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Sofia

Todo esto que siento es tan extraño, después de los regalos que me envio Renato  a la oficina, no he sabido nada de él en dos semanas. En algunos momentos deseo llamarlo o quizás ir a visitarlo con alguna excusa a su oficina,  otras veces simplemente deseo que nunca más me hable o no volver a verlo jamás ¡Quién me entiende¡¡¡??? porque no ya no me entiendo.

A pedido de Diego, debo asistir a una fiesta en donde nuestra empresa ha resultado ganadora. Normalmente no me gusta ir, sobre todo porque odio dejar a Julio solo por las noches, pero es muy importante mi presencia, bueno es lo que dice Diego.

Llego a la reunión junto a mi jefe, que no ha parado de molestarme todo el camino. En la oficina el rumor de los regalos recibidos a levantado polvo ya que todos saben que no he permitido que nadie tenga ese tipo de atenciones conmigo. Desde que me recogió en casa no ha parado de molestarme incluso me dio un gran silbido de apreciación que me hizo poner tan roja como un tomate.

Entonces, ¿ segura que no te haz vestido así para impresionar a nadie?- me dice una vez mas son una sonrisa de lo mas odiosa.

Dejame en paz¡¡¡- le digo- Sí me esmere un poco más, es porque quiero verme bien, ¿ ok? Y se supone que debemos dar una gran impresión a todos.

Si, claro, lo que tu digas mujer encantadora - me dice mientras ingresamos al gran salón.

La verdad si estoy algo ansiosa, sé que Renato  deberia asistir, y tengo ganas de verlo. Sé que hice mal en hablarle como lo hice en mi cocina y además de ni siquiera agradecerle lo que me envio.

Entonces pasa, lo veo en la barra junto a otro hombre y dos mujeres muy guapas, bebiendo y riendo. ¿Donde quedaron sus palabras ? ¿ Donde quedo el interes ? ¿ Y porqué diablos me molesta?

Hace años atraz ante una situación similiar hubiese salido corriendo y llorando, pero ya no soy ese tipo de mujer, ya no.

Asi que decido seguir mi camino, e ignorar la escena el resto de la velada, pero Senti una mirada sobre mi toda la noche y no era Diego. Necesito respirar.

Parece que el tiempo no ha pasado y sigues siendo la preciosa chica de secundaria que una vez conoci - esa voz .. la conozco - Vaya creo que te he sorprendido su sonrisa sigue siendo tan amable como la recuerdo.

Roberto - susurro - tanto tiempo.

Demasiado- me responde,  se acerca a mi y me saluda con dos besos , él sigue siendo tan atractivo como antes - estas hermosa.

Y tu sigues siendo un adulador- le sonrio - ¿ como haz estado? - conversamos por un largo rato poniéndonos al día de los últimos acontecimientos de nuestras vidas - Sabes nunca me Disculpe contigo,  drbi hacerte caso cuando me dijiste...

Tranquila - me dice mientras me da un suave abrazo,  - ya paso , ahora estas bien y lejos de ese imbecil, por cierto dejamos de ser amigos hace mucho.

Prefiere no saber ni hablar de él- respondo para luego seguir con una amena charla donde termino aceptando un desayuno en unos días para seguir conversado,  él se despide no sin antes decirme que cualquier cosa que necesite no dude en avisarle. Roberto siempre fue muy protector con sus amigas , caballeroso y galante, la mujer que logre atrapar su corazón será muy afortunada.

Mientras camino hacia un balcón veo a alguien que realmente no esperaba volver a ver, me mira con su sonrisa cínica y siento mi estomago revolverse.

Hola Sofia,  tanto tiempo- me saluda con su fingida cordialidad. Parece que es la noche de los reencuentros pero a diferencia del anterior este no es nada agradable.
Hola Dayana- le devuelvo el saludo.

Uhmm te ves bien - me dice - creo que si te hubieses operado antes Fernandl no te hubiese dejado.

Y yo creo que si tu te quisieras un poco más los hombres te usarian como aventuras para engañar a sus esposas- verla saca la rabia contenida en mi.

Vaya vaya - se rie - Pues hasta aprendiste a lanzar veneno, pero eso no cambia nada.

¿ Que es lo que quieres? - su presencia me molesta.

En realidad solo queria saber si era cierto de que ahora si pareces una mujer y no una gran carpa de circo- sigue riendo- pero igual sigues siendo poca cosa, no creo que ningún hombre sea cápaz de meterte en su ...

¿Cariño?- me tenso al sentir unos brazos alrededor de mi cintura y luego un beso en mi mejilla- ¿ Porqué demoras tanto? No me gusta que me dejes solo - la voz de Renato hace temblar mis piernas.

Yo.. yo..- trato de hablar pero tener su rostro tan cerca al mio me pone nerviosa, suspiro.

Me sigue sonriendo y pronto me da un beso corto en los labios- Oh perdon buenas noches- mira a la víbora esa que me mira con asombro y que parece querer comerse con la mirada a Renato .- Disculpanos pero no me gusta tener a mi novia lejos de mi mucho tiempo- me empieza a empujar lejos de Dayana- vamos cariño es tarde.

Me guía hasta un lugar apartado de todos, donde hace algo de frio o quizás sea producto del mal momento que acabo de pasar,  por lo cual me  abrazo a mi misma tratando de entrar en calor , mi vestido en sin mangas de un verde esmeralda muy bonito, llega a media rodilla y con mi color de piel, realza bastante bien.

Hoy luces hermosa- me dice mirandome directo a los ojos y con sus manos aferradas a mis brazos- Toda la noche espere para poder acercarme a ti y cuando vi la oportunidad, esa chica te estaba molestando. ¿ Porqué no me saludaste cuando llegaste?

Pues te vi muy alegre conversando - le digo y mis celos no pasan desapercibidos- no quise ser inoportuna.

¿Celosa?- se rie- me encanta verte celosa.

No molestes- le digo tratando de safarme- Súeltame, parece que a todo el mundo le dio por fastidiarme hoy.

Ya calmate fiera- me dice - solo estaba conversando, pero ahora quiero hacer  otra cosa aparte de molestarte como dices.

¿ Que quieres?- le digo enojada- Ah vaya, osea me ignoras durante dias, según tú vas a conquitarme y luego simplemente desapareces y hoy te veo   bien feliz con tu compañia.

Toma mi rostro entre sus manos- Yo no hago nada sin pensar- me dice - me encanta verte celosa, te ves tan sexy enojada, pero ya habrá tiempo de hablar de eso, por ahora dejame besarte, que sino lo hago me muero.

Me besa, con toda una pasion contenida y esta vez le respondo de la misma manera, mis manos enredadas en su cabello tratando de pegarme lo más que puedo a su curpo. Sus labios, chupan, muerde, saborean, un suspiro escapa de mi garganta ante tal desfreno. Siento me me falta el aire y el se da cuenta, soltándome poco a poco.

Esta vez no te voy a dejar huir de mi- me dice en un susurro dejando  su frente sobre la mía.

No quiero huir - respondo- no me sueltes Renato  pero no me hagas daño por favor, no me lastimes por favor

Un nuevo comienzo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora