Breaking Rules: Una Vez Más ( Terminada)

Capitulo 39: celos a diestra y siniestra

En un abrir y cerrar de ojos nos estábamos besando. Todo el mundo le parecía un

buen entretenimiento. A mi no me causaba una pizca de gracia.

Y a ella tampoco.

Cuando pudiste apartarlo. Lo siguiente que escuche fue el estruendo de una

cachetada que retumbó en todo el salón. Fue tan nítido el golpe, que Karol volteo a ver

que sucedía... y la música se detuvo de golpe.

Habías colmado su paciencia. Ella te fulmina con la mirada y temblaba de coraje.

Tu mirabas perplejo sobándose la mejilla enrojecida, estabas tan sorprendido como yo

que Marinette hubiese reaccionado así. Pero, para mi, fue un buen merecido.

Te habías convertido en un abusador.

Adrien se acerco otra vez y la tomo de los hombros. Ella forcejeaba.

- ¡no me toques! ¡déjame en paz!- te gritaba mientras te golpeaba y pataleando en

vano.

-lo lamento... ¡esto pudiera ser algo bonito!. ¡DIME QUIEN ES ÉL!- decías

aprisionandola tan fuerte que ella gemía del dolor.

No puedo soportar seguir presenciando esto. No puedo permitir que sigas
lastimandola. ¿Por qué mi sangre estaba encendida?... esta sensación de estampar un

puño en su cara de niño rico...

No vi a la gente. No vi a nadie. Solo ella afligida. Decidí actuar.

Cinco segundos olvidé que era mi amigo.

Fui hacia ellos y empuje con una fuerza inhumana a Adrien, obligandola a soltarla.

-¡te dijo que la dejarás en paz!.¡La estas lastimando!- le grité en su cara lleno de coraje.

-ELLA YA NO TE QUIERE MAS!- le dije en su cara.

Él, estaba desconcertado por mi agresividad y mis palabras. Vi su mirada

confundida y... caí en razón.

¿Que hiciste Luka? ¿ acaso dijiste eso?. Retractado de mis palabras, vi como los

invitados nos veían con confusión, asombro y susurraba a nuestro al rededor. Entonces,

respiré.

Adrien, también vio que había obrado muy mal. Pero, no había esperado que yo

fuera quien la protegiera...no como un amigo sino como un hombre... ¡¿cual es la

palabra que busco!?¿frustrado?.

No había tiempo de descubrir mis sentimientos, me volví hacia Mari, y ya no estaba.

Huía de la fiesta, yo te miré, masculle unas disculpas y decidí seguirla.

Sin importarme ya lo que dijeran de mi.

Recuerdo que la noche no era majestuosa o turbia, solo era oscura y fría. Corrías

con ferocidad escaleras a bajo, pude alcanzarte cuando llegaste al último escalón.

-¡marinette espera!- la llamé, ella se detuvo de pronto y se negó que la abrazará.

-¡eres un idiota me dejaste sola!- recibí varios golpes en mi pecho, cuando luchaba