Capítulo 11
La subconsciente de Lorena un día dijo:
A veces es mejor no saber nada.Cuando llegué a casa ya era media noche. Sammy me dejó frente a la puerta y al entrar mi tía madre me estaba esperando.
Ella me regañó porque no le pedí permiso y me dijo que para la próxima le diga a dónde me dirijo para no preocuparla tanto.
No le informe porque pensé que iba a llegar antes que ella, además yo siempre estoy sola en casa.
Lo peor fue cuando me quedé sola en mi habitación; no dejaba de pensar en Dyland y lo que hicimos esta noche. Quiero repetirlo, quiero estar con él.
No es que el me guste ni nada de eso, solo sé que quiero estar con él.
¡Bendita sea! Te odio por eso, ¿Será masoquistas? ¿Es que no ves? Es un criminal.
Lo sé, no tiene que estar siempre opinando en mi vida, sal de mi cabeza bendita subconsciente.
Debe de valórate.
¿Acaso cree que no lo hago? Le gritó, mi subconsciente cierra sus ojos, puedo ver dos lágrimas salir de mis mejillas.
Eres patética
Deja de estar recordándome lo que soy, me conozco, tengo espejo, y día tras día me observó.
¿Suena tan mediocres?
Cállate, déjame pensar, cállate.
Entró en mi armario y cierro mis ojos, ¿Que me ocurre? Está no soy yo.
Está embobada.
¡Que te calles! Déjame pensar.
No puedo callarme, si lo hago luego te suicida.
Deja de decir estupideces.
No digo estupideces, la estúpida y mediocres, eres tú.
Ahora me ofende ¡Ja!
Lágrimas, tras lágrimas, suspiro tras suspiro, empecé a sentirme mal, me ahogaba en mi agonía, mi soledad era cada vez mas fuerte, cada día me sentía más sola. No entendía por qué me sentía de esa manera si todo estaba bien.
Eso me pasa cuando estoy sola en mi habitación, me agobia la soledad.
...
La mañana del sábado me despierto con un fuerte dolor de cabeza, estaba en mi armario ¿Cómo llegué aquí? ¡Dios! Me levanto de ese piso tan frío y me acuesto nuevamente, pero me acuesto en mi cama.
Tiene que levantarte.
Es sábado.
Recuer...
Déjame dormir, no moleste.
Al final dormí menos de media horas, mi madre me necesita en la cocina porque hoy tiene visita, es raro que mi madre traiga visita a casa, estoy un poco asombradas.
Después de arreglarme me decido en salir de mi habitación.
— Buenos días — saludo a mi madre ella me saluda con muchos besos en la mejilla.
— Te quiero mi niña — me sonríe.
— Yo también — le doy un beso en la mejilla.
— ¡Uf! Ya llegaron — dice dejando la cocina y yendo a abrir la puerta ya que el timbre no para de sonar — bienvenidos — observó para ver a las visitas del día de hoy ¿Qué?
¡Santo padre!
Se te arregló el día.
¿De que habla?
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EL Misterioso Dyland ✔️
Teen FictionLorena una Joven que se ve obligada a elegir entres dos caminos "El bien y El mal" una chica creyente fiel de Dios el cual tiene su pasado enterrado entre la tumba de su mente y sus recuerdos más triste, mientras ella trata de olvidarse de todo el...