𝓓𝓲𝓮𝔃

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Tuve que ir a comer a un restaurante cerca del hotel pero también aproveché, junto a los demás, para ir a conocer un pequeño museo que no se encontraba muy lejos, y en cuanto regresamos a las habitaciones hice la llamada pendiente.

—Hola, Danielle.

—Hola, Shawn—contesté procurando hacer notar mi malestar.

—¿Cómo has estado?—preguntó claramente percatándose de mi actitud.

—Bien, ¿y ustedes?

—Muy bien—sonó extrañado—no suenas bien, ¿sucede algo?

—Necesito hablar contigo, y prefiero que estés solo—fui al punto.

—Claro, Camila está con los niños en un juego.

—Bueno, hace un par de horas llamé y contestó Camila, siendo sincera no me agradó lo que me dijo y me preocupa que mis hijos estén conviviendo con ella.

—¿Camila?, ella no haría eso y se comporta bien con los niños—respondió. Idiota.

—Supuse que dirías eso, por eso te estoy pidiendo que seas honesto.

—Y lo estoy siendo, Danielle—contestó con un volumen más alto.

—No parece.

—¿Cuál es el punto?

—¿Y todavía lo preguntas?—reí sin gracia—me gustaría que hablaras con Camila sobre tenerme el mismo respeto que yo le doy, al igual que con los niños aunque no me consta que les esté diciendo o haciendo algo malo.

Esto cansaba.

—Tienes razón, lo siento—estaba más calmado—lo haré, no debió de haberte dicho lo que sea que fuera.

—Dijo que soy una perra—incluso aunque no lo veía, podía imaginarme su rostro de sorpresa—pero gracias por entender, Shawn—tal vez estaba siendo cínica—mantenme al tanto.

—No te preocupes, Elle. Lo tendré en cuenta.

—Gracias, emmm...—se estaba poniendo incómodo el ambiente—¿los niños ya bajaron del juego?, ¿podría hablar con los niños?, por favor.

—Claro, si, si—contestó como si lo que le dije fuera un chasquido para que reaccionara.

—¡Mami!—saludó Madi.

—¡Hola, cariño!, ¿cómo has estado?—escucharla me alegró mi día.

Hablé con ambos quienes me contaron lo bien que se la pasaban a lado de Shawn y lo muy felices que se encontraban en el colegio. Pero Dean dijo algo sobre la relación de Camila y Shawn, comentó que discuten a menudo y yo le aconsejé irse a otro lugar en cuanto una situación así suceda. Me dio mucho gusto conversar con los dos y finalmente me despedí de Shawn dándole las gracias.

Un mes después

En el transcurso de este tiempo ha ido todo genial y productivo. Hemos grabado las primeras escenas de la película después de haber practicado algunas acciones extremas que se necesitaban perfeccionar. Estaba muy emocionada.

Hablando de mis hijos, Shawn ha cuidado bien de ellos haciéndome sentir reconfortada aún más cuando no sabía nada de Camila, para así no afectarme a mi o a los niños.

—¡Dani!—me llamó DeMonaco.

—¿Si?—lo miré dándole un último trago a mi botella de agua. Habíamos tomado un descanso.

—Llegó una visita especial—informó sonriéndome.

Me emocioné demasiado. Sabía que sea quien sea va a ser muy bueno tenerlo aquí. Entonces me levanté y me dirigí a donde me indicó James, tenía nervios cuando abrí la puerta.

—¡Dua!—me abalancé a darle un abrazo. La extrañé mucho.

—¡Elle!—me correspondió en seguida.

—¡Jack!—reímos cuando se nombró él solo.

—¡Hola!—me separé de mi amiga y fui a darle un abrazo también.

—¡Hey!.

—Los he echado de menos, es una gran sorpresa—sonreí emocionada.

—Te dijimos que vendríamos a verte—recordó el moreno.

—Si, tengo conciertos que dar aquí en Londres por dos semanas, así que nos tendrás aquí todo ese tiempo—dijo Dua con entusiasmo.

—¡Eso es grandioso!—los volví a abrazar.

Tres meses después

Esos días que Dua y Jack, estuvieron conmigo fueron de lo mejor. Me la pasé genial con ellos, hicieron liviano el ambiente tenso que anteriormente estaba.

Ahora que ellos se fueron hace más de dos meses, hemos avanzado demasiado las grabaciones, lo cual me tiene muy emocionada, tanto por eso como porque hoy viajaría a Miami para visitar a mis hijos porque estarían allá un tiempo debido a sus vacaciones. Por fin nos dieron nuestro descanso extenso.

James y yo viajamos por horas hasta llegar al aeropuerto, pasamos por nuestras maletas y luego buscamos a Shawn y a mis hijos, cuando los encontré ellos me vieron y corrieron hasta mi.

—¡Mami!—gritaron ambos mientras yo los recibía con los brazos abiertos.

—Pequeños—les di un beso a cada uno aguantando mis ganas de llorar.

—Te extrañé mucho—dijo Madi.

—Yo más, cariño—dije acariciando su cabello.

—Yo también, mami—dijo Dean—nos haces mucha falta.

—Mi amor, no digas eso—tomé su mejilla—estás con papá—le recordé.

—Si, pero Camila, no es...no es tú—lo miré confusa—quiero que estés tú con papá—sus ojos se cristalizaban.

—Si, mami—le dio la razón su hermana.

Cerré mis ojos y los abracé con más fuerza estando en cuclillas, escasos segundos después, alguien paró frente a nosotros, se agachó y se unió al abrazó. Alcé la mirada y me di cuenta de que era Shawn.

—¿Están bien?—preguntó preocupado.

—Si—limpié las lágrimas de mis niños junto a él.

—¿Por qué lloraban, pequeños?—cuestionó mirándolos tratando de comprender.

—¿Por qué estás con Camila?—preguntó Madi con confusión causando que Shawn me miré y yo levanté mis hombros.

𝓝𝓾𝓮𝓼𝓽𝓻𝓪 𝓱𝓲𝓼𝓽𝓸𝓻𝓲𝓪 ・*:.˛ ˚𝗦𝗠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora