𝓢𝓲𝓮𝓽𝓮

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—Está claro, Shawn, pero esa condición la tienes que respetar porque sabes lo que sucedió, y entiendo que no hay que tomarle tanta importancia al asunto pero al menos si un poco.

—No hay algún problema por ninguno de los dos, aún así hablaremos al respecto—asintió.

—Gracias—di un suspiro de alivio—tengo que decirte algo más, hace unos días traté pero te ocupaste.

—¡Ah, si! Una disculpa por eso—dijo apenado.

—No te preocupes—subí mis hombros—el punto es que tendré que viajar a Londres debido a la película, no sé por cuánto tiempo pero supongo que será uno amplio. Voy a tener descansos, pero no lo suficientes para estar al pendiente de los niños y el colegio, por eso pensé en una persona de confianza y les propuse que tú los cuidaras y ellos dijeron que si. ¿Tú qué dices?—lo miré preocupada.

Tal vez diga que no.

—Eso es increíble, Dani—poca veces me llama así pero supongo que es por la emoción—estaría encantado de tenerlos conmigo. Sólo que voy a interrumpir mi gira para pasar más tiempo con ellos, no habrá ningún problema. Será fantástico, puedo enseñarles mi colección de discos en el estudio, o también podré dejarlos en la escuela las mañanas—decía con una enorme sonrisa haciéndome reír—¿qué te da tanta risa?—preguntó divertido.

¡Control, Danielle!

—Estás muy emocionado—dije asintiendo.

—Soy muy efusivo—aclaró.

—Me he percatado—sonreí.

—Extrañaba reírme contigo.

Maldición.

—Si claro—aclaré mi garganta volviendo a mi posición.

—¿Hay más cosas que me tengas que decir?— preguntó en cuanto se comenzó a sentir incómodo el ambiente.

—Si—respondí—tienes que intervenir en una decisión que los niños y yo ya tomamos, espero que lo recibas de la mejor manera—relamí mis labios con nervios a su respuesta.

—Está bien, dilo.

—Christian nos propuso irnos a vivir con él a Los Ángeles, y estoy encantada de aceptar, creo que lo entiendes bien. Hablé con los niños y me dijeron que si, ahora tú tienes que dar el punto final a la decisión de ellos, sólo en la de Dean y Madi.

—¿Y te sientes segura?, ¿van a estar bien en California?—preguntó preocupado.

—Por supuesto, es por eso que te lo digo.

—Si eso piensas voy a aceptar—asintió tranquilo y yo sonreí ampliamente.

Abracé a Shawn como impulso de querer celebrar su respuesta del tema que me tenía alterada en los últimos días. Cuando cobré la cordura me di cuenta de que él me correspondió haciéndome sentir un poco confusa. Se supone que tenía que separarme pero no lo hice.

—¿Shawn?—era Camila. Nos separamos.

—Yo...—se puso nervios.

Ella resopló y luego se fue de nuestra vista. Mierda. Mierda.

—Lo siento mucho. No era mi intención abrazarte, Shawn—dije apenada.

—No te preocupes, yo también quería hacerlo—en seguida se fue tras Camila.

"Yo también quería hacerlo"

Esa frase no deja de sonar en mi cabeza y me decía a mi misma que la dejara atrás porque no significa nada en estos momentos.

Dejé eso a un lado y volví con Chris contándole lo que sucedió, excepto la última parte que no la creí importante. Cuando estuve con los demás, Dua me dijo que sus hermanos vendrían a visitarnos, por lo tanto, ellos se quedarían hasta entonces. Luego, minutos después aparecieron Camila y Shawn.

—Danielle, ya nos vamos—dijo Shawn una vez que estaba frente a nosotros.

—Claro, si—me levanté del asiento—chicos, tengan cuidado y diviértanse mucho—los abracé—hagan caso a su papá—les di un beso a cada uno.

—Si, mami. Te queremos—dijeron sonrientes.

—Yo más—les di un último beso en la mejilla.

—Bien, entonces los veo en la noche—dijo Shawn en cuanto los niños se le acercaron.

—Que se diviertan—dijo Dua amigable.

—Igual ustedes—sonrió Camila.

En seguida se fueron con los niños y nosotros salimos del aeropuerto para ir al centro comercial y pasar la tarde nosotros cuatro.

𝓝𝓾𝓮𝓼𝓽𝓻𝓪 𝓱𝓲𝓼𝓽𝓸𝓻𝓲𝓪 ・*:.˛ ˚𝗦𝗠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora