𝓥𝓮𝓲𝓷𝓽𝓲𝓼𝓲𝓮𝓽𝓮

582 18 38
                                    

Días después

El día de hoy, los camiones de mudanza vendrían a recoger todas las cosas para llevarlas a la nueva casa en Los Ángeles. Los cuatro estábamos muy emocionados por este nuevo cambio. Teníamos planeado quedarnos los tres en la casa de mis papás hasta mañana por la tarde que saliera el vuelo, por lo que intentamos empacar lo necesario e ir con ellos antes de que los camiones llegaran.

Hace dos días, Shawn regresó a Canadá con su familia luego de pasar unos cuantos con los niños, en realidad, la única vez que realmente convivimos los dos fue cuando estuvimos en la casa de mis padres, después fue como si viniera los fines de semana así que estuvo normal y solamente lo despedimos en el aeropuerto diciendo que lo veríamos unas semanas después en Los Ángeles. También, el día de ayer di mi primera entrevista acerca de la película, estuvo increíble, me agradó revivir momentos.

Un día después

Este último día en Portland, nos la pasamos cerca de mi familia tratando de disfrutar cada minuto hasta que dieron las seis de la tarde dándonos a entender que nos teníamos que ir para alcanzar el vuelo. 

En el camino hacia el aeropuerto iba pensando en que extrañaría mucho a mis papás, hermanos, sobrinos e incluso a mi cuñado. Supongo que me había acostumbrado a estar con ellos casi todo el tiempo, o al menos tenía la seguridad de que se encontraban cerca. Pero en algún momento tenía que volver a llegar una situación así, estaba entusiasmada por lo que me esperaba en Los Ángeles y eso me reconfortaba.

Al llegar al aeropuerto, bajamos y después de hacer unas cuantas cosas necesarias, fuimos hasta una enorme sala de espera donde no pasamos desapercibidos ya que algunos reporteros se nos acercaron, para no ser grosera, contesté lo que querían aunque no todo lo personal y después les pedí que se retiraran dejándonos en un momento familiar. Casi en seguida, tuve que hacerle una llamada a Chris para avisarle que estábamos a nada de realizar el viaje y cuando colgué anunciaron el vuelo y con eso, volteé a ver a todos para comenzar comenzar a despedirnos.

—Que tengan un buen viaje—dijo mi papá dándonos un beso a cada uno.

—Iremos a visitarlos—habló Tay.

—Gracias, también los visitaremos, lo prometo—sonreí—los quiero mucho—tomé la mano de mis dos pequeños y comenzamos a caminar hacia la enorme puerta.

Luego de unos minutos, subimos al avión y luego de despegar nos entretuvimos viendo una película para después dormir un buen rato. Me desperté algunas veces porque no lograba conciliar muy bien el sueño, así que el vuelo se me hizo eterno que cuando aterrizamos me daban ganas de gritar de alegría. Tuve que despertar a Madi y a Dean para luego bajar e ir por nuestras maletas y mascota, obviamente Odie tenía que venir con nosotros, fuimos hasta la sala de espera donde Chris ya se encontraba con una enorme sonrisa de felicidad.

—¡Papi!—los pequeños se emocionaron al tenerlo en frente.

—-Chicos, ¿cómo han estado?—-preguntó agachándose para quedar a su altura.

—¡Muy bien!

—¿Y ya quieren ver la casa?—preguntó causándoles interés mientras yo sonreía.

—¡Si!—respondieron emocionados.

—Perfecto, les aseguro que les gustará—se incorporó y me miró.

—¡Hola, amor!—dejé a Odie con los niños y me acerqué a darle un abrazo.

—¡Amor!—me dio un beso en los labios.

—Me da gusto verte luego de mucho tiempo—dije aferrándome a él.

—Ya estás aquí, conmigo—acarició mi cabello—y te prometo que así vamos a estar siempre—mi corazón se aceleró.

—Te amo.

—Te amo más—volvió a besarme.

Al separarnos, vimos que los niños estaban llenos de energía para poder conocer nuestro nuevo hogar, entonces decidimos irnos lo más rápido posible para ir hasta el vecindario.

Cuando llegamos, observé cada detalle desde la enorme reja de la entrada hasta cada casa hogareña de la calle. Me hizo sentir aliviada ver que todo era muy seguro y con un lindo ambiente para los niños. En un par de cortas calles más adelante estaba nuestra casa que en físico se veía muchísimo más linda que en las fotos. Quedamos perplejos de tan sorprendente y fantástica que era.

—¡Wow!—dijimos los tres.

—¿Les gustó?—preguntó Chris riendo.

—Demasiado—respondí.

—Entren—dijo luego de sonreírnos.

Seguimos a Chris hasta la puerta principal, me dio las llaves para que fuera la primera en abrirla y eso hice. El interior era como un sueño, realmente se notaba el minucioso esfuerzo del diseñador y el calor de la familia que estábamos formando.

—¿Y nuestra habitación?—preguntaron ansiosos.

—Vengan—tomó sus manos y subimos las escaleras.

Chris les mostró a fondo lo que se encontraba en cada habitación, él había hecho un buen trabajo describiendo los gustos de los niños y bueno, el diseñador es excelente como para darle justo en el clavo y que a mis hijos les encantara su trabajo. Dean y Madi quedaron sorprendidos al notar que cada uno tendría su propia alcoba, para ellos era un gran cambio y un enorme paso para sí mismos. Dejamos que los niños se entretuvieran y mientras fui a conocer nuestra habitación. Era perfecta. Simplemente no encontraba más palabras para describir aquella hermosura.

—Es increíble todo lo que hiciste, Chris—lo miré—te molestaste tanto, amor—en seguida negó.

—Es la vida que te prometí, Elle—se acercó unos pasos hacia mi—lo hago porque te amo, porque amo a los niños y quiero que estén bien, que se sientan bien a mi lado. Son lo más lindo que tengo—sonreí y fui a abrazarlo.

—Gracias—le susurré—nos encantó—le di un beso en la mejilla.

—Me alegro por eso—acarició mi mejilla.

—Te amo—creo que jamás se lo había dicho tan en serio.

Chris nos ha demostrado cuanto nos ama con cada acción que hace, con cada palabra que nos dice. No solo es lo material, sino lo cariñoso que es conmigo y con mis hijos. No cabe duda que conocí a una gran persona con un enorme corazón. Hice una buena elección.

𝓝𝓾𝓮𝓼𝓽𝓻𝓪 𝓱𝓲𝓼𝓽𝓸𝓻𝓲𝓪 ・*:.˛ ˚𝗦𝗠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora