"Good Omens es una serie de Amazon Prime y un libro de Terry Pratchett y Neil Gaiman"
Y aunque la magia era algo que no tenía explicación, Anathema la usaba como medio de vida para seguir aconsejando al pelirrojo cada que iba por una lectura. Día a día Crowley iba una vez por semana a contarle sus avances, así a lo largo de dos años, donde el pelirrojo le pagaba cantidades descomunales por una nueva lectura.
Pronto más que lecturas se convirtieron en sesiones, que la hacían sentirse una psicóloga, una especializada en demonios con él corazón roto.
— Me le confesé — le contó con tono de resignación, estaba algo ebrio y la joven quería ignorar ese hecho — no me respondió, fingió no escucharme.
Ella sintió pena al verlo derramar unas cuantas lágrimas color sangre, le pasó un pañuelo para que se limpiar el rostro, manchándolo de carmín.
— ¿Has pensado en algún otro prospecto? — pregunto ella esperando que si esto no funcionará al menos Crowley pudiera ser feliz, pero la idea parecía aterrarlo.
— ¡No! jamás podría amar igual a alguien que no fuera Aziraphale — le confesó con voz queda, intentando no sonar patética por el llanto — Porque jamás alguien será él.
Y con eso se le ocurrió una fenomenal idea, corrió a buscar entre sus cosas y le dio una botella pequeña, era de un color negro y forma elegante, parecía un perfume, pero tenía algo para darle confianza.
— Cuando lo veas, dale esta nueva colonia— le dijo ella, viendo como Crowley asentía, como si en esa botella estuviera la respuesta a sus problemas de desamor.
Su cliente se marchó dejando un poco de dinero, siempre era así con el demonio, era más una terapia que una lectura de Tarot tradicional.
Y se marchó a dormir, rezando un poco a que aquel ángel se llenará de confianza.
Al día siguiente el demonio llegó eufórico, y toco la puerta del local de madera, Anathema se despertó y miró a la nada, volviendo a escuchar la dichosa puerta, abrió como no quiere la cosa y encontró a un Crowley despeinado y completamente radiante, la tomo de los hombros y le estampo dos besos a las mejillas al estilo francés para después apretarla en un abrazo.
— ¡Muchas Gracias! — grito zarandeándola, ella se sostuvo las gafas de montura delgada, las cual amenazaban con salir volando de su cara, él parecía fuera de sí.
— ¿Qué paso? — le pregunto, acomodándose el cabello, dándose cuenta de que Crowley se sentó en una de las sillas de madera vieja de su local.
— Aziraphale me ha abrazado, y yo tuve el atrevimiento de darle un beso en la mejilla y no me reclamó, creo que hasta me sonrió, después salí huyendo de ahí, conduje por toda la M25 y vine aquí — con cada palabra Anathema sintió que la felicidad se convertía en un regaño.
— Espera, quieres decir que lo dejaste solo, eso es inaceptable Crowley — lo regaño ella — ha de pensar que estas loco, y no precisamente por él.
Ella revolvió un frasco más y se lo entregó.
— Enserio, me agradas, pero debes de poner más atención a los detalles, pon esto en la comida que le des — le sugirió, Crowley miro la botella con desaprobación, pero aquel beso fue el paraíso, en definitiva, le haría caso a la bruja.
Esperaba que Aziraphale lo amará, o de alguna o otra forma el futuro pendía de un hilo que sostenia Anathema.
N.A. Me encanta estos dos, en algún momento hare un crack de ambos, pero por lo pronto, solo me ocupare en estos pequeños Drabbles.
Saludos.
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Palabras.
FanfictionCrowley tenia una serie de palabras que le recordaban a su ángel, sera lo suficientemente valiente para hacerle saber sus pensamientos. Serie de One shot relacionados con la actividad del Fictober del Grupo GO LAT. Fan art @ruushes Portada hecha por...