Capítulo 17: Bruja.

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"Good Omens es una serie de Amazon Prime y un libro de Terry Pratchett y Neil Gaiman"

El olor a incienso inundó sus fosas nasales, un serpenteo de su lengua bífida se escapó por un momento sin que la joven frente a él supiera que pasaba. Ella era una dama de tez morena y cabellos enmarañados, una gitana recomendada por sus contactos en vista de su desesperación.

Él portaba una cabellera roja, la cual lucía diferente según su antojo, en ese momento su peinado era un poco más corto y sin cuidado, la jovencita preparaba unos sigilos dibujados con sal, mientras las cartas del Tarot estaban perfectamente acomodadas.

— Nunca un demonio me había visitado, al menos no por consejos — le dijo risueña, el pelirrojo soltó un chasquido con su lengua, mientras sus ojos cubiertos por gafas de sol ignoraban el hecho de que era casi medianoche en la casa de aquella brujilla de dudosa reputación.

— ¿Necesito saber, si un ser está interesado en mí? — soltó dejando ir el último resquicio de dignidad que poseía, todo por él, siempre por él.

La jovencita barajeo las cartas, no sin antes enarcar una ceja ante esa declaración, un demonio enamorado, ¡Vaya sorpresa!, puso sobre la mesa aquellos naipes, era una simple baraja española; una copa salió y un seis de bastos, un jinete con una moneda de oro también, Crowley no entendía nada, para ella todo era más claro.

— Él ama a toda la creación, pero sobre muchas cosas, eres especial para él. Aquí lo puedo ver, pero...

El demonio sintió la sangre irse a sus pies, si es que acaso tenía alguno, entre él y el principiado Aziraphale siempre había un pero, la morena sintió la tensión de su cliente, quien monto en cólera.

— ¡Calma, debes tener calma con él!

— ¡Tú no entiendes! — soltó el demonio haciendo un mohín, y ella levanto las manos usando sus poderes, logrando que la sangre del demonio se calmara.

—¡Debes de guardar calma con él! — casi grito, y por un momento vio su vida pasar ante sus ojos cuando el pelirrojo se puso de pie.

— He guardado seis mil años de calma, necesito que su alma sea mía, no de la manera que crees, es decir quiero todo de él. Lo amo.

Y al decirlo se sintió mil veces más ligero, las cosas no pesaron tanto, pero, aun así, la morena negó con la cabeza.

— Ese es el problema, su ansiedad por tenerlo... lo aleja, puede amarlo, pero es algo que no ha sentido, no así...

Y Crowley entendió que era verdad, Aziraphale sabía que el amor existía, pero a su alrededor, no hacía él como ser. Sin duda el amor que el demonio poseía hacia él era demasiado intenso.

Tanto que hasta el mismo se asustaba.

Decirle a su Ángel mejor amigo no iba ya con él, quería decirle palabras dulces y mostrarle cuánto lo adoraba.

Pero ahora en su desespero pedía ayuda mágica

— ¿Cuál es tu nombre? —pregunto intentando no sonar intimidante.

— Anathema Device — murmuró recogiendo sus cartas, pareciendo tranquila a pesar del miedo que se instalaba en sus entrañas.

—Vendré más seguido.

Y tomo su sombrero y se marchó, dejando billete de quinientas libras en la mesa, la jovencita sonrió, era una buena cantidad de dinero.

Sabía que el aquel rubio del que Anthony estaba enamorado, sería muy dichoso, con la plata que de cargaba el pelirrojo, le serian cumplidos sus caprichos mundanos, y sobre todo, sería amado.

Pero después de todo el destino de ambos ya estaba trazado, ella sólo era un medio para conseguir que se amaran más rápido.

N.A. Me encantan Crowley y Anathema, al menos tengo 3 partes de esta pequeña historia.

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