Los Pequeños Jades [Primera Temporada]

Capítulo 11

Los días pasaban rápidos pero aun no había indicios de que el efecto del incensario haya terminado.

Jiang Cheng se encontraba pensado de lo que habló con Wei WuXian.

- ¿Y como le puedo decir a un niño si le gusto de forma romántica? -suspiro.

Estaba cansado y es que dirigir una secta y cuidar de un niño no era nada fácil.

Cuando Jiang Cheng no podía cuidar del pequeño Lan Huan, una de las doncellas que le servía tenía que ayudarlo a cuidar del niño. Y el pequeño no podía dormir sino estuviera a su lado.

Realmente no se encontraba bien, pero tenía que cuidar de Lan Huan.

- ¡A-Cheng! ¡A-Cheng! -Lan Huan corría mientras gritaba su nombre -Ahh...Ahhh...Jiang..Jiang Cheng mira lo encontré por ti -decía sonriendo. 

Lan Huan le mostró el objeto que traía en mano, era un pergamino. 

Jiang Cheng cogió el pergamino, lo extendió encima de la mesa. 

En ella estaba los nombre de todos los anteriores líderes de la secta Yunmeng Jiang y sus esposas.

- Jiang Cheng ¿Por que tu nombre no esta escrito ahí? -lo miró con curiosidad.

- Solo están los nombres de los líderes anteriores, en pocas palabras los que ya han fallecidos -respondió.

- Ya veo -miro el pergamino y con su dedo índice señalo un nombre -Jiang Cheng, este nombre se me hace conocido.

Jiang Cheng miro el nombre que Lan Huan señalo.

Jiang FengMian 

Jiang Cheng sonrió de tristeza.

- Jiang Cheng ¿Te encuentras bien? -preguntó Lan Huan.

- Estoy bien -sonrió -este nombre es de mi padre y el de a lado, la de mi madre.

- Yu...¿Yu ZiYuan? Es un lindo nombre para una mujer, tus papás ¿Eran lindos verdad? Por que tu eres muy lindo.

Jiang Cheng y Lan Huan se miraron, hasta que Jiang Cheng desvío su mirada.

"Lan Huan me acaba de decir lindo" Jiang Cheng se sonrojo.

Abrió su boca para decir algo pero mejor la cerró.

- ¿Jiang Cheng?.

- Lo siento ¿Sucede algo?.

De la nada Jiang Cheng se sintió mareado, le faltaba un poco de oxígeno.

- ¿Jiang Cheng?.

Jiang Cheng ya no pudo mantenerse despierto y cayó inconsciente. Lo único que pudo escuchar fue a Lan Huan gritar su nombre.

- ¡Jiang Cheng!.