Capítulo 13: Deseos.

838 143 27
                                    




"Good Omens es una serie de Amazon Prime y un libro de Terry Pratchett y Neil Gaiman"

N.A. Advertencia, tiene contenido 18+

Las alas de los ángeles eran una extensión de su cuerpo celestial, Crowley estaba seguro de que, aquellas eran tan sensibles si se tocaban de la forma correcta podría llevar a una criatura del cielo al éxtasis.

El pelirrojo a pesar de amar a su ángel, tuvo varios amantes durante su larga vida en la tierra, esto siempre oculto del rubio, sobre todo en la época en la que este decidió separarse de él con el enojo por su petición del agua bendita.

Crowley había llevado una vida sexual muy activa, como buen demonio, pero ninguno de aquellos cuerpos desnudos se compara con el de Azira quien estaba frente a él, con el rostro rojo por la pena de saber que estaba frente al pelirrojo con ropa interior.

— ¿Seguro que de esta forma se hace la trasmutación de cuerpos? — le pregunto con pena el rubio, quien no quería mirar al pelirrojo en ropa interior negra, su camisa estaba tan ceñida que parecía una segunda piel, la mirada de Aziraphale se desvió un momento a la entrepierna del demonio, ocasionando que su rostro entrara en combustión, aquel bóxer de licra negra no dejaba mucho a la imaginación.

Crowley quería tirar una carcajada, pero él también estaba nervioso, era la primera vez que veía el cuerpo de Aziraphale de esa forma, generalmente su ángel tenia más ropa de la necesaria, aunque el clima de Londres no fuera tan frio, el rubio siempre vestido con aquellos trajes ridículamente estorbosos.

Pero ahora solo tenía un bóxer muy largo, una camisa blanca de interior, y unas calcetas con estampado de tartán, Zira se avergonzaba de su cuerpo, al demonio le parecía adorable que este tuviera aquellos kilos de más, eran para él como decía Botero, sinónimo de buena vida en el mundo terrenal.

Se acerco lentamente y el ángel se protegió con sus alas, ocasionando que por fin Crowley pudiera comprobar si su teoría era cierta.

— Tranquilo ángel, no muerdo — se burló, tomando una pluma entre sus dedos, mientras veía como este lanzaba un gemido quedo — a menos que quieras...

Las manos de Crowley tomaron aquellas sedosas plumas como si fuera una extensión de piel, ocasionando que un quejido se escapara de la boca del ángel, esto logró que Aziraphale sintiera aquel sentimiento que varios consideraban prohibido, un cumulo de placer se paseo por su cuerpo, como si aquel par de alas fuera tan sensible y ante los hábiles dígitos no pudo más que dejarse hacer, los ojos hipnoticos de la serpiente lo tenían atrapado, y el se sentía como un simple ratón a punto de ser devorado.

— Crowley... esto no es correcto — susurró, intentando ignorar las enormes ganas que tenia de tirar los perjuicios en su mente, de saber que sus deseos eran otros pero tenia que acallarlos, aunque le costara un esfuerzo abismal parar al demonio de cabello rojo quien parecía apunto de lanzar un juramento al aire.

— ¿Voy muy rápido? — pregunto algo enojado, pero Aziraphale sabía que, si no lo detenía, sería muy difícil parar más adelante, su cuerpo le pertenecía al pelirrojo, pero su mente aun le era fiel a dios, y ceder a sus deseos carnales en ese momento, haría que sus planes se fueran por la borda, en cuanto sus cuerpos se fundieran en uno solo, él sería un caído.

— Aun no es momento, querido — susurro, tomando el rostro de Crowley para darle serenidad, pero este deseaba más que eso, odiaba que su ángel fuera el ser más terco y difícil que hubiera conocido, pero por algo lo amaba por casi 6,000 años.

N.A. 2:  Una pequeña cosa loca que se me ha ocurrido.

Palabras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora