Cuando Jenna Ashby salió de su casa y de esa ciudad tenía dos ideas muy claras, primero;olvidaría para siempre a Tomás Beaumont y segundo;volvería solo para demostrarles lo que en verdad era triunfar en la vida.
Pero que hermoso era París cuando el cielo se pintaba de color gris y más aún cuando caía una bella cortina de agua, haciendo refrescar el día.Aunque para muchos este tipo de clima los deprimia a muchos les alegraba sus días.El agua se estrellaba contra los cristales,la ojiazul contemplaba fascinada por los garabatos que en ellos dibujaba la lluvia sesgada por el viento.¡Todo cabe en la ilimitada capacidad de evocación de las caprichosas gotas!
El aguacero parecía que no acabaría nunca.Los compactos nubarrones han transformado la calle en el fondo oscuro de un lienzo difuso en el que las gotas de lluvia son una inesperada metáfora de la propia existencia.
-Pero que frío hace afuera.-se quito la capucha de su chamarra mojada.-El cielo esta bastante cerrado.
-Tienes mucha razón Tomas.No hay un momento en el que se vea que se despejará el cielo.-tomi su pincel y se acerco a su lienzo para continuar con su pintura.
-Oye...amm...Pase por una de las cafeterías favoritas y bueno...-se acercó a la ojiazul,y de una bolsa de papel color marron muy linda,saco un vaso mediano de color blanco hueso y se lo entrego con mucho cuidado,ya que estaba caliente la bebida.-Decidi traerte un Café Du Matin.-Jenna lo tomo,estaba bastante sorprendida por aquel pequeño detalle que Tomas le regalo.-Y también un Viennoiseries de mantequilla.-de igual manera le entrego el panecillo envuelto en un tipo bolsa transparente.
-Que amable de tu parte.-le dio una sonrisa,y el corazón de Tom se aceleró bastante.-Es muy lindo de tu parte recordar lo que me gustaba de la comida de Francia.
-Se que ya han pasado varios años,pero nunca olvidaré lo que más te gustaba,al igual de lo que te desagrada.-se encogió de hombros,Jenna solo lo escuchaba con atención.-Bueno,sera mejor que te deje continuar con tu pintura.
-Esta bien y gracias de nuevo por el café y el panecillo.-Tomas solo sonrió, dio media vuelta y salió de aquella habitación.Jenna tomo su bocadillo y su café,luego fue que sentarse para disfrutar de su regalo,tomo una silla y se sentó frente a uno de los grandes ventanales que daba a las calles mojadas.
Comenzó a tomar con cuidado su bebida y mientras lo hacía se puso a meditar en como sería su vida de nuevo con Tomas,Jenna sabia que sería maravilloso tener de nuevo a su príncipe azul a su lado,pero de igual manera no quería salir lastimada por tercera ves.
Pero su deseo por tenerlo con ella era demasiado grande;tanto que podía sentir el olor dulce y fresco que su perfume desprendía de su cuerpo y no se diga el tacto de su piel contra la de ella,sentia como sus brazos rodeaban su cintura con delicadeza,y su rostro lo escondía en su cuello,inundando su cuello por pequeños y delicados besos, haciendo que una electricidad recorriera su cuerpo.Tomas solo le hacia sentir esas cosas.
Pero un ves que abrió sus ojos todo esa magia desapareció,suspiro y mejor volvió a mirar como la lluvia caía,pero esta ves había algo diferente,la lluvia parecía danzar y eso era muy curioso ya que nunca en su vida lo había visto, sacudió su cabeza para tratar de borrar esa ilusión,pero volvió a ver como las gotas danzaban,miro rápidamente su bebida asustada,tan solo unos segundos bastaron para que se comenzara a reír por pensar otra cosa.Tom no seria capaz de meterle algo en la bebida,dejo su café en una mesita y volvió a levantarse.
Tomo de nuevo su pincel y su paleta de pinturas,cerró los ojos,respiro profundamente y luego soltó el aire con mucho cuidado,abrió sus ojos azules logrando concentrarse en su pintura y por fin terminar esa obra de arte.
Unas horas más tarde...
-Jenna...-asomo su cabeza por un pedazo de la puerta abierta,la busco por toda la habitación y luego visualizo a la castaña frente a su pintura más reciente.-Oye,ya es hora de cerrar y de volver a nuestro aposentos.-se acercó a ella,se detuvo a ver el lienzo de colores.-¿Estuviste todo el día pegada a este lienzo?
-¿Lo puedes sentir?.-pregunto la castaña sin quitar la vista del cuadro.
-Amm,¿de qué hablas?.-la miro confundido.
-De la pintura,¿te transmite alguna emoción?.-esta ves lo miro y Tomas se sonrojo ya que hace mucho no tenía un contacto visual,pero luego volvió su mirada a la pintura.
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-El arte es para consolar a aquellos aje están rotos por la vida.-acaricio su barbilla.-La pintura me transmite un poco de nostalgia.Puedo sentir ese aire fresco que la lluvia nos ofrece,se puede sentir un poco de soledad,para mi es como si se hubiera dado cuenta que sus amigos fueron amistades falsas y se dio cuenta muy tarde.-se pauso.-Oh como si perdiera aún ser muy querido que le pintaba su vida de colores,pero ahora que se marchó ya todo se volvió gris.
-Wow,nunca pensé que la pintura te transmitiera eso.Tan solo pensé que sería un simple cuadro de pintura.
-Jenna,por favor.Todos tus cuadros que has pintado transmiten magia,siempre que las personas miran tus obras de arte,es como si...si estuviéramos dentro de la pintura,como si estuviera viva la pintura.Y si no lo aprecian,se pueden ir mucho al carajo.-se cruzo de sus brazos.
-Te lo agradezco Tomas.-ambos sonrieron.-Es lo más lindo que me han dicho...Entonces...ummm...ya podemos irnos.
-Si,claro.-la ojiazul tomo sus cosas y su sombrilla,el castaño abrió la puerta para que luego ambos salieran de aquella habitación.
