DIEZ RAZONES PARA ESTAR A TU LADO(DRPNA #2)|Zabdiel De Jesús (COMPLETA).

C27. Un fin de semana intensamente romántico.

Los días pasan rápidamente mientras voy y vengo de un lado al otro por todo mi departamento. Apenas y he salido lo suficiente como para que mis nuevos vecinos temporales se den cuenta que existo pero me mantengo al margen. Mi proyecto ha avanzado a pasos agigantados a comparación con lo que tenía hace dos semanas y la idea de volver a casa ha estado presente en todo momento.

Aunque si soy sincera cuando decido que quiero volver y camino en dirección a mi habitación para reunir mis pertenencias finalmente; los recuerdos de las palabras de Zabdiel llegan a mi cabeza. Porque él tiene razón. Porque yo sé que él tiene razón solo que las ganas de irme a veces me dominan.

Inspiro con fuerza y espero pacientemente a que la bolsa de palomitas de maíz termine de cocinarse.  La tomo entre mis manos y camino lentamente de nueva cuenta a la sala donde una película con un guion espectacular de Stephen King se reproduce.

La pantalla de mi celular se enciende y una amplia sonrisa se forma en mis labios cuando descubro el nombre de Zabdiel en ella. Inspiro con fuerza y luego dejo salir el aire de mis pulmones antes de estirarme para poder tomarlo.

De: Zab.
¿Estás ocupada?

Para: Zab.
Para ti jamás.

El par de tildes se pintan de color azul cielo y un momento después el teléfono comienza a sonar en mis manos. Quito el sonido del televisor y deslizo mi dedo por el pequeño círculo verde para atender.
—Hola.—saluda.

—Hola, mi amor.—respondo.

—Te echo mucho de menos.—susurra y mi corazón se acelera.

—También te echo mucho de menos.—inquiero lentamente.—Pero solo faltan un par de semanas para estar juntos de nuevo.—hago una pequeña pausa.—Justo hoy estaba hablando con Benjamin; me dijo que de seguir trabajando de la manera en la que lo estoy haciendo en mi proyecto: tendré todo listo para antes del tiempo estipulado…

—Eso es genial.—responde él. Y a pesar de que no lo esto viendo; sé que él está sonriendo. Lo sé porque lo conozco como la palma de mi mano.—No tienes ni idea de lo orgulloso que estoy de ti…

—Gracias…—susurro.

—Estaba pensando…esta semana tengo el fin de semana libre…así que pensé que tal vez podría ir a visitarte… ¿Te gusta la idea? Un fin de semana intensamente romántico… ¿suena bien, no?

—¿De verdad estás preguntándome eso, Zabdiel De Jesús?—cuestiono tratando de no parecer demasiado desesperada.—Pues es obvio que me encanta la idea. De hecho; comenzaré a contar los días de una vez...

Zabdiel se ríe.

—Me encanta saber eso.—hace una pausa.—Por cierto; pensé que esperarías un poco para decirle a tus padres que nos casaremos…—me rio.

—¿Por qué lo dices?—pregunto inocentemente aunque sé de sobra a que se refiere con eso.

—El auto de Fabricio se averió así que esta mañana pasé por él para ir al entrenamiento y él me abrió la puerta de la casa.—se ríe.—Así que lo primero que me dijo fue que más me valía que no te hiciera sufrir cuando nos casáramos porque si lo hacía sería un Dolphin muerto….

—Dime por favor que no te dijo eso realmente.—replico con diversión.

—Claro que me lo dijo.—responde.—Pensé que era una broma pero cuando me miró a los ojos entonces me di cuenta que no era una broma, era muy en serio…

—Se lo conté a Fabricio en nuestra última videollamada pero papá nos escuchó. No se lo confirme realmente pero ya lo conoces…—inquiero encogiéndome de hombros.