese momento.—Lei...

—¿Qué pasa...?—cuestionó mordiéndome el labio inferior con un deje de preocupación. Sus ojos miel se conectan con los míos y de inmediato siento que mi corazón dejar de latir un largo momento en el que ni siquiera que decir.

—Tengo que hablar contigo...—anuncia.

—¿Y...al menos puedo saber sobre qué o prefieres seguirme dando largas...?—de sus labios se escapa un largo suspiro y niega firmemente.

—No. Creo que fue algo...tonto...—responde.—Lo siento, no quería interrumpirte...

—¿No se supone que tendrías que estar con el resto del equipo en concentración...?—interrogo.—Mañana tienen un partido importante...—le recuerdo.—Fabricio...—lo llamo cuando me doy cuenta que él ni siquiera me registra dentro de mi propia habitación.

—Lei...

—¡Hola!—grita Selina entrando en mi habitación. Mi corazón se estremece por completo y me pongo de pie antes de lanzarme a los brazos de mi mejor amiga. Una risita se escapa de sus labios y nos abrazamos la una a la otra con tanto fervor que pareciese que de eso depende nuestra vida.

Pero es el típico recibimiento que uno tiene con esa amiga que no ha visto en tres meses porque se fue de vacaciones con su novio y familia, la misma mejor amiga que no se dignó a enviarte mensajes sólo para comprobar que seguía con vida...pero eso es lo de menos, porque ella está de vuelta y yo soy feliz.

—Seli...—murmuro apartándome de ella.—Debería de lanzarte por la ventana de mi habitación por o haberte dignado a llamarme nunca en los últimos tres meses pero no lo haré sólo porque te eché de menos...—anuncio volviendo a abrazarla y ella se ríe.

—Hola, Fabricio.—saluda ella.

—Hola.—responde mi hermano poniéndose de pie.—Creo que hablaré después contigo, Leire. Necesito volver a la concentración...—agrega marchándose. Selina se queda observándome con una mueca de intriga en sus labios a lo que yo me encojo de hombros.

DIEZ RAZONES PARA ESTAR A TU LADO(DRPNA #2)|Zabdiel De Jesús (COMPLETA).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora