오메가! [¡Omega!] ➣ LixBin/ChangLix

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Ambos niños corrieron silenciosamente por el pasillo de la gran casa y entraron con cuidado a la habitación que su hermano mayor compartia con su esposo.

En silecio y como si de espias se tratasen, caminaron hasta estar junto a la cama matrimonial donde Félix abrazaba a ChangBin por la espalda, ambos acariciando la pancita de seis meses de embarazo del Omega.

Quisieron subirse a la cama de los mayores y brincar en ella hasta despertarlos, más descartaron esa idea al recordar que podrian dañar a su pequeño sobrino, porque seria un hermoso niño el que naceria en unos meses más.

— ¡Hyung's/Oppa's! —gritaron al unisono.

Debido al grito, ambos chicos se despertaron de golpe alterados y alertas a cualquier peligro, miraron a ambos niños alterados y luego con molestia al despertarlos de ese modo a las seis de la mañana un sabado.

— Lee Yeri y Lee TaeMin... —ambos pequeños trgaron en seco al escuchar la voz seria de su hermano mayor diciendo sus nombres completos— ¿cuantas veces les hé dicho que no nos despierten de golpe?, ChangBin no puede tener emociones fuertes —ambos niños bajaron la cabeza incapaces de sostenerle la mirada a Félix.

— Lo lamentamos Hyung's/Oppa's —dijeron al unisono reverenciando y vieron como el Omega rascaba sus ojos y se recostaba del espaldar de la cama para verlos mejor mientras acariciaba su vientre abultado.

— ¿qué pasa pequeños? —preguntó el castaño con voz suave y tranquila, como normalmente hacia.

Ambos niños sonrieron, sea cual sea el problema que ocurriera, ChangBin se lo tomaba con calma y buscaba la mejor solución.

Debido al embarazo, sus mejillas se abultaron un poco más y estaba bastante sencible, a veces veian como su hermano salia de casa a las tres de la mañana y volvia con comida para su esposo, además, su pancita creció bastante y solian pasar la mayoria del tiempo sintiendo las pataditas de su sobrino y hablandole igualmente.

— bueno, es que hoy es nuestro cumpleaños y queriamos empezar temprano como de costumbre —respondieron al unisono.

— vengan —el mayor de todos se hizo a un lado y ambos niños subieron hasta quedar entre ambos chicos— Feliz cumpleaños gemelos desastrosos —todos rieron por las palabras del Omega mientras este y el Alfa les abrazaban.

— Gracias —respondieron al unisono.

— porque mejor volvemos a dormir y por la tarde salimos a pasear los cuatro juntos, ¿de acuerdo? —propuso el Lee mayor.

— Cinco —corrigieron los niños haciendo reir a los mayores.

— bien, salimos los cinco a pasear, ¿de acuerdo? —les miró y los menores asintieron rápidamente para bajarse de la cama y correr fuera de la habitación hacia la suya, la cual era anteriormente la habitación de los hermanos Seo.