𝓥𝓮𝓲𝓷𝓽𝓲𝓷𝓾𝓮𝓿𝓮

543 23 52
                                    

Al terminar, fui directamente al backstage donde James me aduló y también pude despedirme de todos antes de salir del edificio para llegar al auto pasando desapercibidos.

—¡Wow!—miré mi teléfono con confusión viendo todas las llamadas perdidas que tenía de un número desconocido.

Era una exageración que hubiera cincuenta y seis llamadas. Era muy extraño que esto sucediera.

—¿Todo esta bien, Dani?—preguntó James sin mover la mirada del camino.

—Tengo cincuenta y seis llamadas perdidas de un número desconocido.

—Seguramente es algún fan que consiguió tu número—comentó restándole importancia.

Tal vez, pero seguía pensando que todavía existía una probabilidad de que no fuera así.

—¿Crees que sea eso?

—Podemos cerciorarnos llamando al número en cuanto lleguemos a tu casa, ¿esta bien?—propuso con la intención de reconfortarme.

—Si, esta bien—apagué el teléfono y con un suspiro lo guardé en mi bolso.

El camino no fue muy largo pero podía apostar que lo fue. Sentía preocupación por lo que sucedía, pero procuré guardar la calma. Al llegar, hice que James entrara y mientras él estaba en la cocina sirviéndose juego, yo fui a mi habitación donde escuché risas.

—¡Mami!—Madi y Dean corriendo a abrazarme en cuanto crucé la puerta.

—¡Hola, pequeños!, ¿cómo les fue en el colegio?—le di un beso a baso.

—Muy bien.

—¿Y ya hicieron su tarea?.

—Sip, papi Chris nos ayudó—respondió Dean.

Miré a mi novio sentando en la orilla de la cama, así que me acerqué y le di un corto beso en los labios al momento de escuchar que la puerta se abrió y cuando volteé los niños ya no estaban.

—Seguramente escucharon a James, supongo que fueron con él—dijo Chris pasando sus manos por mi cintura.

—Yo creo que si—acaricié suavemente su mejilla.

Le platiqué rápidamente como me fue en la entrevista y mencioné que contesté algunas preguntas referente a lo nuestro y otras que tenían que ver con Shawn. Terminé diciéndole lo de las llamadas de mi teléfono y propuso la idea de que haya sido algún conocido pero no guardé el número teléfono, entonces recordé a Sierra, la maquillista del show de Lauren. Aunque no le veía el caso a que llamara tantas veces, así que mejor bajamos con James y le pedimos a los niños que se retiraran por un momento.

—El número es de California—comentó Chris. ¿De aquí?

—Que extraño—dijo James confundido.

—¿Vamos a llamar?—pregunté nerviosa.

—Es la solución más rápida.

—Llamaré yo y lo pondré en altavoz—dijo Chris moviendo su dedo por la pantalla para dejarlo boca arriba sobre la mesa de centro.

Un pitido. Dos pitidos. Tres pitidos. Contestaron.

—Hola, ¿señorita White?—preguntaron con alteración.

La voz era de una mujer, y me queda claro que no era de Sierra como yo pensaba.

—¿Quién habla?—preguntó Christian luego de hacerme una seña para que no dijera nada.

—Le contaré rápido, es una urgencia.

Mi corazón recibió una punzada de preocupación. Sus palabras agitadas no me daban buena espina.

—Hemos intentando localizar a personas conocidas por el señor Shawn Mendes, que vivan cerca de donde él se encuentra, así que decidimos llamar primero a la señorita Danielle...—Chris la interrumpió. ¿Qué tiene que ver Shawn en esto?, sé que esta en San Francisco trabajando pero esto no tiene sentido alguno.

—¿Por qué?

—Porque el señor Mendes acaba de tener un accidente automovilístico.

Mi rostro expresó la sorpresa que me había causado lo que dijo la mujer. James me miró angustiado y tomó mi mano entre las suyas mientras yo pensaba que todo podía ser un error o una pésima broma.

—¿Y cómo sé que es cierto?

—Porque sé que Shawn venía con Andrew, y él está aquí conmigo—contestó desesperada.

Chris le pidió sus datos antes de continuar, su nombre, donde trabaja y como consiguió mi número. Ella le contestó todo y dijo que Andrew le había dado mi teléfono porque no estaba muy bien como para llamarme.

—Quiero hablar con Andrew—ordenó Chris.

—Danielle, Danielle—era Andrew con la voz temblorosa—sé que probablemente no creas que esto en serio está pasando pero Shawn está siendo traslado al hospital "Houston", calle 7, cerca del centro comercial "Paradise". Te necesitamos aquí, te lo suplico.

Christian me miró desde su lugar como si quisiera consolarme en estos momentos al verme que estaba realmente preocupada por lo que sucedía.

—Es él—me acerqué a mi novio quien me abrazó mientras yo trataba de no guardar mis lágrimas de angustia aunque era casi imposible.

—Vamos para allá—contestó Chris antes de colgar.

—Vamos—dije luego de pasa un tiempo asimilando lo que ocurría.

—¿No crees que sea una broma?—observé a James incrédula.

—¿Cómo puedes decir eso?. ¡Escuchamos a Andrew!—alegué tomando mi teléfono agitándolo en el aire.

—Amor, escúchame, no creo que sea verdad—Christian intentó tomar mi mano pero negué levantándome en seguida.

Y yo no podía creer que estuvieran hablando en serio porque ellos escucharon lo mismo que yo, era Andrew y no otra persona, sé perfectamente que no jugaría con temas así.

—Bien, si ustedes no creen que es verdad, entonces yo voy a ir—caminé segura hacia la puerta.

—¡Elle!—gritó Christian desde la sala—¡Danielle—escuché sus pasos acercarse—¡basta ya!—tomó mi antebrazo impidiéndome hacer cualquier otra acción.

—¡Christian, suéltame!—traté alejarme de él con varios intentos fallidos.

—¡Danielle, no estás en condiciones para viajar hasta San Francisco!—me gritó.

—¡Entonces conduce tu!—lo empujé.

Necesitaba tener a alguien que me apoyara, y no a dos que no me creyeran.

—Conduzco yo, entonces—se relajó luego de unos minutos de mirarme—James, ¿puedes traer a los niños?, por favor—le preguntó a mi manager quien miraba toda la escena.

—Sin problema—asintió para después irse.

Chris me observó y pude ver lo arrepentido que estaba en sus ojos. A veces solo quería que me escuchara. Dio unos pasos hacia mi y acarició mi cabello delicadamente.

—Tengo miedo de que le pase algo peor—susurré dándole un abrazo buscando un refugio en él.

𝓝𝓾𝓮𝓼𝓽𝓻𝓪 𝓱𝓲𝓼𝓽𝓸𝓻𝓲𝓪 ・*:.˛ ˚𝗦𝗠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora