𝓣𝓻𝓮𝓼

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—¡Buenas tardes, señorita White!—dijo la maestra en cuanto llegó mi turno.

—¡Buenas tardes!—saludé amable.

—Necesito hablar con usted, ¿tiene un momento?—preguntó.

—Claro, no hay problema—respondí confundida. No había sucedido nada como esto antes.

—Madeleine, Dean—llamó a los niños quienes se levantaron de sus asientos para ir por sus mochilas—sólo cinco minutos más en lo que se vacía el aula—indicó y yo asentí dándole paso a los demás.

—¡Mami!—Dean corrió a abrazarme.

—¡Hola!—los saludé—¿qué tal les fue?—pregunté sonriente.

—Muy bien, hice amigos nuevos—contestó Dean emocionado.

—¿Y a ti, Mads?—miré a mi hija quien tenía los ojos cristalinos, seguramente ha llorado—¿todo está bien, linda?—tomé su mejilla.

Ella negó y me abrazó, yo la levanté y acaricié su cabello escuchándola llorar.

—Cariño, estoy aquí, ya no llores—le decía angustiada—ve a jugar Dean—él asintió y fue corriendo a los juegos—¿qué fue lo que sucedió?

—Extraño a papi—dijo haciéndome sobresaltar.

—Madi, papi vendrá el fin de semana, ¿okay?—la abracé—tranquila, pronto lo verás.

—Es que...es que...es que ya lo quiero ver—explicó impaciente—ahorita.

—Escucha—quité sus lágrimas—¿te parece si haces una videollamada con él?

—¡Si!—habló un poco más animada.

—Pero primero vamos a limpiarte—la bajé y tomé un pañuelo de mi bolso luego lo pasé por su rostro—¡Listo!—lo tiré en el cesto de basura.

Busqué mi teléfono y el número de Shawn, después le hice una llamada por FaceTime. Entramos al salón, ella se sentó en un asiento frente a una mesa, y le di el teléfono.

—Hola, Dan...—se interrumpió—¡Hola, Madi! ¿Cómo has estado?

—Bien, papi—respondió con una amplia sonrisa.

Miré a la maestra quien me hizo una seña para que me acercara a su escritorio, y así fue.

—Bueno, señorita White, quiero comentarle que hay un problema con Madeleine—la miré con sorpresa.

—Cuénteme, por favor—le puse atención mientras me sentaba en la silla de enfrente.

Me dijo que ella es una niña excelente, hace trabajos muy bien hechos y le gusta estudiar, pero que cuando hicieron la entrevista de ingreso, ellos contestaron que sus padres son divorciados, lo cual la maestra ya sabía, pero, notó que la actitud de Madi no era la correcta, se distraía mucho y decía que deseaba ver a su papá, por lo tanto, la maestra me recomendó hablar con ella para que no llegara a afectarle en un futuro. Posteriormente, me comentó que se había percatado de que Madeleine le costaba socializar con demás niños, incluso, se mantuvo alejada; volvió a darme recomendaciones y recalcó que ella también dialogaría con mi hija. Finalmente, le di las gracias y luego los niños se despidieron de Shawn, porque sin darme cuenta, Dean había estado hablado también con él, después nos fuimos de la escuela.

—¿Les dejaron tarea?—pregunté abriendo la puerta trasera.

—Sip—respondió Mad subiendo junto a su hermano.

—De acuerdo, ¿les parece si hacemos rápido la tarea y después vemos películas?—propuse poniéndole el cinturón de seguridad a cada uno.

—¡Si!—contestaron emocionados.

—Bien—sonreí antes de cerrar la puerta y subir al asiento del piloto.

—¿Cuándo vendrá papá Chris?—preguntó Madi con curiosidad.

—No lo sé, cariño—comencé a conducir—probablemente mañana.

—¿Por qué mi papá no viene así como papá Chris?—preguntó Dean haciéndome sobresaltar.

—Porque está con Camila—respondió su hermana.

—¿Y por qué está con ella?—preguntó nuevamente. ¡Dios!

—Porque es su pareja, así como Chris y yo—contesté siendo lo más sutil posible.

—Mmm...—lo meditó un momento—¡Mira ¡Un pájaro azul!—señaló por la ventana y dejó el tema a un lado.

Fueron pocos minutos después hasta que pudimos llegar, bajamos de la camioneta y entramos a la casa, les indiqué que fueran a cambiarse y luego bajaran a comer. Me acerqué a la cocina y recalenté lo que había cocinado el día anterior para hoy, posteriormente, preparé la mesa poniendo platos, cubiertos y vasos. En cuanto ambos bajaron las escaleras, comimos juntos mirando la televisión. Al terminar, recogimos y lavamos los platos sucios, después, Dean y Mad se sentaron a hacer su tarea mientras yo atendía una llamada de Chris.

—¡Hola, cariño!—saludé con alegría.

—¡Hola, amor!—me correspondió—¿cómo han estado?

—Muy bien, ¿qué tal tú?—me senté en un sofá de la sala a lado de Odie.

—Excelente—contestó—¿y cómo les fue a los niños en el colegio?

—La maestra me dijo que todo marchó bien, excepto por un problema con Madi, decía que quería ver a Shawn y estuvo aislada de su grupo—hice una mueca—no es normal en ella.

—Mi niña—sonó angustiado—¿puedo hacer algo?, ¿cómo está ahora?

—Madi está bien, a la vista—la miré escribiendo algo en su cuaderno—yo hablaré con ella, no te preocupes.

—De acuerdo, espero que todo se arreglé—sonreí.

—Yo también—asentí—cambiando de tema, ¿vendrás mañanas?—cuestioné acariciando a Odie.

—Claro, cariño—me puse feliz—trataré de llegar lo antes posible.

—Perfecto—volví a sonreír—te tengo que contar algo importante.

—¿En serio?, yo también—rió un poco—desespero por decírtelo ya—ahora yo reí.

—Suenas emocionado, eso es bueno—dije divertida.

—¡Oh! Por supuesto que lo es—me siguió el juego.

Hablé unos minutos más, hasta que le dije que tenía que ir con los niños, nos despedimos y yo fui con ellos para ayudarles en la parte final de su tarea. Posteriormente, subimos a su habitación para ordenar sus mochilas y por lo mientras, tuve que hablar con James para acordar nuestra junta para la película, además, me había percatado de que había escrito hace horas acerca de lo emocionado que estaba por la noticia que le llegó también a él. Después de ordenar todo, fuimos por algunos snacks y nos recostamos en la cama de mi habitación para ver algunas películas clásicas de Disney.

—Necesito hablar con ustedes, pequeños—dije en cuanto terminó la segunda película.

Pensé que sería un buen momento.

—¿Sobre qué, mami?—preguntó Madi mientras nos sentábamos de frente.

—Escuchen—me miraron atentos—ustedes saben que tengo un trabajo, ¿cierto?—asintieron—y en ese trabajo tengo que salir de vez en cuando para cumplirlo, está vez, tendré que ir a hacer algo increíble para mi trabajo—estaban emocionados—pero, mami no estará por un tiempo con ustedes—se pusieron tristes.

—Yo voy contigo—dijo Dean abrazándome igual que Mads.

—Pequeños—les di un beso a cada uno—daría todo por que vinieran conmigo y me acompañen a trabajar, pero tienen que continuar estudiando y asistiendo al colegio.

—No, mami—se negó Madi—llévanos contigo—pidió en un hilo de voz.

—Cariño—los abracé más fuerte—les propondré algo...—levantaron sus vistas—¿les gustaría quedarse con su papá mientras yo no estoy?

𝓝𝓾𝓮𝓼𝓽𝓻𝓪 𝓱𝓲𝓼𝓽𝓸𝓻𝓲𝓪 ・*:.˛ ˚𝗦𝗠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora