PRISIONEROS (emiliaco) [TERMINADA]

CAPÍTULO 21

Tiempo después...

Era 8 de septiembre nuevamente.

Para todos en el reclusorio era un día cualquiera.
Cielo azul, completamente despejado, y con un brillo solar perfectamente esquisto.
Pero para Joaquín era un día digámoslo así "especial".

Hoy se cumplen exactamente 6 años desde aquel día que su vida cambió.
Era un joven como cualquier otro, apenas acababa de cumplir 18 años y ya se había metido en un gran problema.

Si, vendió drogas.

Pero jamás dijo por qué. Todos pensaron que fue por rebeldía, ya que su familia es de buena posición económica y jamás le faltó nada; ni a él ni a su hermana quien falleció ese mismo día...

Este día lo marcó para toda la vida, no solo era por su encierro si no por la pérdida de su hermanita de apenas 15 años.
Detrás de la muerte de la pequeña Renata había un gran secreto, el cual Joaquín jamás revelaría, ni aunque su vida dependiera de ello.

[...]

Los reclusos habían salido a los patios para tomar el sol, era un día muy soleado y para ellos eran los mejores.
Unos hacían ejercicio, otros jugaban voleibol y algunos simplemente platicaban.

Entre todos ellos una melena de rizos se alborotaba mientras corría por la ligera pelota.
Emilio nunca fue amante del voleibol, pero después de haberse resignado, practicar el deporte era de lo mejor que había allí dentro.

La estaba pasando bien...pero unos ojos cafés oscuros no salían de su mente.
Ahora comenzaba a odiarlo, pues no había motivo alguno para que un hombre y menos el estuviera rondando por su cabeza.
Pero la curiosidad estaba presente.
Había escuchado muchos rumores de Joaquín, ahí todo el tiempo hablaban de él, y mucho más los días como hoy.

"sus comodidades" "amistad con el director y policías" "la venta  de drogas"  "el supuesto socio" y lo que más le inquietaba eran todas teorías de su delito.
Joaquín Bondoni era una caja de secretos, y Emilio Osorio moría por descubrirlos.

Emilio

El día era de los mejores desde que llegué a este lugar.
Hace ya algunos meses que no veo a mi familia, a pesar que les advertí que no quería verlos ellos volvieron pero yo si cumplí, por más que moría por abrazar a mi madre no salí a recibirlos,,,era lo mejor.
Acepte mi nueva vida pues de lo contrario quizá no hubiera sobrevivido mucho tiempo a este encierro.

Ahora me siento más acoplado a este lugar. Ya no soy el "nuevo" han llegado 5 reos más y aunque no le deseo esto a nadie agradecí profundamente que hayan llegado pues ahora son a ellos a los que molestan.

El juego había terminado. Poco después nos llamaron a comer. Ahora ya hasta se me hacían ricos algunos platillos de aquí, quizá no lo estaban, pero también me había acostumbrado.

Todo parecía ir bien, hasta que uno de los nuevos le soltó un golpe a otro recluso,( nisiquiera se supo por que), se armó tremendo pleito entre todos.
Yo me alejé junto con Roger y Edgar un chico con el que también había hecho buena amistad, nosotros no queríamos problemas, solo estábamos a espera de que Joaquín saliera de algún lugar y detuviera todo eso, pero jamás llegó.  

Los golpes terminaron. Había comida regada por todos lados, sillas y mesas rotas, dos hombres con heridas bastante graves, uno desmayado y quizá 7-8 golpeados. Enserio que se puso bastante feo, jamás había presenciado algo así, aunque según Rogelio antes que Joaquín tomara su lugar estas peleas eran lo mínimo.

Después de ayudar a las señoras de la cocina a limpiar todo el desastre, nos mandaron a las celdas más temprano como castigo, nos darían media hora para ducharnos y de ahí nos encerrarian hasta el próximo día.
Pero a mi algo me inquietaba.