Tres.

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Kim HeeYon.

—¡Ponte esto! —gritó Sun-Hee, con una blusa corta entre sus manos. —¡Te quedará perfecto! —volvió a gritar la castaña con una sonrisa extravagante.

—Uhm. —murmure con una ceja alzada—Yo pensaba en este. —mostré con mis manos un buso negro con cuello. —, siento que es muy boni..

—¡Por favor! —suplicó Sun-Hee.

—Yo creo que estaría bien esa blusa. —habló Hana señalando la blusa que Sun-Hee tenía en su poder.

—Ya que. —alcé mis hombros y de un jalón tome la blusa para colocarmela.

Sinceramente me sentí bien con ese atuendo. Tenía puesto la blusa corta que dejaba ver un poco mi cintura, una falda roja con unos tacones un poco altos, me ayuda a no verme tan pequeña de lo normal.

—Listo. —dije, con mi mano en la cintura, dando una que otra vuelta, creyendome modelo.

¡Preciosa! —gritaron las dos al unísono.

Sonreí mostrando mis dientes, y fui a mi armario para llevar una chaqueta de cuero color negro.

Sun-Hee, y Hana son mis dos mejores amigas, y las únicas por cierto. Desde pequeña me he llevado tan bien con ellas dos, que son ya mi familia. El problema es que no les agrada mucho a mis padres, dicen que son —mala influencia—que es totalmente falso. Cada quien hace lo que quiere.

"tok tok" las tres giramos nuestras cabezas por el sonido de la puerta. Trague duro, y decidida fui abrir la puerta. —¿Quién? —susurre.

—¡Tus hermanos! —gritaron.

—Ah, ustedes.—dije en tono de alivio. Gire la perilla, y con una sonrisa de lado, les hice señas de que pasarán.

—¿Dónde es la fiesta? —preguntó Jin, con brazos cruzados.

—¡Te la envié por WhatsApp! —grite.

—¿A qué hora te recojo? —preguntó Nam.

—A las doce. —junte mis manos—¡Porfavor!

—¿Qué clase de poder tienes para convencernos fácil? —Nam agarró mis cachetes, jugando con ellos.

—Soy su hermana, y me aman.

—Te detestamos. —dijeron en tono burlon.

—HeeYonie. —susurraron las dos chicas. —Ya es tarde.

—¡Oh! Cierto. —tome mi celular, y un bolso pequeño—Adiós, los quiero. —sonreí.

—Adiós HeeYonie. —la forma cariñosa que me dicen es demasiado lindo—Cuida.. ¡Oh espera! ¿Pediste permiso para salir?

—¡Adioos! —cerré la puerta demasiado rápido.

(🚗🚗)

Las canciones del carro, nos hacen volvernos locas y cantar como unas niñas desequilibradas. —HeeYonie, te falta algo especial. —dijo Hana, buscando algo en su bolsillo. —Esto. —sacó un labial con una tono de rojo chillón.

—Perfecta.

—Pareciera que están cuidando una niña. —me queje.

—Lo es. —argumento Sun-Hee, con su mirada perdida en el parabrisas—No olvides que eres la menor de acá.

Hice un puchero leve, y me di cuenta que ya habíamos llegado. Y como me lo dijeron, en esta fiesta irán demasiados chicos guapos, y claro que lo son.

—¡Llegamos! —gritó Hana.

—Listo chicas, caminar con modales, somos hermanas, no lo olviden. —dijo Sun-Hee, y en eso solté un risita.

Nos bajamos del coche, con un poco de temor, al caminar sentimos que todos nos miraban. Al parecer eramos las únicas chicas disponibles, las demás estaban con su pareja alado. —Me siento desnuda. —me queje.

—Tranquila. —susurraron las dos.

Seguimos entrando más. Habían chicos bailando solos, otros tomando, y otros dormidos en el suelo. Muchos de ellos, son extremadamente guapos.

—Aquí no hay chicas. —dije, moviendo mi cabeza.

—¡Disfrutemos! —gritaron.

Tomaron mis muñecas, y corrimos a una stand de tragos finos. Y en segundos unos chicos se acercaron donde nosotras, un chico era de cabello azul, con un tatuaje en el cuello, y el otro con cabello rizado.

Ambos querían bailar con mis dos amigas, hice señal de que bailarán sin preocuparse de mi. Al verlas que se divertían demasiado bien, me sentí feliz por ellas.

Parpadee varias veces, y otra vez la mirada de los chicos me atacaban, y ya era demasiado incómodo, solo sonreí falsamente, y fui dando pasos hacia atrás, y de vez en cuando miraba si había un escalón.

Mientras retrocedía, los chicos se iban acercando más y más. Un mesero había llegado con una bandeja de trago, y de los nervios que tenía, tomé dos. El primero lo pasé rápido, con un ardor en la garganta, y sentí que me veía tonta caminando hacia atrás, pero aún así no importo.

Dispuesta a tomar el segundo, una gran pared se atravesó en mi espalda, exactamente no era una pared si no una espalda. —Agh. —me queje por todo el trago que lo tenía puesto ahora, mi blusa se mojo totalmente.

Gire para ver quien era el culpable, al mismo tiempo que yo había girado, aquel chico también lo hizo, y mis ojos se encontraron, con un ¿Jungkook?

Al verme, el alzó sus cejas, con la boca ligeramente abierta. —Tu otra vez. —habló.

Se veía diferente, tenía toda su ropa de color negro, con unos aretes de cruz, con unos anillos en sus manos, y su cabello ondulado, y como lo suponía venir, este movió su flequillo para despejar su vista hacia mi.

—La vida es buena contigo. —volvió hablar, sonriendo, con una copa entre sus manos.

Butterfly. ✨ᴊᴜηɢᴋᴏᴏᴋ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora