Capítulo 25: Niños

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"Good Omens es propiedad de Terry Pratchett y Neil Gaiman"

Y el SEÑOR dijo: Borraré de la faz de la tierra al hombre que he creado, desde el hombre hasta el ganado, los reptiles y las aves del cielo, porque me pesa haberlos hecho. Genesis 6:7

Mesopotamia 3004 A.C.

El demonio vio la escena de nuevo y se preguntó si siempre los seres del cielo habían sido tan ingenuos como él, varado en una roca en lo alto de una de las montañas observaba la lluvia devastadora, tan cruel como el dios que se blandía en los cielos.

Observó con asombro como alguno aún pedían ayuda.

Pecadores, como él.

En aquel diluvio, el primero y el ultimo según Aziraphale habían muerto tantos, hombres, mujeres y niños.

Eso ultimo le dio un vuelco en el corazón a Crawly.

Sus cabellos rojos fueron anudados por algunos niños de la aldea, ahora posiblemente sus cuerpos inertes yacían bajo las olas que golpeaban la roca.

Extendió sus alas, negras como la noche que se extendía en la cabeza de los incautos, y todos pudieron verlo, el dador del pecado, el demonio de la tentación original, quien ahora ante los ojos de los que aun permanecían vivos, se veía más humano, más angelical que los portadores divinos que le daban la espalda.

Crawly entendió perfectamente todo, sin duda dios no era misericordioso, y tampoco dador de paz, era un tirano, y por eso él había caído.

Observó como algunos cuerpos flotaban en el rio que ahora era la expiación de su pecado.

— Me preguntó Dios, que habrán hecho estas personas — le preguntó, observando los rayos surcar el cielo — acaso ellos preguntaron también tanto como yo, o es que estuvieron con las personas equivocadas.

Sonrió ante eso último.

***

En la actualidad el demonio Crowley, disfrutaba una tarde en el jardín de Tadfield, acompañado de Aziraphale, ambos habían visitado al anticristo, el cual corría alrededor con el sabueso del infierno y su grupo de amigos.

En un acuerdo mutuo decidieron visitar al niño tanto como fuera posible, con el fin de seguir sirviendo de guía en el mundo físico.

Crowley sonreía mientras Piper correteaba a los dos niños con una vara enorme, mientras Adán parloteaba con Anathema, quien le apoyaba con sus dudas, por más locas que este fueran.

— Vaya ángel, quien dice que no podemos ser buenos padrinos — sonrío e demonio.

— Te recuerdo querido que no nos fue muy bien con Warlock — se burló el rubio, recordando la fallida fiesta de cumpleaños once del menor.

Crowley torció la mueca, no lo negaría, se había encariñado con el mocoso, era lo más cercano que experimentaría en cuanto a crianza con su ángel.

Aziraphale le tomó la mano, haciendo que el pelirrojo soltará un respingo.

— ¿Extrañas a Warlock? — sonrió de manera arrolladora, siempre podía contar con calma que le brindaba el principiado, sin duda era como un bálsamo para las heridas.

— Si, aunque a sé que estará bien, fuimos buenos guías — dijo irónico, pero en el fondo sabía qué lo eran.

Aziraphale le dio una cándida sonrisa, sin duda el talón de Aquiles de Crowley siempre serían los niños humanos, desde la antigüedad.

N.A. este es mi HC favorito de Crowley <3

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