CAPÍTULO 11

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Joaquín.

Enseguida que terminé la llamada regrese a mi celda, tome un baño para después ir a los comedores, mentiría si dijera que no me siento nervioso, se que muchas de las muerte, suicidios o golpizas que han ocurrido aquí dentro son mi culpa, no directamente, pero igual soy yo quien da la orden. Pero esta vez es distinto, seré yo quien lo haga sufrir, serán mis puños quien le destrocen la cara y serán mis manos quien le arrebaten la vida.

Es extraño, hace mucho tiempo que no sentía nervios por lastimar a una persona, hasta hace unas horas yo crei ser el hombre más insensible del planeta pero cada minuto que pasa el cosquilleo en mi estómago se hace más intenso, —tal vez sea por que estoy acostumbrado que hagan esto por mi— pensé.

Paso más o menos media hora en lo que todos terminamos de comer, el almuerzo había estado un poco intenso ya que un compañero empezó un pleito el cual terminó enseguida ya que al solo observarme en frente de ellos inmediatamente se alejaron disculpándose.  Amo que me respeten de esta manera.

Al salir de los comedores muchos se fueron al patio, algunos a las regaderas y otros al la biblioteca que generosamente mi socio mandó poner.

Yo me dirigí a mi celda, estaba demasiado lleno como para hacer ejercicio en el patio o ir a leer, además, a diferencia de todos yo si amaba estar en mi celda, echarme en mi cama y ver una película de acción o un poco de XXX...

Al final me decidí por la película de acción, estaba bastante buena de hecho.
Unos quejidos escandalosos interrumpieron la mejor parte de la película, maldije mil  veces a quien sea que esté gritando de esa manera.

¡soy inocente!    ¡Yo no hice nada, se los juro!

—típico...todos dicen lo mismo— hable para mi.

5 minutos después y por fin había dejado de gritar, para ese momento ya había detenido la película y solo estaba en mi cama recostado. Escuche como tocaron la puerta de mi celda, así que con toda la flojera del mundo me levanté a abrir...

—Bondoni — habló el policía —recluso nuevo. —estiro el brazo el cual sostenía una carpeta. "Gracias" respondí cuando tuve los papeles en la mano y volví a entrar a la celda.

"Emilio Osorio Marcos"

"Cantante "

"27 años"

"Casado"

"Abuso sexual"

Después de leer el expediente del nuevo me di cuenta de quien se trataba...
Una punzada en el lado izquierdo de la cabeza hizo que soltara los papeles.
Sentía algo bastante extraño en mi interior pero no quería averiguar qué era, no podía permitir que el remordimiento me alcanzará así que sin más guarde las hojas que se encontraban regadas y salí de la celda.

—ey, por favor escuchenme soy inocente — me estaba acercando a la celda del tal Emilio pero antes de llegar y verlo a la cara me detuve. Lo escuché gritar nuevamente y lo que no quería sentir ya se estaba instalando en mis pensamientos...remordimiento.
Su voz estaba tan rota, llena de dolor y vergüenza. Me maldije a mi mismo por ser un cobarde al darme la vuelta y regresar a mi celda lo más rápido que pude...que diablos me pasaba? Yo no tenía sentimientos.

Regrese a mi cómoda cama y decidí tomar una pequeña siesta, tal vez solo estaba cansado y por eso me había sentido así.

Emilio.

Por un momento sentí que mi garganta se desgarraria por los fuertes gritos que hacía, no quería estar aquí, no era justo, no lo merecía.
Pase de estar en mi casa en mi cómodo mueble a esta dura cama de material, era horrible, todo el lugar se sentía frío y solitario pero no tanto como la celda en la que viviría tantos años.
La cabeza me daba tantas vueltas que crei que moriría ahí mismo, miles y miles de cosas pasaban por mi mente.

La traición de mi amigo

La infidelidad de mi esposa

Mi padre

Mi madre

Mi casa

Mi trabajo

Mis fans

Todo!!! Todo lo había perdido en tan poco tiempo.
Intente resolver todas mis dudas en un segundo pero más me confundía.
Cuando me tranquilice por un momento senti unos pasos acercarse entonces volví a gritar, necesitaba ver a alguien, quien fuera o me volvería loco en las primeras horas de mi estancia en la cárcel.

Y creo que ya lo estoy...me acerque a las rejas y por más que busque a la persona no había nadie... —okey, o hay fantasmas o me estoy volviendo loco enserio — pensé.

Pasaron algunas horas, no supe cuántas exactamente ya que me había quedado dormido después de llorar como niño pequeño. Antes de entrar me explicaron dónde estaban las regaderas y todo eso, así que decidí ir a darme un baño.

Mejor me hubiera quedado en la celda...

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Oigan...perdón por siempre actualizar tarde, la verdad es la única hora en la que me da tiempo.

Espero les esté gustado la historia. Esto se pone cada vez más bueno🔥🔥🔥

¿Que habrá pasado en las regaderas?

¿Cual creen que sea la reacción de Joaquín al conocer a Emilio  y viceversa?

Los amo❤

LizZ💞

PRISIONEROS (emiliaco)   [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora