Butterfly. ✨ᴊᴜηɢᴋᴏᴏᴋ

Veintisiete.

K. HeeYon.

—¿Qué tal con ese Romeo? —deje de meter el bocado de pastel, y mis mejillas empezaron a tener el típico color rojizo.

—¿De que hablas? —pregunté.

—Vamos ¡HeeYonie! Se directa. —solté una risa al ver las manos de Sun-hee que se movían como globos.

—¿Te gusta Jungkook? —preguntó Hana, con una ceja alzada.

—No. —frunci el ceño.

—Di la verdad, somos amigas. —rogó Sun-hee.

—¡No! Basta, mejor diganme, ¿Les gusta algunos de los amigos de el?

—¡Taehyung es el más lindo!

—¡No, Jimin es más lindo! —gritó Hana, y en ese instante nos echamos a reír, porque peleaban quien era más guapo. De echo, nos pasamos hablando casi toda la tarde, y me sentí demasiado bien, me hacía falta una de estas pláticas.

Los dolorosos golpes de la almohada me irritaban en los ojos, y también hacían que mis cabellos tengan algo de electricidad.

Pero un "ring, ring" de mi celular, había atacado el momento de la pelea. —Te hablan, de seguro es tu amado Romeo que viene por su tonta Julieta. —Sun-hee fingía que el Romeo era la almohada blanca de allí.

—¡Cierra tu horrible boca! —grite.

Giré mis ojos, y agarre el artefacto que no dejaba de sonar, por más que quisiera, lo prendí, y aplaste la pantalla táctil, para ver de quien se trataba.

Yoongi✨
Hoola, ¿cómo estás?
¿Puedes salir un momento?
Te invito un helado si quieres.

No me hacia tan mal salir un rato, además de que somos amigos, no hay nada de malo.

—Oigan. —musite, riendo un poco—Debo salir, se quedan en su casa, ¿no hay problema?

—¡Saldrás con Jungkook! —gritaron las dos, y yo que creía que me reclamarían por dejarlas solas en mi casa.

—Vuelvo pronto. —dije, sonriendo de lado —¿No hay problema?

—No. —gritó Sun-hee—¡Nos pondremos tu ropa!

Solamente agarre mi celular, y salí de mi casa con una poco de inseguridad en mi interior, al abrir la puerta, me encontré con el chico pálido, y una sonrisa extraordinaria, tenía un brillo especial en sus ojos, que era inevitable no admirar.

—Hola. —me saludo—Me gusta verte así, de manera desordenada. —sonrió.

—¿Gracias?

—¿De nada?

Solo golpee su hombro, y me diriji a caminar cerca del chico de cabello gris. —Vamos por mi helado. —agarré su mano, y el no se negó en mi acción.

Estar con Yoongi se siente diferente, siempre hablamos de temas interesantes, a diferencia de Jungkook que casi siempre pasamos gritando, y peleando.