𝓝𝓾𝓮𝓼𝓽𝓻𝓪 𝓱𝓲𝓼𝓽𝓸𝓻𝓲𝓪 ･*:.˛ ˚𝗦𝗠

𝓥𝓮𝓲𝓷𝓽𝓲𝓽𝓻𝓮𝓼

Me despedí de todos y cada uno de ellos, diciéndoles que cualquier cosa que se les ofreciera sabían cómo contactarme hasta que llegué con Shawn.

—Nos vemos, Shawn. Cuida mucho de mis niños, por favor—le pedí.

—No te preocupes, están en buenas manos—me sonrió con confianza.

—Lo sé.

—Espero que te vaya bien en la película y regreses muy pronto a casa—asentí sonriendo.

—Gracias, Shawn—le di un abrazo.

—Gracias a ti por acompañarme—murmulló—te debo mucho por lo que acabas de hacer, es decir, dejaste todo a un lado por venir—acarició mi cabello de arriba a abajo.

—No fue una molestia, necesitaba estar aquí y ayudar en lo que podía.

—Y lo hiciste—sonreí.

—Yo espero que todo se resuelva con Camila, no me gusta saber que yo tuve algo que ver con el problema—tal vez no debí sacar ese tema porque se tensó y nos alejamos de inmediato—lo siento por...

—No, no—intervino—no fue tu culpa y yo también espero que todo se resuelva—trató de formar una sonrisa pero pareció una mueca de incomodidad.

—Si, aaamm...sobre los niños—me miró atento—¿los traerás a Canadá y estudiarán en línea?—pregunté.

—Es lo que pienso, pero necesito que tú estés de acuerdo.

—Está bien, James puede revisar lo del colegio—asentí.

—Yo lo haré, no te preocupes. Voy a ir por ellos en un par de días y mientras podrían quedarse con Nash, ¿esta bien?

—Claro, no hay problema—miré el reloj gigante detrás de Shawn indicando que ya se me hacía tarde—me tengo que ir ya pero avísame cualquier cosa de los niños o tu familia, estaré al pendiente—tomé mis maletas.

—Seguro, ten un buen viaje y que te vaya fantástico en Londres—sonreí dándole un último abrazo.

—Gracias, Shawn, cuídate tú también—nos dedicamos unos segundos a mantener el abrazo hasta que decidió hablar.

—Te quiero.

Tragué saliva y después nos distanciamos. Solamente le sonreí porque no podía corresponderle, no por cómo lo dijo y lo expresó, parecía que ese "te quiero" decía algo más y yo no sentía eso. Me di media vuelta.

—Toma, para que te entretengas—dijo Mark dándome unas cuantas revistas y golosinas.

—Gracias—sonreí.

—No hay de que—fue a abrazar a Aaly.

—Nos vemos pronto—me despedí de todos antes de alejarme.

Me había acostumbrado a estar cerca de la familia Mendes pero era hora de olvidar ese sentimiento de nostalgia y concentrarme en la emoción de poder volver a las grabaciones.

En la fila le mandé un mensaje a mi familia y a James diciendo que estaba a punto de abordar el avión y en cuanto lo hice, tomé mi asiento correspondiente para que en pocos minutos el avión estuviera volando y yo durmiendo.

Narra Shawn

La observé subir al transporte y un vacío se apoderó de mi pecho. Iba echarla mucho de menos.

—¿Estás bien?—preguntó mi mamá haciéndome mirarla de inmediato.

—Si.

—Pues no parece—dijo Aaliyah pasando de largo por un lado de nosotros.

—¿Y bien?—mi mamá rompió el silencio que se formó luego de que mi hermana se esfumara.

—Ella se fue...otra vez.

—Y tú la dejaste ir...otra vez.

La miré confundido y extrañado. Creí que a ella ya no le importaba hablar de este tema.

—Estás triste porque ya tuviste ese sentimiento antes cuando ella se marchó. Ahora sentiste que la perdías de nuevo y no hiciste nada.

—¿Tú cómo sabes todo eso?—pregunté iluso.

—Eres mi hijo y extrañamente he vivido contigo por más de diez años. Supongo que te conozco lo suficiente como para saber lo que te sucede—no pude responderle así que ella se fue dejándome solo.

Esto es muy confuso.

Narra Danielle

Al otro día

Al bajar del avión me recibió una multitud de reporteros preguntando acerca de las fotos que salieron a la luz en el aeropuerto de Toronto pero las omití y contesté otras preguntas rápidamente para después ir por mis maletas y buscar a James donde me dijo que estaría aunque no lo encontré, entonces decidí salir del lugar pero mi atención sé la llevó un chico bajando de un Uber.

—¡Elle!—cruzamos miradas y corrió hasta donde yo me encontraba.

Era Chris y de tan solo verlo luego de tanto tiempo me hizo sentir mariposas en el estómago. Mi corazón quería salir de mi pecho y mis brazos solamente necesitaban estar a su alrededor.

—Cariño—lo abracé con una sonrisa y a la vez un rostro de sorpresa.

—¿Cómo estás, amor?—preguntó dando un beso sobre mi cabello.

Hace bastantes meses que no lo veía pero estar aquí con él, tenerlo cerca de nuevo, me hacía sentir bien y en calma.

—Mucho mejor ahora que estás aquí—alcé mi mirada—¿y tú?—no recibí respuesta, solamente me besó y yo correspondí.

Necesitaba probar nuevamente sus labios luego de no tenerlos cerca por un buen rato. Necesitaba tenerlo conmigo.

—Lo siento, fue un impulso—sonreímos divertidos.

—¿Desde cuando tienes que disculparte por besarme?—bromeé haciéndonos reír.

—Te extrañé mucho—me dio un corto beso.

—También yo—tomé su mejilla y la acaricié.

—Te mal mucho—volvimos a abrazarnos.

Cuando nos distanciamos, me acerqué a saludar entusiasmada a James quien se encontraba a unos metros detrás de Chris. Me comentó que los niños estaban bien y que se la había pasado increíble con ellos, así que le agradecí mucho por lo que hizo y después subimos al auto para llegar al hotel.